¿Cuándo debo ser agradecido?

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Hemos hablado acerca de la gratitud y del efecto que puede tener en nuestras vidas. Pero ¿cuándo debo ser agradecido? ¿Cuándo debo expresar mi agradecimiento y más si estoy viviendo momentos difíciles?

La respuesta que podemos darte es: en todo momento. Para ser más claros, no necesitas precisamente decir “gracias” cada dos por tres, sino con sentirlo puede ser más que suficiente.

Optar por una actitud de gratitud en la vida puede ayudar a suavizar un poco los sentimientos de escasez, tribulación o preocupación. ¿Por qué? Porque cuando a pesar de lo que suceda, siento gratitud por lo que puedo apreciar hoy, entonces puedo cambiar ése sentimiento de pesar por uno más positivo y nos ayudará a sentirnos mucho mejor.

Agradece cuando despiertes, por el nuevo día y por la salud, porque estamos vivos.

Agradece porque tienes alimento hoy en tu mesa.

Siente gratitud por la conversación que pudiste tener con esa persona importante para ti.

Da gracias porque puedes trabajar o ayudar a alguien.

Da gracias a tu cuerpo, que te sostiene y te permite vivir ésta experiencia.

Lo importante es ser conscientes de mantener una actitud de gratitud, que nos ayudará a salir adelante. Y recuerda: que tus ojos observen y tu corazón agradezca, siempre.