▲ La isla es una de las siete naciones que alcanzan la paridad de género en la investigación y una presencia significativa entre autores de relevantes publicaciones, según informe de la Unesco.Foto Prensa Latina
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Periódico La Jornada
Jueves 13 de febrero de 2025, p. 6
La Habana. Cerca de 51 mil mujeres en Cuba desempeñan hoy actividades de ciencia y tecnología, lo cual representa la mayor cantidad en los pasados años, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
La agencia reportó que hasta 2022 las mujeres constituían 53.8 por ciento de la fuerza laboral dedicada a este tipo de actividades, número que refleja un avance positivo hacia la equidad de género en un sector crucial para el desarrollo económico y social del país.
Pero no son sólo cifras: detrás de los números existen nombres como el de Rosa Elena Simeón, presidenta de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) durante años y la primera en ocupar el cargo de ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, quien dirigió el combate a la fiebre porcina africana y examinó un novedoso método de análisis acerca de la inseminación artificial en sementales.
Otra de las figuras más reconocidas es Concepción Campa Huergo, quien lideró la investigación que permitió desarrollar la única vacuna con eficacia probada que existe en el mundo para combatir la meningitis B y C, que se lleva aplicando desde 1988 en muchos países, con gran efectividad.
Alargan la lista las ganadoras del premio Sofía Kovalievskaia en su edición 7: Beatriz Marcheco Teruel, genetista clínica y directora del Centro de Genética Médica; Martha Ana Castro Peraza, del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), y Mayra Paulina Hernández Sánchez, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales.
Este galardón es conferido desde 2005 por la fundación que lleva el nombre de la célebre científica y feminista rusa del siglo XIX por emplear de manera original y creativa modelos matemáticos y computacionales para dar solución a problemas sociales concretos.
Dos de los ocho académicos cubanos seleccionados en 2020 para participar en el Panel Internacional de Expertos como grupo asesor para el enfrentamiento del covid-19 eran féminas. Una de ellas, Tania Crombet Ramos, directora de Investigaciones Clínicas del Centro de Inmunología Molecular y una de las líderes de la vacuna CimaVax-EGF contra el cáncer de pulmón, fue elegida miembro de la Academia Mundial de Ciencias a partir de 2022.
Guadalupe Guzmán Tirado, titular de investigación y diagnóstico del IPK, es la otra académica escogida y, aunque su trabajo se centra en el estudio del dengue, investigó sobre la neuropatía epidémica, el zika, la influenza pandémica y el virus SARS-CoV-2.
La especialista en enfermedades infecciosas fue escogida entre 45 mujeres de ciencia de 37 países para el premio internacional L’Oréal-Unesco La Mujer y la Ciencia.
Al IPK pertenece también la doctora Sonia Resik Aguirre, jefa del Departamento de Virología, quien lideró los estudios de intervención sanitaria con la vacuna Abdala y contribuyó a la investigación sobre la poliomielitis en Cuba.
Dagmar García Rivera, directora de Investigaciones del Instituto Finlay de Vacunas, es una de las líderes de las vacunas Soberana 01, 02 y Plus y del proyecto de la Quimi-Vio; ha recibido en tres ocasiones el premio de la ACC y mereció en 2019 la condecoración Carlos J. Finlay.
Sobresale también la doctora Marta Ayala Ávila, directora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, en el esfuerzo por lograr candidatos contra la pandemia del coronavirus, y la doctora Miladys Limonta Fernández, gerente del proyecto de vacunas contra el covid-19 del centro.
El país caribeño es una de las siete naciones que alcanzan la paridad de género en la investigación científica y una presencia significativa de mujeres entre los autores de relevantes publicaciones, innovaciones, patentes de invención y premios, según el informe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Las científicas cubanas han desempeñado un papel fundamental en la investigación médica y biotecnológica, en el éxito de la nación caribeña en el enfrentamiento al covid-19, en la búsqueda de soluciones sostenibles para los desafíos ambientales y sociales y en el posicionamiento de Cuba como referente en ciencia y tecnología a escala internacional.