Fuentes de lava se elevaban más de 50 metros // Evacuan balneario, uno de los mayores atractivos turísticos del país
▲ La actividad de Sylingarfell comenzó a las 6 de la madrugada, poco después de un intenso episodio de sismos.Foto Almannavarnir vía Ap
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Periódico La Jornada
Viernes 9 de febrero de 2024, p. 6
Grindavik. Un volcán del suroeste de Islandia entró en erupción ayer por tercera vez desde diciembre, lanzando chorros de lava al cielo y provocando la evacuación del balneario Laguna Azul, una de las mayores atracciones turísticas del país.
La erupción comenzó alrededor de las 6 horas a lo largo de una fisura de tres kilómetros al noreste del monte Sundhnukur, según la Oficina Meteorológica de Islandia. El lugar está a unos cuatro kilómetros al noreste de Grindavik, localidad costera de 3 mil 800 habitantes que fue evacuada antes del episodio del 18 de diciembre.
El servicio meteorológico indicó que la lava fluía hacia el oeste y no suponía una amenaza inmediata para Grindavik ni para una importante central eléctrica de la zona. Los funcionarios de defensa civil señalaron que se creía que en el momento de la erupción no había nadie en el pueblo, según la cadena estatal RUV.
No tenía que haber nadie y no sabemos de nadie
, informó Víðir Reynisson, director de la agencia de Defensa Civil, a RUV.
La cercana Laguna Azul cerró al comienzo de la erupción y sus huéspedes fueron evacuados, agregó la cadena. Una colada de lava humeante avanzaba por una carretera junto al balneario.
A principios de semana, la Oficina Meteorológica advirtió de una posible erupción tras observar la acumulación de magma, o rocas semifundidas, durante las pasadas tres semanas. Además, desde el pasado viernes se habían registrado cientos de pequeños terremotos, coronados por un episodio de intensa actividad sísmica alrededor de media hora antes del comienzo de la erupción.
Un impresionante video de los guardacostas islandeses muestra fuentes de lava que se elevan más de 50 metros hacia un cielo oscuro. Una columna de vapor se extendía alrededor de tres kilómetros sobre el volcán.
Zona de gran actividad
Islandia, que se encuentra sobre una zona de gran actividad volcánica en el Atlántico Norte, suele registrar una erupción cada cuatro o cinco años.
La más grave de los recientes años fue la del volcán Eyjafjallajokull en 2010, que lanzó enormes nubes de ceniza a la atmósfera y provocó el cierre generalizado del espacio aéreo en Europa.
Es la tercera erupción en el sistema volcánico de la península de Reykjanes desde diciembre. Allí se encuentran varias poblaciones grandes y el principal aeropuerto del país, Keflavik, que ayer no vio alterada su actividad.
Dave McGarvie, un vulcanólogo con una vasta experiencia en Islandia, indicó que es muy poco probable que la suave y efusiva
erupción afecte al tránsito aéreo porque genera una pequeña cantidad de cenizas.
Grindavik, a unos 50 kilómetros al suroeste de la capital del país, Reikiavik, fue evacuada en noviembre cuando el sistema volcánico Svartsengi despertó tras casi 800 años de inactividad con una serie de sismos que abrieron grandes grietas en la tierra al norte del pueblo.
El volcán entró en erupción el 18 de diciembre, pero su lava no discurrió en dirección a Grindavik, al contrario de lo que ocurrió con una segunda que comenzó el 14 de enero. Los muros defensivos que se habían reforzado después de la primera erupción pararon parte del flujo, pero varios edificios quedaron consumidos por la lava.
No hay víctimas mortales confirmadas, pero un operario está desaparecido tras caer en una de las grietas abiertas por el volcán.
Las dos erupciones anteriores duraron unos días, pero dieron indicios de lo que el presidente Gudni Th. Johannesson calificó como un sobrecogedor periodo de agitación
en la península de Rey-kjanes, una de las zonas con más densidad de población del país.
Por el momento, no está claro si los residentes de Grindavik podrán regresar algún día de forma permanente, detalló McGarvie.
Creo que en estos momentos hay una resignación estoica, de que, en el futuro inmediato, la localidad es básicamente inhabitable
, apuntó.
Tras siglos de tranquilidad, la gente pensaba que esta zona era bastante segura
, añadió.
Ha sido un poco impactante que haya vuelto a la vida
, indicó el vulcanólogo. Las evidencias recopiladas de forma reciente muestran que las erupciones podrían prolongarse décadas, cuando no siglos, de forma esporádica en esta península en particular
.