Los temas que podrían correr riesgo
En los últimos cuatro años, el Parlamento ha impulsado una agenda de protección al medio ambiente y de derechos humanos, pese a que en diciembre endureció su política migratoria.
- CHECALO -
Las corrientes de centro, liberales y la izquierda también defienden la existencia de la propia Unión Europea y el proyecto de economía común.
Ambos especialistas coinciden que estos temas son los que se verían estancados o en retroceso con el avance de la ultraderecha.
“Es una contraposición, entonces, de perspectivas euroescépticas, que además son populistas, autoritarias y, en general, antiglobalización. Que no creen mucho en la importancia de mantener el cuidado al medio ambiente y que se oponen radicalmente a seguir recibiendo migrantes, principalmente de los países de África del Norte y del Medio Oriente.” – Francisco Gil Villegas, profesor-investigador del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México.
“La ultraderecha tiene agendas muy diversas y tiene tonalidades muy diversas también.
Pero básicamente yo pondría un cuestionamiento serio al apoyo que se está dando a Ucrania en términos militares. Este es un tema que hace mucho ruido. El tema también de los energéticos, de cómo se ha encarecido la vida en Europa. Otro asunto fundamental tiene que ver con los efectos negativos de la globalización.” – Ana Luisa Trujillo, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
¿Cómo impactan estas elecciones en México?
Dada la coyuntura internacional por las guerras en Ucrania y Gaza, la reconfiguración de las cadenas de suministro y el cambio climático, la doctora Trujillo considera que la población europea tendrá que votar pensando en un Parlamento que incluya todas las corrientes y que recupere su visión conciliadora, uno de los valores sobre la cual se fundó.
La renovación del Parlamento Europeo y el cambio de administración en México será una forma de reinicio en la relación.
“¿Qué está en juego? La ratificación del Acuerdo Global México-UE, que se negoció en 2011 y no ha sido ratificado.
Del lado mexicano, el Senado ya lo aprobó, pero del lado europeo falta que haya un proceso de ratificación. Muchos analistas temen que, si no lo ratifican de aquí a que haya cambios en Europa, pues se va a ir todavía un año más”.
El investigador Gil Villegas también destaca el apoyo a la cultura y las becas educativas que ofrece la Unión Europea a México como uno de los asuntos que podrían modificarse, si hay un cambio radical en la composición del Parlamento.
“Recordemos que México tiene firmado desde el gobierno de Ernesto Zedillo un tratado de quinta generación, que va más allá de cuestiones de liberación comercial, porque pone mucho énfasis en aspectos educativos, culturales, y que tiene dos cláusulas de carácter político.
Uno de ellos es precisamente que ambas partes se comprometen a vigilar sus procesos democráticos internos y la vigilancia también a los derechos humanos, menos en ambos países.
Es decir, no es intervencionista porque México podría, si le interesara cuestionar violaciones a derechos humanos que se produjeran en países de Europa o algo que no le pareciera de los procesos democráticos de algún país europeo”.
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