Publicado:
19 mar 2025 20:27 GMT
Este electrodoméstico puede convertirse fácilmente en un reservorio de bacterias que causan enfermedades o que pueden provocar que los alimentos adquieran sabores y olores desagradables.
Los refrigeradores son un electrodoméstico indispensable en el hogar para conservar debidamente los alimentos y, por consiguiente, su limpieza es indispensable no solo para evitar la acumulación de malos olores y gérmenes, sino también para garantizar que el aparato cumpla con su función de evitar el deterioro de los productos.
Una nevera puede convertirse fácilmente en un reservorio de bacterias tanto patógenas, que causan enfermedades transmitidas por los alimentos, como de descomposición, que provocan que los alimentos adquieran sabores y olores desagradables, explica el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria (FSIS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de EE.UU.
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Si bien no existe un estándar sobre la frecuencia con la que se debe lavar y desinfectar este electrodoméstico, es crucial no descuidar esta tarea por mucho tiempo. El fabricante Whirlpool aconseja hacerlo una vez al mes, mientras que la compañía de limpieza británica Cleaner Cleaner al menos una vez cada tres meses. «Una limpieza completa cada dos meses ayudará a prevenir el deterioro de los alimentos y la contaminación cruzada», señala al respecto la Universidad Estatal de Oregón (EE.UU.).

Al mismo tiempo, el FSIS sugiere que para mantener el electrodoméstico en condiciones higiénicas durante más tiempo es importante acostumbrarse a limpiar de inmediato cualquier derrame de comida y desechar «una vez a la semana» los alimentos perecederos «que ya no se deben consumir». «Como regla general, las sobras cocinadas se conservan durante 4 días en el refrigerador; las aves crudas y la carne molida, de 1 a 2 días», detalla el organismo.
Buen almacenamiento: la clave
Mantener el frigorífico bien organizado es vital para conservarlo en buen estado y protegido de suciedad y malos olores por más tiempo. Algunos de estos aparatos cuentan con cajones para verduras y cajones para carnes y quesos, que facilitan el almacenamiento y proporcionan un entorno óptimo.


La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) afirma que para evitar que unos alimentos contaminen a otros, se debe separar siempre los crudos de los cocinados y reorganizar frecuentemente las reservas. Sobre este asunto, el FSIS señala que la carne, las aves y los mariscos crudos deben guardarse en recipientes herméticos o envueltos de forma segura para evitar que los jugos crudos contaminen otros alimentos.
La temperatura de los compartimentos de la puerta fluctúa más que la del interior del refrigerador, por tanto, no se aconseja colocar alimentos perecederos o que requieran temperaturas bajas y estables. La puerta debe mantenerse cerrada siempre que sea posible. También cabe resaltar que lo primero que entra es lo primero que sale, es decir, debe consumirse primero aquellos productos con una fecha de caducidad más próxima. Cualquier alimento caducado o en mal estado hay que desecharlo de inmediato.


Adiós malos olores
Una nevera sucia puede generar malos olores que se impregnan en los alimentos. Además de limpiar el interior y las piezas del refrigerador, existen sustancias como el bicarbonato de sodio y el vinagre, que ayudan a combatir este problema. Estos actúan como un desodorante natural que ayuda a absorber y eliminar cualquier olor restante. Basta con pasar paño humedecido en una mezcla de agua y vinagre blanco en partes iguales o colocar una caja de bicarbonato de sodio en uno de los estantes, recomienda Whirlpool.
Los posos de café, producto de desecho de la preparación de esta bebida, contienen nitrógeno, lo cual es excelente para neutralizar los olores. Colocar un tazón pequeño bastará para absorber los olores. Una toalla empapada en jugo de limón para limpiar los estantes después de limpiar el refrigerador es otro método eficaz.


Si algunos alimentos se han echado a perder en el refrigerador, por ejemplo, durante un apagón, o por una prolongada ausencia en el hogar, puede ser difícil eliminar los malos olores. En este caso, es probable que deba realizarse una limpieza profunda que requiera desocupar la unidad, retirar todos los estantes y cajones y desconectarla. En este caso es importante ventilar la nevera, dejando la puerta abierta durante al menos un día antes de volver a enchufarla.
Tanto el interior como el exterior pueden limpiarse con agua tibia y lavavajillas líquido suave, así como con limpiadores específicos para electrodomésticos. Lavar las juntas de goma de las puertas, que impiden la salida del aire, también ayuda a prevenir y eliminar olores. Por desgracia, hay olores penetrantes que pueden tardar semanas o meses en desaparecer y otros que podrían haberse absorbido en el aislamiento del refrigerador, lo que en algunos casos hace necesario la compra de uno nuevo.
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Esta información a su autor original y fue recopilada del sitio https://actualidad.rt.com/a-fondo/543515-como-cuando-limpiar-refrigerador-evitar-malos-olores?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=all