Del costo a las matemáticas: inmensos problemas rodean la construcción de la Cúpula de Oro estadounidense

La construcción del sistema estadounidense de defensa antiaérea Cúpula de Oro (Golden Dome, en inglés) podría tardar al menos una década en completarse, pese a las promesas de Donald Trump de que estará terminada antes de que finalice su mandato, informó este miércoles The Washington Post.

Según los analistas que han estudiado los “escasos detalles” del proyecto proporcionados por la Casa Blanca y el Pentágono, el costo de su fabricación podría superar un billón de dólares y es posible que ni siquiera se acerque a proporcionar la protección integral prometida por el mandatario del país.

Al mismo tiempo, el medio señala que la Cúpula de Oro probablemente conducirá a una transformación radical de la doctrina militar y militarizará aún más el espacio, hecho capaz de desencadenar una carrera armamentista en órbita que podría durar una generación o más.

Los expertos advierten que la parte más ambiciosa del programa —que consiste en llenar la órbita terrestre baja con miles de satélites para detectar y destruir los misiles de los adversarios— luce como “una fantasía que solo desestabilizará el frágil orden internacional que ha evitado la guerra nuclear durante más de 70 años”.

Problemas matemáticos

Por otro lado, muchos especialistas se muestran escépticos ante la complejidad matemática que supone el funcionamiento eficaz de la Cúpula de Oro. Para repeler un ataque con misiles se necesitaría una asombrosa constelación de satélites en órbita, destacan los expertos.

Se requerirían “unos 950 interceptores distribuidos en órbita para asegurar que al menos uno esté siempre dentro del alcance para interceptar un misil durante su fase de lanzamiento”, explicó Todd Harrison, investigador principal del American Enterprise Institute.

Sin embargo, hay quienes afirman que incluso 9.500 interceptores en el espacio no serían suficientes en caso de un lanzamiento de 10 misiles enemigos contra el territorio estadounidense. De acuerdo con la Sociedad Estadounidense de Física, harían falta 16.000 de esos interceptores para neutralizar un ataque de solo 10 misiles balísticos intercontinentales.

“Se necesitan muchos más interceptores que misiles, lo que hace que resulte operacionalmente inviable”, concluyó Harrison. Sus palabras fueron apoyadas por Doug Loverro, quien desempeñó diversos cargos en la NASA, la Oficina Nacional de Reconocimiento y el Pentágono, al confirmar que “todos sabemos que no vamos a poder interceptar un ataque masivo”.

¿Qué es la Cúpula de Oro?

Inspirándose en la Cúpula de Hierro israelí, Donald Trump emitió en enero una orden ejecutiva para desarrollar un sistema de defensa aérea estadounidense que proteja al país de misiles balísticos intercontinentales, hipersónicos y de crucero.

En mayo pasado, el jefe de la Casa Blanca estableció un plazo de tres años para la plena operatividad del proyecto y declaró que el sistema podrá interceptar misiles incluso desde el espacio. 

“Una vez construida, la Cúpula de Oro será capaz de interceptar misiles, aunque se lancen desde otras partes del mundo e incluso desde el espacio”, dijo entonces Trump, recalcando que “ya se trate de misiles hipersónicos, balísticos o de crucero avanzados, todos ellos serán derribados”.