Un relato de identidad es la exposición que llega al Museo de Arte Popular que busca a través de mazorcas, bolsas de mandado y rebozos, jugar con texturas, movimiento y transparencias, desafiando la percepción y resaltando la belleza de lo cotidiano.
Julián Vásquez
- CHECALO -
¿En qué piensas al ver un rebozo, una bolsa de mandado o al comer maíz? De esta manera, Caya cree que estos elementos pueden evocar recuerdos y momentos del pasado.
Por ende, Caya transforma el vidrio como un homenaje a la vida cotidiana mexicana. A través de mazorcas, bolsas de mandado y rebozos, juega con texturas, movimiento y transparencias, desafiando la percepción y resaltando la belleza de lo cotidiano.
Un relato de identidad de la artista Caya
En su exposición “Entre hilos y granos. Un relato de identidad” en el Museo de Arte Popular, la artista mexicana presenta 22 piezas. De tamaño real, estos símbolos de la identidad mexicana, la artista los hace con vidrio.
Entre hilos y granos. Un relato de identidad. Exposición en el Museo de Arte Popular.
Entonces, utiliza la técnica del vidrio fusionado, que descubrió hace 30 años en Ajijic, Jalisco. Y es una de las pocas mexicanas que domina el trabajo con dicroico, un material conocido por su brillo, colores y movimiento.
“Y ahí dije, “¿Qué es esto?” El dicroico son óxidos de metales y da unos brillos increíbles. Y a partir de ahí me empezaron a llamar la atención. Y empecé a ir a cursos, digo, “Sí, he trabajado como diseñadora gráfica.” O sea, siempre he estado como en este en este grupo. Empecé con una mufla y ha sido experimental.”
En sí, es diseñadora de profesión, Claudia Ponce de León, o como le gusta que le digan, Caya, encontró en vidrio fusionado una forma de expresar lo que le recuerda ser mexicana. De esta manera, contrasta con lo caro que sus artesanías cuestan hacerse, contrario a muchas otras en el país.
“Es tardado, es muy caro, yo creo que por eso también porque no puedes fusionar cualquier vidrio en cualquier vidrio y básicamente hay como dos marcas en el mundo. Como no es vidrio pintado, no hay nada pintado, funciona hasta eso ese vidrio, entonces tiene que ser un vidrio especial y sí, sí es caro. El horno ha llegado a hasta 800º o algo así y pues sí, te gastas en luz muchísimo.”
Caya, artista mexicana presenta 22 piezas en tamaño real.
En principio, el recorrido inicia con Rebozos, una colección de siete piezas hiladas con cristal. Las paredes de la expo están llenas de palabras y Caya escuchó al hablar de esta prenda tradicional.
“El único que sí me inspiró fue el rebozo tehuano, que sí fue inspirado en las tehuanas y es el diseño de las flores y ahí lo que traté fue como simular el bordado con el hilo, por eso se hacen esos pedacitos.”
Enseguida, continúa con “Maíz, reflejo de identidad”, cinco maíces de cristal bastante brillante. Luego termina con las bolsas de mandado que bien podrían usarse, salvo que éstas son de cristal. De acuerdo a visitantes en otros espacios del país, les recuerda a la casa.
“Y ya el día que desmontamos, este, se me acerca y me dice no sabe, no puedo dejar de ver ese sabucán, sabucán. Es como le llaman a la bolsa del mandado, es una palabra maya y me encantó porque me dice, Es que me mando a casa de mi abuela. Y me acuerdo así tengo el ala así el cómo me hablaba de, “Córrele por el sabucán porque ya nos vamos al mercado.” Pero creo que por ahí empezó todo este como curiosidad entre claro, traer cosas obviamente aquí La relación de ¿Qué pasa en la gente cuando ve un objeto, ¿no?
“Entre hilos y granos. Un relato de identidad”, en el Museo de Arte Popular, ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc. Finalmente, se podrá visitar hasta el 27 de abril, con entrada gratuita todos los domingos.
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