▲ La tradición de Las Parrandas, extendida a 18 pueblos del centro de Cuba, fue declarada en 2018 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.Foto Afp
Afp
- CHECALO -
Periódico La Jornada
Lunes 24 de marzo de 2025, p. 7
Camajuaní. Una explosión de fuegos pirotécnicos, carrozas alegóricas y un sinfín de luces deslumbraron a Camajuaní, un pueblo en el corazón de Cuba que el sábado se entregó al olvido para celebrar su más importante tradición: las Parrandas.
La madrugada de ayer una lluvia de cohetes estalló en el centro de Camajuaní, un poblado de 57 mil habitantes de la provincia de Villa Clara, marcando el clímax de Las Parrandas, declaradas en 2018 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco y extendidas a 18 pueblos del centro de la isla.
Esto ha servido para el estrés que tenemos (…) Nos olvidamos en estos momentos y mañana otra vez a la lucha porque ha sido un año complicado
, dice a Afp María Alejandra González, una ingeniera eléctrica de 58 años, tras observar divertida el momento cúspide de la parranda. Las carrozas iluminadas con juegos de luces multicolores se ponen frente a frente en claro desafío.
Las bazucas y bombas de palenque que lanzan técnicos de la pirotecnia se elevan en columnas de fuego y se convierten en destellos. El olor a pólvora inunda el ambiente.
Esta festividad cubana, con raíces en el siglo XIX, combina influencias del romanceo español con la riqueza cultural africana. Miles de pobladores se congregaron a la media noche del domingo en la plaza principal para disfrutar la fiesta.
Alejandro Batista López, escritor e investigador de la revista Signos, explica: “no importa raza ni condición social ni pensamiento político», ya sea antes o después del triunfo de la revolución en 1959, todos van a la calle a disfrutar de su parranda
.
Jóvenes decoradores, escritores, ancianas y niños están entre centenas de personas que colaboraron por meses en la construcción de las dos carrozas alegóricas. Ayer se disputaron el triunfo en Las Parrandas.
Chivos y Sapos
Camajuaní ha sufrido cortes diarios de electricidad de más de 20 horas, lo que dificultó los preparativos. Keyler Linares, director del equipo de los Chivos, recordó cómo tuvieron que recurrir al serrucho
para avanzar en la construcción de la carroza, ya que las sierras no podían encenderse sin corriente eléctrica.
Los equipos se dividen en dos barrios. Por un lado están los Chivos, devotos de Santa Teresa, y por el otro, los Sapos, seguidores de San José.
La fiesta, prevista para el jueves, se pospuso por el corte de electricidad generalizado que golpeó a la isla el fin de semana pasado. Las autoridades se comprometieron a mantener la energía eléctrica en el pueblo durante este fin de semana para permitir la celebración.
Desde enero los Sapos trabajaron en su carroza alegórica, una embarcación de unos 30 metros que guarda el sueño de su diseñador, Alberto Portal.
La alegoría representa el regreso de una hija pródiga a su país, custodiada por caballos mitológicos
, la cual simboliza a aquellos que, por diversas razones y causas, se han marchado
en medio del mayor éxodo de cubanos desde 2022, dice Portal, de 68 años.
La creatividad incluye la picardía, un ingrediente fundamental en cualquier parranda. José Luis Alfonso, director de los Sapos, bromea sobre cómo las ideas de cada equipo son constantemente espiadas: Siempre se filtran cositas (…) Ellos de nosotros y nosotros de ellos
. La tecnología actual, con los celulares y las redes sociales, ha facilitado este intercambio de secretos.
A sólo unas cuadras del taller de los Sapos, los Chivos también dedicaron meses a su carroza, inspirada en la famosa novela El maravilloso Mago de Oz. Yuniet Jiménez, de 40 años y diseñador de esta carroza, viajó de España, donde vive desde hace 17 años, para participar en esta tradición que marcó su infancia: Los que vivimos fuera pasamos un año entero recopilando materiales
, explica.
El apoyo de los emigrantes es vital para la realización de las carrozas, ya que los presupuestos estatales son insuficientes. Si no fuera por ellos, con el presupuesto que da el país, sería imposible realizar
la parranda, reafirma Keyler Linares, director del proyecto de los Chivos.
Las carrozas de este año no sólo reflejan la riqueza cultural de la tradición, sino también la realidad cotidiana del cubano. Los temas de las carrozas son un reflejo de sueños y deseos de los participantes: La que se sacó una barca, todo el mundo quiere montarse y desaparecer (en) la barca
o subirse al globo del Mago de Oz, comenta el investigador. Esta fantasía se convierte en una forma de abstraerse de las dificultades diarias y darle un toque de humor y pillería a la realidad.
Y es que, como bien sentencia este investigador, una parranda sin picardía no es parranda
.
DERECHOS DE AUTOR
Este contenido pertenece a su autor original y fue recopilado de la página:
https://www.jornada.com.mx/2025/03/24/espectaculos/a07n1esp?partner=rss