Esto es lo que gastas al crear imágenes con IA

¿A quién no le va a gustar ver su cara convertida en un personaje de Studio Ghibli o Pixar? Lamentablemente, no todo el mundo tiene la destreza para hacer ese dibujo ni suficiente dinero para pagar a un ilustrador. Por eso, las nuevas herramientas que nos permiten generar ese tipo de imágenes mediante IA se han puesto de moda en redes sociales en cuestión de horas. El resultado es maravilloso, pero va acompañado de varios problemas. En primer lugar, le estamos robando su trabajo a los ilustradores. Y no solo por no contratar sus servicios. Lo del robo es literal, porque la inteligencia artificial se entrena con imágenes almacenadas en internet. En cuanto al segundo problema, es algo de lo que no se habla tanto, pero deberíamos prestarle más atención: la IA consume muchísima energía y agua y el planeta no está para dispendios.

Para que los chatbots y el resto de algoritmos de IA generativa a los que tenemos fácil acceso puedan llevar a cabo su función son necesarios grandes centros de datos con muchísimos ordenadores que manejan la información masiva necesaria para obtener respuestas en segundos o minutos. No los vemos, pero están ahí, en algún lugar lejos de nuestra casa, gastando grandes cantidades de energía. Y también agua, sobre todo porque se sobrecalientan mucho, por lo que necesitan que esta fluya a través de unos potentes sistemas de refrigeración.

Cada pregunta que hacemos a chat GPT o cada creación de imágenes mediante IA supone un gasto que se va acumulando, porque normalmente no es solo una pregunta o una imagen. A veces recurrimos a estos algoritmos por necesidad, igual que cuando gastamos gasolina porque necesitamos sí o sí coger el coche. Sin embargo, todas estas aplicaciones tan atractivas de la inteligencia artificial están llevando a que la usemos casi como si fuese un juego. Eso lleva a muchísimas interacciones seguidas y a un gasto enorme de energía y agua.

Hay varios estudios en los que se analiza el consumo de energía y agua que supone crear imágenes con IA. Uno de ellos lo llevó a cabo en 2023 un equipo de científicos de la compañía Hugging Face y la Universidad Carnegie Mellon. El estudio no se sometió a revisión por pares, por lo que los resultados deben leerse con cautela. Aun así, son suficientemente llamativos para que nos lo pensemos un poco más antes de crear imágenes con IA como si fuese un juego.

Lógicamente, el gasto depende de la complejidad de la acción que se lleve a cabo o del algoritmo en cuestión que se use. Por eso, estos científicos analizaron 88 modelos distintos, llevando a cabo diferentes tareas de las que solemos realizar desde casa. Concluyeron que, con mucha diferencia, el mayor gasto se lo lleva la generación de imágenes mediante IA. De media, según su análisis, crear una de esas imágenes supone un gasto de energía equivalente a cargar un teléfono móvil.

Además, como caso concreto, la creación de 1.000 imágenes con un modelo potente, como Stable Diffusion XL, supondría la liberación a la atmósfera de una cantidad de dióxido de carbono equivalente a conducir 6,5 km con un coche de gasolina.

Esto último es importante. El gasto energético no solo es económico. También supone la emisión a la atmósfera de grandes cantidades de gases de efecto invernadero, con todo lo que eso conlleva para el empeoramiento del calentamiento global.

¿Y qué pasa con el agua?

En ese estudio no se prestó tanta atención al consumo de agua. No obstante, ya se han hecho algunos cálculos. Basta con tener en cuenta dos datos sencillos: la cantidad de litros de agua que se requieren por kWh de energía y la cantidad de kWh que se gastan al generar imágenes con IA.

De nuevo, todo depende del algoritmo, por lo que los datos que se conocen se miden con horquillas bastante amplias. Por ejemplo, se calcula que genera una sola imagen supone un gasto de entre 0,01 y 0,29 kWh. En cuanto al agua, el gasto necesario para refrigerar todos esos procesos es de entre 1,8 y 12 litros por kWh.

Esto significa que el gasto de agua de generar imágenes con IA se encuentra entre los 0,018 y los 3,45 litros. Cada vez que convertimos una foto nuestra en una imagen de Studio Ghibli estamos tirando más de 17 vasos de agua. Y eso es solo una imagen. El problema es que somos muchas personas generando muchas imágenes a la vez. De hecho, un centro de datos medio gasta entre 1,7 y 2,2 millones de litros de agua al día.

Actualmente se está trabajando para que en el futuro la IA pueda ser más sostenible, pero los datos en la actualidad son esos. Podemos parecer un poco aguafiestas al contarlos (nunca mejor dicho), pero la información es esencial. Con ella en la mano, que cada cual tome sus propias decisiones.