Europa Press
Periódico La Jornada
Sábado 28 de diciembre de 2024, p. 7
Madrid. Un nuevo estudio de la Universidad Anglia Ruskin (ARU) de Cambridge (Reino Unido), publicado en la revista Nature Mental Health, demostró por primera vez los motivos por los que la música puede reducir la angustia y la agitación de las personas con demencia avanzada.
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Se calcula que en Reino Unido hay un millón de personas con demencia y más de la mitad están diagnosticadas de demencia avanzada, que puede requerir cuidados especializados y suele ir acompañada de comportamientos como agitación, agresividad, deambulación y resistencia a los cuidados.
La investigación revela los distintos beneficios de la musicoterapia, identifica mecanismos que explican por qué la música puede tener estos efectos y ofrece un plan para aplicar una musicoterapia eficaz a las personas con demencia avanzada.
La musicoterapia, administrada por terapeutas formados, puede incluir cantar, tocar o escuchar música. El terapeuta también puede identificar formas específicas de utilizar la música en la rutina diaria de los familiares y cuidadores.
El nuevo estudio, dirigido por Naomi Thompson, de la ARU de Cambridge, es la primera revisión realista de la atención musicoterapéutica a la demencia, que combina la investigación académica con las aportaciones de las partes interesadas para elaborar directrices que permitan realizar intervenciones personalizadas.
La investigación demuestra que, si la musicoterapia se diseña en función de las necesidades individuales, puede conseguir una reducción inmediata y a corto plazo de la agitación y la ansiedad de las personas con demencia avanzada, así como mejoras en la atención, el compromiso, el estado de alerta y el humor. Las interacciones musicales pueden ayudar a las personas a sentirse más seguras y orientadas en su entorno, lo que permite reducir los niveles de angustia y mejorar el bienestar.
Este efecto se produce porque la música, ya sea tocando, cantando o escuchando, proporciona estimulación cognitiva y sensorial, activa redes a ambos lados del cerebro que permiten acceder a las capacidades y recuerdos que les quedan a las personas y las ayuda a gestionar sus emociones y mantener la calma. La música también puede reducir el estrés fisiológico, especialmente en el sistema nervioso autónomo.
Los recuerdos evocados por la música, sobre todo los desencadenados por música conocida, se recuerdan más rápidamente y son más positivos y específicos que los evocados sin música, y a menudo se refieren a momentos anteriores de la vida. Las canciones de cuando la persona tenía entre 10 y 30 años son las más eficaces.
Como forma de comunicación no verbal, la música es accesible independientemente del deterioro cognitivo o la capacidad musical, y ofrece oportunidades de interacción social con el personal, los cuidadores y otros pacientes de residencias.
El estudio recomienda que los musicoterapeutas formen a otros profesionales, garantizando que estén implicados en el cuidado de personas con demencia avanzada puedan utilizar la música, independientemente de su experiencia. Debe disponerse de recursos, como instrumentos musicales e información sobre cómo elaborar listas de reproducción personalizadas, y debe animarse a las familias a utilizarla para ayudar a sus parientes.
El estudio incluyó entrevistas con el personal y los musicoterapeutas de las salas de demencia del Cambridgeshire and Peterborough NHS Foundation Trust, una revisión sistemática de las investigaciones publicadas y una encuesta nacional de profesionales sanitarios.
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