La Habana/Los problemas técnicos en la principal planta de producción de oxígeno medicinal en Cuba se han prolongado y mantienen en jaque a miles de pacientes. Si hasta hace unas semanas el problema principal lo tenían los enfermos crónicos que necesitan el producto en sus casas, ahora el déficit se ha extendido a policlínicos y hospitales, según varios testimonios recopilados por 14ymedio.
En el policlínico Ángel Machaco Ameijeiras, de Guanabacoa, La Habana, este viernes solo se contaba con un balón de oxígeno, y la cola de pacientes, derivados desde otros centros hospitalarios, era larga. «Traje a mi hijo con mucha falta de aire y aunque los niños tienen prioridad no lo pudieron atender porque no hay boquilla», explica a este diario la madre del pequeño. «Lo que quedaba del balón no alcanzaba ni para cuatro personas más, me dijo la enfermera, y había el triple de eso esperando».
La mujer decidió moverse hacia otros municipios, pero en varios policlínicos encontró la misma respuesta: «No hay». Finalmente le recomendaron llegar hasta un centro de atención en el municipio de Cotorro donde recientemente recibieron de donación un concentrador de oxígeno. «Estaban brindando solo servicio a los niños porque dicen que no pueden cubrir a todos los pacientes adultos que llegan».
- CHECALO -
«Lo que quedaba del balón no alcanzaba ni para cuatro personas más, me dijo la enfermera, y había el triple de eso esperando»
La industria OxiCuba S.A., ubicada en el municipio de Cotorro, apenas produce desde diciembre pasado, aquejada por los problemas técnicos y la falta de inversiones. Desde esa industria sale el gas hacia diferentes destinos, especialmente a la planta industrial de Guanabacoa donde se envasa y distribuye a los pacientes que lo necesitan. El teléfono de servicio de la planta lleva días sin responder a las llamadas de los clientes.
En el policlínico Reinaldo Pi Mirabal de San Miguel del Padrón durante esta semana también se ha restringido el oxígeno solo a los pacientes infantiles. Lo mismo ocurre en el policlínico Mario Escalona de Habana del Este y otros ubicados en municipios más céntricos. El problema llega también a los hospitales donde las restricciones afectan a las personas ingresadas.
«En enero avisaron que la fábrica que llena los balones en Guanabacoa estaba rota», cuenta la acompañante de un paciente que lleva semanas ingresado en el Hospital Dr. Miguel Enríquez, La Benéfica. “El poco que ha llegado lo tienen reservado para los que están más graves, pero he visto a gente pasar tremendos sustos, porque le empieza a faltar el aire de noche y no hay un balón para todo esto».
Ni los centros sanitarios de El Vedado se salvan de la debacle. Este martes en el Hospital Pediátrico Borrás-Marfan de la calle 17, solo quedaba un balón con oxígeno y la cola para utilizarlo podría tardar hasta tres horas. «Todos los otros estaban vacíos», denuncia Niurka, de 41 años y con una hija asmática crónica. La mujer, quien también padece la enfermedad, cuenta que el pasado fin de semana tuvo un ataque y fue al Cuerpo de Guardia del Calixto García.
«No había nada de oxígeno, el doctor que me atendió, un estudiante extranjero, me dijo que muchas cirugías estaban paralizadas porque no hay ni siquiera para administrarle a los pacientes en los salones de operaciones». Hasta hace unos meses, Niurka tenía que cargar con el salbutamol, comprado en el mercado negro, para poder darse los areosoles que la ayudan a salir de la crisis. «Ahora parece que tendremos que llevar el oxígeno y más adelante hasta la silla donde sentarse».
«No había nada de oxígeno, el doctor que me atendió, un estudiante extranjero, me dijo que muchas cirugías estaban paralizadas porque no hay ni siquiera para administrarle a los pacientes en los salones de operaciones»
Antonio Quintana Bonachea, paciente con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica y residente en el municipio de Cotorro, no recibe un nuevo balón de oxigeno medicinal desde diciembre pasado. Cansado de llamar al número de servicio exigiendo una respuesta, ha tenido que pedir ayuda a sus seguidores en la página de Facebook desde la que cuenta y debate sobre la vida en Cuba.
«Afortunadamente, un seguidor exiliado supo de mi carencia y me hizo llegar un concentrador de oxígeno que usaba su difunta madre. Recién lo recibí y estoy buscando información para su uso correcto. Es una ayuda que agradezco muchísimo debido a la inestabilidad del servicio», cuenta a este diario.
Con tantos pacientes crónicos sin un suministro oficial se ha disparado también la demanda de oxígeno en las redes informales de comercio. En pocas semanas los precios han subido. «Vendo un balón de oxígeno de los grandes, lleno y con todos los accesorios en 50.000 pesos», se lee en uno de los tantos grupos de Facebook de compraventa en La Habana. Tras unos minutos, el anuncio acumulaba una decena de mensajes pidiendo los datos para buscar el producto. «Vendido, no tengo más», publicó poco después el vendedor.
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