Los Reyes Magos llegan a Cuba a lomo de la inflación

«Llegué sin plumas y cacareando a este día, así que este año mis hijos tendrán solo galleticas y refrescos». Así resumía su situación financiera una mujer que este sábado acompañaba a una amiga en la compra de los regalos por el Día de los Reyes Magos en una feria en la calle Galiano, en Centro Habana. Rodeadas de muñecas, diminutos carros de bomberos y peluches con el rostro de Minnie Mouse, las dos amigas exploraban las ofertas de los vendedores privados.

«Para donde quiera que mires son 3.000, 4.000 o 7.000», lamentaba la mujer después de indagar por el precio de varios productos. «Esa barbie de ahí, sale en 6.000, dos meses de mi salario», remachó la madre tras preguntar por una caja que incluía también un par de mudas de ropa y calzados para vestir el espigado cuerpo de plástico coronado con una melena rubia platino. «Por esa cantidad de dinero debería hasta hablar», ironizó.

Los vendedores sorteaban las críticas y declinaban rebajar. «¿Caro? Aquí en este país todo está carísimo, venir hasta aquí me costó bastante dinero en transporte y en inversión», respondió un joven al que un padre le reprochaba por pedir 3.000 pesos por un Pokemón de peluche. A poca distancia, un colorido teléfono de plástico, con teclas que se iluminan y suenan al presionarlas, llegaba a 5.000. «Por eso vine sin la niña, porque si ve esto lo que va es a sufrir».

Aunque las autoridades cubanas han escamoteado por décadas la celebración por el Día de los Reyes Magos, y los más extremistas ideológicos la catalogan como parte de la «fiebre consumista del capitalismo», muchas familias han tratado de recuperar la tradición en los últimos años. A pesar de que en las tiendas estatales apenas se comercializan actualmente juguetes y que los comercios oficiales no venden ofertas especiales de cara a la jornada, en el mercado informal y las mipymes por estos días suben las ventas destinadas a los niños.

Mientras algunos padres compran los regalos con semanas de antelación, otros salen a la calle el mismo 6 de enero para tratar de encontrar productos a remate o porque no han podido destinar dinero, previamente, para adquirir un bate y una pelota, una pistola de agua o una pequeña cocina con tazas y cazuelas. Pero la subida del costo de la vida también ha llegado hasta los divertimentos infantiles. Este año, los Reyes Magos han llegado a Cuba cabalgando sobre una inflación que galopa más rápido que cualquier camello y hace que los regalos que llegan a mano de los niños sean más pequeños y efímeros.

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