Así de espectacular se ve un eclipse lunar desde la Luna

Todo depende del lugar desde el que se mire. El pasado viernes, la Luna de sangre, debida a un eclipse lunar total, adornó el cielo de buena parte del planeta, aunque no en todos los puntos del mismo se pudo ver por igual. En algunos lugares no se vio nada, en otros solo se observó de forma parcial y en otros, como España, sí que se pudo ver por completo (al menos en algunos puntos), pero justo antes del amanecer y durante muy poquito tiempo. Ahora bien, cuando decimos que todo depende del lugar desde el que se mire no nos referimos a esto, sino a algo mucho más curioso. Y es que ese eclipse lunar que pudimos ver desde la Tierra habría sido un eclipse solar para los observadores ubicados en la Luna.

Actualmente no hay personas en la Luna, aunque se espera que pronto podamos colonizarla más allá de un breve paseo como los de las misiones Apolo. Lo que sí hay son varios robots y vehículos, entre los que se encuentra Blue Ghost, el módulo de aterrizaje de la compañía privada Firefly Aerospace. 

El vehículo lleva posado en nuestro satélite desde el pasado 2 de marzo. En ese momento empezó a trabajar en cada una de las tareas de su trepidante calendario. Necesita la luz del Sol para trabajar, por lo que solo dispone de un día lunar o, lo que es lo mismo, 14 días terrestres. Llegada la noche de nuestro satélite, se apagará por falta de energía. Pero mientras tanto está cumpliendo punto por punto la misión encomendada por Firefly, incluyendo también la observación del eclipse lunar que, a ojos del fantasma azul, resultó ser un eclipse solar. 

El eclipse lunar visto desde la propia Luna

Un eclipse lunar se produce cuando la Tierra se coloca entre la Luna y el Sol, proyectando una sombra en la que, desde nuestro punto de vista, se ve inmersa la Luna, ya sea parcial o totalmente. La Luna no deja de verse en ningún momento, pero la atmósfera terrestre filtra las radiaciones solares, de modo que las únicas que llegan hasta la Luna son las rojizas-anaranjadas. Ese es el motivo por el que se ve de ese color rojo sangre tan característico.

Por el contrario, un eclipse solar se da cuando es la Luna la que se coloca entre el Sol y la Tierra, proyectando su sombra sobre nosotros y provocando que se haga de noche en pleno día. Todas estas son descripciones desde el punto de vista terrestre.

Sin embargo, cuando tiene lugar un eclipse lunar en la Tierra, lo que se ve desde la Luna podría compararse a nuestro eclipse solar. La Tierra interfiere en la llegada de la luz solar. Por eso, se ve como el Sol se oculta en la sombra de la Tierra. El aspecto resultantes es el de un halo oscuro por el que, a medida que pasa el eclipse, vuelve a asomar la luz.

Todo esto es lo que pudo observar Blue Ghost, gracias a su estratégica posición. Desde su alunizaje, se encuentra ubicado en el Mare Crisium, un mar lunar ubicado al norte del famoso Mar de la Tranquilidad o, lo que es lo mismo, Mare Tranquilitatis.

Váyase la luz

El eclipse lunar fue un espectáculo precioso desde el punto de vista de Blue Ghost, pero también le puso las cosas difíciles al módulo lunar. Y es que, durante las 5 horas que duró el eclipse, el vehículo tuvo que soportar temperaturas extremadamente frías y la pérdida de su suministro de energía.

Lo primero ocurrió porque la Luna no dispone, como la Tierra, de una atmósfera que, con su efecto invernadero, mantenga caliente su superficie en ausencia de luz. Cuando la Tierra obstaculizó la llegada de la luz solar, la temperatura cayó de 40 ºC a -170 ºC. 

En cuando a lo segundo, se debe a que, como ya hemos visto, Blue Ghost funciona con energía solar. Por eso, durante nuestro eclipse lunar (solar en su caso), tuvo que depender de las baterías de respaldo dispuestas para la ocasión.

Gracias a eso, disponemos de unas imágenes fascinantes del eclipse lunar-solar. Además, la compañía privada que opera este módulo lunar asegura que tienen más imágenes y que las harán públicas próximamente. De momento, podemos disfrutar de las primeras; recordando que, efectivamente, no todo es siempre lo que parece. A veces depende del lugar desde el que lo mires.