El motivo por el que leer este artículo es bueno para tu salud

Puede que hayas escuchado alguna vez que a partir de los 30 muchos componentes de nuestra fisiología entran en declive. Nuestra piel produce menos colágeno, se empieza a perder masa muscular, se desacelera el metabolismo… Si eres mujer y te quedas embarazada a partir de los 35 años, se considera ya un embarazo geriátrico. Como lo lees. Pero hay algo en lo que nos habían mentido. O al menos no nos lo habían explicado bien del todo. Y es que, si bien se suele decir que las habilidades cognitivas de la mayoría de adultos empiezan a decaer a partir de esa edad, un nuevo estudio demuestra que no solo no es cierto; sino que, además, hay formas de cuidarlas para que, si es posible, no lleguen a decaer ni siquiera muchos años después. Basta con entrenar la lectura y las matemáticas.

Para la realización de este estudio, recién publicado en Science Advances, se partió de una serie de datos de países pertenecientes a la OCDE que ya se habían utilizado en el pasado para realizar estudios parecidos a este. Estos datos solían incluir los resultados de una serie de test cognitivos realizados a personas de distintos grupos de edad. De ahí se concluye lo que ya hemos visto. Las habilidades cognitivas podrían empezar a decaer casi imperceptiblemente a partir de los 30 y hacerlo de una forma mucho más acuciada después de los 40, con claras diferencias en solo unos pocos años de diferencia. Esto, lógicamente, no se refiere a demencia ni nada por el estilo, pero sí a cierta pérdida de rapidez y claridad mental.

Los autores del estudio pensaron que comparar personas de distintos grupos de edad podría dar lugar a resultados equivocados. Lo ideal sería hacer un seguimiento de las mismas personas durante varios años. Es mejor ver cómo una misma persona cambia de grupo de edad que compararla con otra mayor o menor. Por eso, utilizaron otros datos, procedentes de un estudio alemán, en el que sí se monitorizó a los participantes. Esta vez, las conclusiones fueron muy distintas. Sobre todo, mucho más optimistas.

Ejercicios inconscientes para mantener las habilidades cognitivas

En el estudio participaron 5.379 personas con edades comprendidas entre los 16 y los 65 años, a las que se hicieron una serie de pruebas para medir sus habilidades cognitivas. Tres años después, 3.263 de esas personas se prestaron a una nueva ronda de preguntas que sirvió para analizar su evolución.

Además de las pruebas de habilidades cognitivas, estos científicos analizaron las rutinas de los participantes en lo concerniente a la lectura y el cálculo matemático. Querían comprobar cuánto y con qué regularidad realizaban este tipo de tareas, tanto en casa como en el trabajo.

Con respecto a los hábitos lectores se tuvo en cuenta la lectura de instrucciones, cartas, artículos informativos (como este), artículos académicos, libros y manuales. Para las matemáticas se les hizo preguntas sobre la frecuencia con la que solían calcular precios, pensar porcentajes, usar una calculadora, manejar tablas y gráficos y recurrir al álgebra, ya sea sencilla o compleja. También se tuvo en cuenta el análisis de facturas.

Se encontraron datos interesantes, como que las personas tienden a explotar sus habilidades de lectura mayormente en casa, pero las matemáticas en el trabajo. 

Ahora bien, lo más interesante que se extrajo de esta investigación es que el declive de los 30 rara vez ocurre. Además, las personas que más de todas esas tareas llevaban a cabo eran las que más intactas mantenían sus habilidades cognitivas, incluso décadas después de pasar los 40.

Otros factores que influyen

Se vio que, en caso de que sí haya cierto declive en las habilidades cognitivas, este es más acuciado en las mujeres. También influye el nivel educativo; ya que, cuando este era más bajo, se llevaban a cabo menos de algunas de las tareas mencionadas.

Pero sobre todo se vieron diferencias entre generaciones. Los autores del estudio explican que, si bien se suelen achacar a la edad los cambios en las habilidades cognitivas, es más posible que sea una cuestión generacional. Esto es algo que no se veía cuando no se hacía seguimiento en el tiempo, pero ahora parece estar bastante claro. 

Estos científicos consideran necesario seguir investigando en estas líneas, para comprobar cómo se pueden cuidar las habilidades cognitivas de cada persona de manera individual, teniendo en cuenta sus factores de riesgo. De momento, parece que todas las actividades mencionadas con anterioridad tienen un gran efecto protector para nuestro cerebro. ¿Y cuál es la mejor forma de aunar la lectura de artículos informativos con varias de las habilidades matemáticas? Leyendo artículos de divulgación científica. En nuestra sección de ciencia encontrarás muchos, por si te interesa.