“Ya no quiero ser valiente”, la primera novela de la escritora Mariana Morfín, combina ficción y realidad para dar voz a las víctimas de feminicidio, transformando cifras frías en historias humanas que buscan borrar la revictimización mediática y exigir justicia.
Julian Vásquez
- CHECALO -
Hasta agosto de 2024, México registró 523 feminicidios. Pero para Mariana Morfín, estas cifras no le dicen nada. Son sus aficiones, sueños, e historias de vida lo que la escritora quiere hacer visible en “Ya no quiero ser valiente”, novela que reúne las historias de seis mujeres víctimas de feminicidios.
Este libro empezó a escribirse hace más de diez años, cuando Mariana descubrió en el periódico una palabra sucia y oscura: Feminicidio.
Me vuelvo a encontrar con esa misma historia pero de una manera diferente, porque esta vez relataban que a esta niña le gustaba mucho la poesía, que era muy alta y eso le causaba una inseguridad, que su mejor amigo era un árbol, y cuando leo lo que le pasó, después de leer todo eso, su personalidad me pegó el doble. Fue entonces que entendí de la problemática porque creo que luego es muy complicado dimensionar con cifras, es muy fácil decir cifras y no le ponemos cara nombre a cada una de estas.
Cambiando la narrativa
La obra reúne en siete capítulos las historias de Fátima, Mariana, Renata, Karen, Mäícha, Jalix y Ana. A través de apuntes de su diario personal y testimonios de familiares, la autora, de 23 años, narra una realidad necesaria de leer.
En todo el proceso de escritura, Mariana estuvo acompañada de las y los familiares de quien ahora considera amigas.
Pues yo había preparado unas preguntas, me sentía lista y segura, pero una vez que comienzo a hablar con la mamá de Fátima, pues me doy cuenta que todas mis preguntas son súper inservibles y que la verdad ella llevó la entrevista y ella me fue llevando de la mano hacia cómo deberían de ser. Ahí aprendí a buscar esa sensibilidad quitarle el foco a lo violento o a lo horroroso que pudo haber sido el feminicidio, sino enfocarme en la persona que había detrás de eso.
Editado por Tusquets, “Ya no quiero ser valiente” busca que a partir de estas historias pueda cambiarse a México y al mundo. El libro, para Mariana, que actualmente cursa Ingeniería Mecatrónica, es el resultado de este compromiso con ella misma y su entorno.
De Mariana me llevó su pasión por querer estudiar; de Renata me llevo el ser un poco mal hablada. El no dejarse de Mäícha, de Pamela me llevo, pues el carácter yo creo que tenemos un carácter muy similar de Jalix el amor a los deportes, y de Ana, pues el vivir las cosas tan intensamente. Creo que sí de cada una me llevo muchas cosas.
“Ya no quiero ser valiente” mezcla ficción y realidad para borrar la revictimización mediática y exigir justicia. Mariana considera esta novela un compromiso personal con el cambio social.
No nada más son cifras, no son números; son personas con caras, con nombres, con sueños, con ambiciones, con miedos y todo esto se les quitó toda su vida, se les quitó porque creyeron que podían hacerlo, porque en este país eso está permitido porque en este país la tasa de impunidad es del 97% en los feminicidios. Para mí sí es muy importante decir esta cara y este nombre y también acordarnos de aquellas que aparecen en fosas clandestinas y que muchas veces nunca se recupera su cara o su nombre.
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