En el año 1989, la Sonda Voyager 2 detectó las primeras evidencias de la existencia de auroras en Neptuno. Sin embargo, hasta ahora no se había podido confirmar que estas son una realidad. Se necesitaba una foto y para eso era necesaria la estrella del rock de los telescopios espaciales. El James Webb.
En 2023, este tomaron unas fotografías y mediciones con las que ha sido posible conocer mejor la atmósfera del más lejano de los planetas del sistema solar (si mantenemos la tesis de que Plutón no lo es). Ahora, un nuevo estudio, publicado en Nature Astronomy por un equipo dirigido desde la Universidad de Northumbria, revela unas imágenes en las que se ven claramente las auroras en Neptuno que aún no se habían podido captar. Lo ha hecho gracias, sobre todo, a su gran capacidad para medir en el infrarrojo.
Además de regalarnos preciosas imágenes dignas del mejor de los salvapantallas, este estudio resulta de gran utilidad porque nos ayuda a conocer mejor uno de los planetas menos conocidos del sistema solar. Y lógicamente porque es otra prueba más de todo lo que puede lograr el James Webb sin necesidad ni siquiera de acercarse muchísimo al planeta que quiere investigar.
¿A qué se deben las auroras en Neptuno?
Las auroras en Neptuno tienen exactamente el mismo origen que las de la Tierra y otros planetas como Júpiter, Saturno o Urano.
- CHECALO -
Suceden cuando las partículas cargadas procedentes de la actividad solar interaccionan con los átomos de la atmósfera. Esto produce la excitación de dichos átomos, debida al movimiento de electrones en su interior, pasando de la capa en la que se encuentran a otra superior. El resultado suele ser la emisión de energía en forma de luz de colores que dependen del átomo que se esté excitando. En la Tierra, por ejemplo, predominan las auroras verdosas, rojizas o violáceas. Las dos primeras tonalidades se asocian con el oxígeno, mientras que la tercera se debe a la excitación de los átomos de nitrógeno.
En el caso de las auroras de Neptuno que ha captado el James Webb, se ven de unas curiosas tonalidades turquesas. Sabemos que la composición de su atmósfera es mayormente hidrógeno, helio y metano y que es precisamente este último el responsable del color azul característico del planeta. La excitación de algunos de esos átomos, especialmente los de hidrógeno, es la que da lugar a las auroras.
Ahora bien, si hay algo que resulta muy llamativo con las auroras de Neptuno es que, al contrario que en la Tierra y otros planetas, no son más intensas en los polos. Al revés. La mayoría se concentran en latitudes medias.
¿A qué se debe eso?
En la Tierra, las auroras se concentran en los polos porque es ahí donde el campo magnético es más débil. Cuando nos llega las partículas cargadas procedentes del Sol, normalmente el campo magnético las desvía hasta puntos donde ya no tiene tanta intensidad. Dicho de una forma muy coloquial y para hacernos una idea, resbalan como un tobogán hasta encontrar un lugar por el que entrar. Y ese lugar suele ser el polo norte o el sur. Por eso solemos hablar siempre de auroras boreales y australes.
Cuando la actividad solar es muy intensa sí pueden verse más lejos de los polos, como ocurrió hace unos meses. El motivo es que las partículas cargadas son capaces de atravesar zonas más intensas del campo magnético. Pero todo eso es algo más excepcional.
En Neptuno su campo magnético está inclinado 47º con respecto al eje de rotación. Eso provoca que las auroras no se desplacen hacia los polos, sino que caigan directamente en el centro.
Desde luego, James Webb no deja de darnos imágenes maravillosas y estas no iban a ser una excepción.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://hipertextual.com/2025/03/auroras-neptuno
The post Por primera vez, captan imágenes de auroras en Neptuno first appeared on Noticias de Hoy.