“tarde o temprano la burbuja estallará”

El presidente Nayib Bukele de El Salvador fue uno de los oradores invitados al escenario de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), que se realizó este 23 de febrero en la ciudad de Maryland. Allí, en medio del aplauso y la aclamación del público, cuestionó la política económica de Estados Unidos.  

Además de destacar la importancia de defender el manejo adecuado de las instituciones, Bukele expuso su visión de la crisis económica que ha venido afectando al país del norte en los últimos años. En varios puntos de su discurso reiteró que Estados Unidos está inmerso en “una burbuja que tarde o temprano terminará por estallar”.  

Para el mandatario salvadoreño, la raíz del problema que afecta actualmente a los estadounidenses está en la impresión ilimitada de dinero inorgánico que se estableció como eje de la política económica, sobre todo en los tiempos de la pandemia de Covid.  

Se trata de una situación que ha sido abiertamente reconocida por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Tal como informó CriptoNoticias, el funcionario admitió hace pocos días que la inflación y la crisis bancaria han sido parte de los efectos de las medidas tomadas desde 2021. A estas consecuencias negativas se suma una deuda histórica de 34,1 billones de dólares. Una situación que está desmoronando la fortaleza del dólar.   

Y fue justo este tema sobre el que Bukele puso énfasis en su discurso, explicando la forma en que se financian los gobiernos y desmontando la idea, a su juicio ilusoria, de que los recursos del Estado provienen del pago de impuestos.  

Los impuestos no son para financiar al gobierno de EE. UU. Entonces, ¿quién lo financia? Se financia con bonos emitidos por el Departamento del Tesoro. Es decir, papel. Pero ¿quién compra esos bonos? Principalmente la Reserva Federal (Fed). ¿Y cómo los compra? Imprimiendo dinero. ¿Y qué respaldo tiene la Fed para el dinero que imprime? Pues los propios bonos del Tesoro. En esencia, el gobierno se financia con dinero que viene de la nada. Un papel respalda a otro papel. 

Nayib Bukele, presidente de El Salvador.     

“La respuesta es sencilla pero impactante”, acotó de inmediato Bukele, diciendo a los asistentes que el problema real es que están pagando impuestos altos solo para mantener la ilusión de que financian al gobierno.  

Advierte, en ese sentido, que si la mayoría de los estadounidenses y el resto del mundo se llegaran a enterar “de esta farsa”, se perdería toda la confianza en su moneda. “Caería el dólar y con él la civilización occidental”, enfatizó. 

Las elecciones no evitarán el estallido de la burbuja 

Con base en lo anterior, Bukele insistió en la necesidad de hacer cambios estructurales para evitar el estallido de la burbuja. Algo que ocurrirá si el próximo presidente de EE. UU. no hace los cambios políticos y estructurales necesarios. 

Al respecto, considera que el solo hecho de que alguien gane las elecciones no será suficiente para resolver los problemas. Piensa que hará falta una reingeniería del gobierno de arriba abajo. Una acción que requerirá tomar decisiones difíciles, “como las que tomamos en El Salvador desde el año 2019 y que están dando frutos”, recomendó.  

“Será difícil, el sistema se resistirá, pero tienen el derecho a determinar su propio destino. Todavía queda tiempo”, añadió, recordando a los estadounidenses que no tienen que cometer los mismos errores que se cometieron en El salvador en los años 60 y 70. “Todavía pueden saltar antes de que hierva el agua”, insistió.  

El llamado presidente bitcoiner, que acaba de ser reelecto por una impactante mayoría, concluyó su discurso citando lo que fue su principal lema de campaña: la seguridad lograda tras la guerra contra las pandillas salvadoreñas. 

Logramos lo impensable frente a toda adversidad. Trasformamos a El Salvador del país más peligroso del mundo al país más seguro del hemisferio occidental. Y lo logramos al desafiar a las élites globales. Les dijimos “ya basta”. Y ese es mi mensaje para ustedes. Libren esta batalla porque al final valdrá la pena. 

Nayib Bukele, presidente de El Salvador.     

Las palabras de Bukele fueron acogidas con gran entusiasmo por los asistentes a la CPAC, una conferencia política anual a la que usualmente asisten activistas conservadores, políticos y funcionarios electos de todo Estados Unidos.  

Según el programa de este año, además de Bukele, el grupo de oradores estuvo integrado por otros dirigentes polémicos. Entre ellos se encuentran el expresidente Donald Trump y el presidente de Argentina, Javier Milei. Se trata de tres figuras prominentes a nivel global, que actualmente llaman la atención y que han ganado una inmensa popularidad por sus controvertidas acciones.