Dos de Soderbergh

C

uando ganó la Palma de Oro en Cannes por su ópera prima Sexo, mentiras y video (1989), el entonces joven director Steven Soderbergh pronunció una frase irónica: Bueno, creo que todo va a ser cuesta abajo de ahora en adelante.

No fueron palabras proféticas, pues la filmografía del prolífico cineasta no ha decaído. En un momento anunció que se retiraría, pero tampoco se ha cumplido. Al contrario, Soderbergh es tan activo actualmente que sus dos realizaciones más recientes, Presencia y Código negro, se estrenaron casi al mismo tiempo en nuestra cartelera.

Ambas fueron escritas por David Koepp, –veterano de blockbusters, algunas dirigidas por Spielberg– con la misma intención de subvertir los géneros. La primera es una historia de fantasmas contada desde el punto de vista exclusivo del fantasma.

La trama ocurre dentro de una mansión antigua a la que se muda una familia disfuncional formada por Rebekah (Lucy Liu), su marido Chris (Chris Sullivan) y sus hijos adolescentes Chloe (Callina Liang) y Tyler (Eddy Maday). La hija sufre de depresión pues su mejor amiga Nadia ha muerto recientemente debido en apariencia a una sobredosis. Soderbergh nos sugiere desde el principio que un espíritu espía a la familia filmando todo con gran angular y breves planos-secuencias, separados por cortes a negro. (En ese sentido, parece haberse inspirado en recientes decisiones estilísticas de Alejandro González Iñárritu).

Aunque la propuesta es simple y lineal, el efecto es inquietante. Por lo visto, el fantasma es un poltergeist, pues se manifiesta moviendo objetos de lugar, o causando destrozos en la casa. Una vuelta de tuerca que no revelaré confirma la presencia espiritual de Nadia, quien consigue una especie de venganza.

Con la hábil fotografía de Peter Andrews (el usual seudónimo del propio Soderbergh), el realizador crea una atmósfera que, en efecto, parece de otro mundo y acaba siendo un consumado ejercicio de estilo.

En cambio, Código negro es todo menos simple y lineal. El agudo guion nos sitúa en la perspectiva del matrimonio formado por Kathryn (Cate Blanchett) y George (Michael Fassbender), dos espías de una agencia británica de inteligencia. El segundo se entera de una posible traición a la patria de su esposa y procede a investigar un caso tan enrevesado que no se entiende ni tomando notas. No importa. El chiste es enfrentar la pareja a cuatro personajes involucrados en la intriga y descubrir quién es el culpable.

Hay una pistola disparando y un auto destruido por una explosión y esa es toda la acción de la película, pues el asunto se resuelve con ingeniosos diálogos en los cuales pesa mucho la fidelidad de pareja, el sentido del deber y la diferencia entre la verdad y la mentira. A todo eso, Soderbergh mantiene el interés con la ágil puesta en escena, la palpitante edición de Mary Ann Bernard (sí, otro seudónimo del director) y un reparto impecable. (Cabe resaltar el casting malicioso de Pierce Brosnan como un jefe malhablado. Obviamente, es como si James Bond se hubiera retirado del campo de acción para ocupar un puesto de oficina).

Ambas estrenadas como quien no quiere la cosa, Presencia y Código negro son estupendas opciones para encontrar algo digno en una cartelera saturada por Blanca Nieves.

Código negro

( Black Bag)

D: Steven Soderbergh / G: David Koepp / F. en C: Peter Andrews / M: David Holmes / Ed: Mary Ann Bernard / Con: Cate Blanchett, Michael Fassbender, Tom Burke, Regé-Jean Page, Marisa Abela / P: Focus Features, Casey Silver Productions. Estados Unidos, 2025.

Presencia

( Presence)

D: Steven Soderbergh / G: David Koepp / F. en C: Peter Andrews / M: Zack Ryan / Ed: Mary Ann Bernard / Con: Lucy Liu, Chris Sullivan, Callina Liang, Eddy Maday, Julia Fox / P: Extension 765, The Spectral Spirit Company. Estados Unidos, 2024.

X: @walyder