La Habana/Los negocios privados son el principal blanco de la persecución de los inspectores en el “ejercicio nacional contra el delito y las ilegalidades”, pero tampoco se les escapan las casos de corrupción en entidades estatales, como la Ronera Occidental, en La Habana, donde varios empleados terminaron “sancionados” y “separados del centro”.
Según el noticiero de Televisión Cubana, que ofrece apenas información superficial, se descubrió que “los presuntos autores” desviaban botellas de ron marcándolas como merma en los registros. “Días atrás, las autoridades ocuparon 168 cajas de ron Legendario en una casa de San Miguel del Padrón. Destino: el mercado negro”, explica el medio.
A partir de ese punto, la información carece de detalles relevantes, como los cargos que ocupaban los involucrados o qué tipo de medidas se tomará con ellos. “Además de estar bajo pesquisa policial, los implicados recibieron fuertes sanciones administrativas incluidas separaciones del centro”, es todo lo que se aclara.
El “control” no ha caído bien entre los ciudadanos, menos aún entre quienes tienen negocios e inversiones que proteger- CHECALO -
Lo demás es el usual voluntarismo de las entidades estatales, que se basa únicamente en el tiempo y disposición de los trabajadores: fortalecer “la guardia obrera”, aplicar “controles sorpresivos” o mejorar “el plan de prevención”. En un intento de lavar su prestigio, las autoridades de la ronera también prometieron “producir una botella de ron refino para cada una de las más de 700.000 familias habaneras por el fin de año”.
El “control” no ha caído bien entre los ciudadanos, menos aún entre quienes tienen negocios e inversiones que proteger, cada vez más cercados por las leyes y la desconfianza del Gobierno. En pleno fin de año, las autoridades han emprendido una campaña para recaudar millones de pesos en multas y realizar juicios ejemplarizantes como el del pasado miércoles en Guantánamo, donde se condenó a cuatro trabajadores estatales a un año de prisión por desviar alimentos.
En Ciego de Ávila incluso se recurrió a los alumnos de tres preuniversitarios y otros institutos superiores que, divididos en grupos de inspectores y estudiantes, se encargan de verificar que los comerciantes tengan sus precios al día y según los topes. Según aplaude el medio provincial Invasor, que olvida que los muchachos se encuentran cerca de los exámenes parciales, el colectivo de adolescentes contribuye “al enfrentamiento a los precios especulativos y otras ilegalidades detectadas en el sector cuentapropista”.
Las autoridades también han realizado “operativos” nocturnos en “escenarios puntuales del trasiego de alimentos en el territorio”. Solo en una encerrona a 15 puestos de venta de alimentos la madrugada del miércoles se recaudaron 72.000 pesos de multa.
/ 14ymedio
Según pudo comprobar 14ymedio, en el mercado del Ejército Juvenil del Trabajo de la calle Tulipán, en Nuevo Vedado (La Habana), ocurrió esta semana un operativo similar. La cacería terminó con las autoridades sancionando a muchos de los vendedores informales que proliferan a las afueras del mercado y que venden desde fosforeras y jabas, hasta cebollas o huevos.
En cambio, en Sancti Spíritus, donde este diario reportó el cierre de varios comercios privados por la persecución de los inspectores, los dirigentes no están satisfechos. “Aun cuando se aprecian resultados palpables en el enfrentamiento a las conductas negativas, todavía estamos lejos de lo que debemos lograr”, zanjó Deivy Pérez Martín, primera secretaria del Partido Comunista en la provincia.
El principal problema del territorio, sin embargo, no son las ilegalidades. “Sancti Spíritus muestra un déficit de 150 millones de pesos para cerrar el año con superávit. Aunque la Onat [Oficina Nacional de Administración Tributaria] ha logrado captar unos 30 millones de pesos de los contribuyentes, aún quedan otros 35 millones a la espera de que los morosos lleven a cabo el pago de sus adeudos en las agencias bancarias correspondientes”, explica Escambray.
El medio estima que, “aunque se peque de finalismo”, es necesario dar soluciones a las “irregularidades” detectadas. “Por eso, las autoridades y los organismos implicados, todos, de conjunto con el pueblo, tienen que protagonizar no solo una semana sino cada día del año el combate contra los delitos, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales”, lo que, en las propias palabras de Escambray, “es mucha tela por donde cortar”.
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