La Habana/La producción de leche en Villa Clara sigue por el piso. De enero a mediados de noviembre de este año, la industria en la provincia apenas alcanzó el 57% del plan anual, unos 19.687.000 litros. El déficit es una cantidad “difícil de empinarse en lo que resta de año”, dice un artículo del periódico local Vanguardia, que responsabiliza del bajo acopio a los ganaderos.
Como se ha hecho habitual en el oficialismo, el medio carga contra los productores, a los que acusa de buscar en el mercado informal mayores ganancias, mermando la producción estatal. Asimismo, señala que “muchos criadores apuestan por rebasar sus compromisos de ventas, mientras que otros los violan. Ejemplos sobran”.
“Existen productores con meses acumulados sin acopios diarios para satisfacer las planificaciones contratadas”, explica Vanguardia, que insiste en que muchos ganaderos “apelan a descontroles administrativos, incluso a pésimos contratos y hasta ineficientes cálculos de los períodos de lactancia” para justificar la poca producción.
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“Existen productores con meses acumulados sin acopios diarios para satisfacer las planificaciones contratadas”
Otras causas secundarias, indica el periódico, son “las multas, compras forzadas, extinción de usufructo de áreas en explotación, decomisos, medidas administrativas y períodos fríos en los cuales las vacas dan menos leche”, así como el desvío del alimento al mercado informal.
Sobre el almacenamiento de la leche en algunas zonas de la provincia, 14ymedio publicó en octubre pasado que en el municipio de Camajuaní se habilitó un viejo caserón para refrigerar el producto. La medida, que en el papel parece positiva para ayudar a los ganaderos, en realidad busca evitar la venta ilegal del producto en Villa Clara. Para retrasar la entrega de la leche en esa localidad, los guajiros alegaban que no había condiciones apropiadas de preservación, pues debían transportarla a más de cuatro kilómetros para llevarla a una cámara de enfriamiento.
Los productores, no obstante, saben que por la izquierda pueden obtener mayores beneficios, incluso si eso supone arriesgarse a recibir multas o perder a los animales. Lo máximo que paga el Estado son 38 pesos por cada litro de leche excedente del plan básico, mientras que en el mercado informal alcanza los 80 pesos.
Vanguardia, con bríos de esperanza, destaca que, en contraparte, “existen municipios donde los ganaderos sacan la cara para exhibir rostros sonrientes”.
El año pasado la provincia dejó de percibir 21 millones de litros
“Después de satisfacer sus contratos anuales, y a pesar de las impuntualidades en los pagos por rebasar el cumplimiento, todavía continúan con habituales acopios de leche”, señala el medio, que apenas unas líneas más abajo vuelve a la carga contra los “otros” productores: “Algunos, después de llegar a su compromiso, incluso sin lograrlo, hacen la vista gorda y ponen peros… Siempre existen los unos y los otros…”, asegura.
El lastrado acopio de leche en Villa Clara no es una novedad. El año pasado la provincia dejó de percibir 21 millones de litros.
Por si fuera poco, las cifras van en picada. En octubre pasado se recolectaron 60.000 litros de leche diarios en Villa Clara, el 40% de lo que recogieron un año antes, cuando el promedio era de 150.000. Según el Estado, los ganaderos acumulaban el mes pasado una deuda de más de 10 millones de litros, una cantidad que seguía en aumento, de acuerdo con el periodista oficial Jesús Álvarez López, reportero de la emisora provincial CMHW, quien –en un artículo titulado “Mercaderes del desorden” también en la leche– se lanzó contra los productores y quienes participan en el mercado informal.
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