El papa Francisco tuvo un buen descanso nocturno y continúa su recuperación el lunes sin ventilación mecánica ni signos de nueva infección tras una crisis respiratoria, según el Vaticano.
Francisco, de 88 años, se encuentra estable aunque aún en estado crítico batallando contra una pulmonía doble en el hospital Gemelli, de Roma, en una estadía que ya dura 18 días, la hospitalización más larga de su papado.
«El Papa descansó bien toda la noche», decía una nota de una sola línea de la Santa Sede el lunes por la mañana que no proporcionaba más detalles.
- CHECALO -
Los médicos informaron que Francisco pasó todo el domingo sin usar la máscara de ventilación mecánica no invasiva que le suministra oxígeno a los pulmones, la cual tuvo que utilizar tras un episodio de tos del viernes. Sin embargo, Francisco continuó recibiendo oxígeno suplementario de alto flujo a través de un tubo nasal.
Su pronóstico seguía siendo reservado, lo que significa que no estaba fuera de peligro.
La crisis respiratoria del fin de semana generó temores de una nueva infección pulmonar porque Francisco inhaló algo de vómito. Los médicos lo aspiraron y dijeron que necesitaban de 24 a 48 horas para determinar si alguna nueva infección se había desarrollado.
El domingo, Francisco también recibió la visita del secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y de su jefe de gabinete, el arzobispo Edgar Peña Parra. No se conoció el contenido de sus conversaciones, pero es usual que Francisco se reúna al menos una vez a la semana con ellos.
El anciano pontífice volvió a faltar a su bendición semanal del mediodía. En su lugar, el Vaticano distribuyó un mensaje escrito por el papa, en el que dio las gracias a sus médicos por sus cuidados y a quienes le han enviado buenos deseos por sus oraciones. Volvió a orar por la paz en Ucrania y en otros lugares.
“Desde aquí, la guerra parece aún más absurda”, dijo Francisco en el mensaje, que redactó en los últimos días. Francisco expresó que estaba viviendo su hospitalización como una experiencia de profunda solidaridad con las personas que están enfermas y sufren en todas partes.
“Siento en mi corazón la ‘bendición’ que se oculta dentro de la fragilidad, porque es precisamente en estos momentos que aprendemos aún más a confiar en el Señor”, señaló el papa en el texto. “Al mismo tiempo, agradezco a Dios por darme la oportunidad de compartir en cuerpo y espíritu el estado de tantas personas enfermas y que sufren”..
El pontífice argentino, al que se extirpó parte de un pulmón cuando era joven, fue admitido en Gemelli el 14 de febrero después de que una bronquitis empeorara y se convirtiera en una neumonía compleja en ambos pulmones.
El domingo por la noche en el Vaticano, el cardenal Konrad Krajewski presidió la oración del Rosario vespertino en la plaza de San Pedro.
“Recemos juntos con toda la Iglesia por la salud del santo padre Francisco”, dijo Krajewski, quien es el limosnero personal del papa, un trabajo centenario que consiste en repartir limosnas. Francisco ha elevado este trabajo para convertirlo en una extensión de su propia obra benéfica personal.
No ha sido visto en público desde que ingresó en el hospital, su ausencia más prolongada desde que comenzó su papado en marzo de 2013, y sus médicos no han dicho cuánto podría durar su tratamiento.
[Con información de Reuters y The Associated Press]
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