LAS VEGAS. Con la ayuda del público, Luis Miguel logró sacar adelante el segundo show que ofreció en Las Vegas como parte de su gira 2023. El cantante mantiene su carisma y esta ocasión añadió a sus encantos la constante comunicación no verbal que mantuvo con la audiencia, llegando en algún momento a lanzar besos al aire como una forma de agradecimiento.
A pesar de tener la garganta evidentemente lastimada, cumplió con el concierto que forma parte de la celebración de las fiestas patrias en la ciudad del eterno entretenimiento.
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A las 21:10 de la noche Luis Miguel llenó el escenario del Dolby Live at Park MGM. Su simple presencia arrancó gritos de emoción entre los seis mil espectadores, que por segundo día consecutivo colmaron el lugar.
- CHECALO -
Vestido con un impecable traje negro y camisa blanca, el mexicano inició la velada con el clásico «Será que no me amas«. En primera fila lo acompañó su hermano Alejandro Basteri.
Desde el principio se notó que algo sucedía con el desempeño vocal del artista, quien arrancó en Las Vegas su tour por Estados Unidos, después de ofrecer 20 shows consecutivos en Argentina y Chile, entre el 4 de agosto y el 6 de septiembre.
«¿Cómo dice?«, la clásica frase con la que invita al público a cantar con él, se escuchó de manera recurrente durante la noche.
Lejos de sentirse agobiado por los tropiezos con la voz, se percibió a un Luis Miguel pleno en el escenario, donde regaló más pasos de baile de los habituales, siempre con una sonrisa y logrando una interacción con el público en la que no hicieron falta las palabras, bastaron los gestos y ademanes.
Un pulgar arriba en señal de aprobación, la mano extendida para ceder el micrófono a los asistentes, un ademán para pedir más volumen y por parte de él una entrega total y el aplauso para reconocer la participación del público.
Su actitud fue diferente, encontró en los músicos a sus aliados, jugó con ellos haciendo coreografías y les dio espacio para lucir sus habilidades.
Inicios de canciones recetadas y coros interpretados a medias, fueron una constante durante el show en el que el público no se dio por enterado de las fallas. Siempre se mantuvieron cientos de celulares funcionando para atesorar en video el regreso a los escenarios del ídolo mexicano.
El espectáculo similar al presentado en Sudamérica, se dividió en sets de canciones bailables, baladas, boleros, música de mariachi y los éxitos ochenteros.
También incluyó dos duetos que realizó gracias a la tecnología, uno con Michael Jackson y otro con Frank Sinatra.
En los temas rancheros lo acompañó el mariachi Vargas de Tecalitlán, juntos interpretaron «La fiesta del mariachi«, «Viva México«, «La bikina» y «La media vuelta«. Al final de este bloque, Luis Miguel hizo una fila con el mariachi y agradecieron al público con una reverencia.
El cierre vino con «No me puedes dejar así«, «Palabra de honor«, «La incondicional«, «La chica del bikini azul» e «Isabel«.
Con «Cuando calienta el sol«, la última del show, se lanzaron al público enormes pelotas negras con su logo en dorado.
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Un Luis Miguel con una actitud más terrenal se despidió del público lanzando besos al aire y a pesar de la petición de «otra… otra», abandonó el escenario, pero antes se integró con los músicos para volver a hacer una reverencia a los asistentes, en el final del show que duró una hora con 45 minutos.
Luis Miguel tiene programados 26 conciertos en Estados Unidos y 23 en México, donde se presentará a partir de noviembre.
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