Desaparecerán bosques de oyamel por cambio climático

Eirinet Gómez

Periódico La Jornada

Martes 31 de diciembre de 2024, p. 6

El hábitat adecuado para el oyamel (Abies religiosa), el único árbol que cumple con las condiciones necesarias para que la mariposa monarca se resguarde y sobreviva durante su estancia invernal en México, desaparecerá de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca (RBMM) en 2090 a consecuencia del calentamiento global.

Así lo señaló Cuauhtémoc Sáenz-Romero, profesor de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en México y autor principal del artículo “Establecimiento de sitios de hibernación para la mariposa monarca en climas futuros: expansión del límite altitudinal superior de Abies religiosa mediante migración asistida”, publicado en Frontiers in Forests and Global Change (acortar.link/aicRoX).

Entrevistado por La Jornada luego de que la mariposa monarca fue incluida hace unos días en la Ley de Especies en Peligro de Extinción de Estados Unidos, el científico se pronunció por un manejo forestal más proactivo, el cual considere la adecuación al cambio climático y no sólo medidas paliativas para las perturbaciones humanas de los ecosistemas.

En estos escenarios futuros tan sombríos la gestión forestal debe adaptarse. Las medidas de conservación dentro de la reserva son insuficientes. Se requiere de forma urgente buscar alternativas complementarias fuera de este sitio. Nosotros proponemos la migración asistida de la especie.

Desde 2021, el equipo de investigación que lidera Sáenz-Romero busca demostrar la viabilidad de plantar nuevos bosques de oyamel en el Nevado de Toluca, que eventualmente se constituirán como futuros sitios de hibernación.

De hecho, en los años recientes, las mariposas monarcas han establecido nuevas y grandes colonias en el Nevado de Toluca, lo que sugiere que ya están buscando nuevos lugares para pasar el invierno, ya que sus sitios históricos dentro de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca son ahora demasia-do cálidos.

En conversación con este periódico, el científico detalló que como parte de esta labor, hace siete años recolectaron semillas en la RBMM; luego, cultivaron plántulas a partir de ellas, primero durante tres años en un vivero; y en 2021, las trasplantaron a cuatro sitios en la ladera noreste del Nevado de Toluca.

Elegimos esta montaña porque una proyección climática de 2012 nos indicó que en unos años, en este lugar se dará el clima adecuado para los también llamados abetos de altura. Además, en el sitio se encuentra la comunidad de Calimaya, donde los habitantes están muy organizados, tienen un excelente manejo forestal y nos brin-da seguridad.

En el sitio se sembraron 960 plántulas de este árbol conífero en cuatro altitudes (3 mil 400, 3 mil 600, 3 mil 800 y 4 mil metros). Los ejemplares fueron plantados bajo plantas nodrizas (Senecio cinerarioides, Lupinus montanus y Pinus hartwegii) para protegerlas del frío y la insolación excesiva. Entre 2021 y 2023, el equipo de Sáenz-Romero, con apoyo de estudiantes de licenciatura, posgrado y silvicultores locales, monitoreó cada dos meses su crecimiento, altura y diámetro, priorizando la supervivencia como indicador clave para la conservación.”

“A esto lo llamamos ‘migración asistida’: cultivar plántulas a partir de semillas colectadas de poblaciones de oyamel en sitios más cálidos que el de reforestación, pero que para 2060, se prevé que será similar a los lugares de hibernación actuales debido al calentamiento global”, comentó.

Los resultados obtenidos hasta ahora reflejan la supervivencia del 68 por ciento de las plantaciones hechas a 3 mil 800 metros, muy por encima del límite superior de distribución natural (que es entre 2 mil 800 y 3 mil 500 metros), lo que se considera un resultado alentador.

La investigación, que se diseñó para compensar el calentamiento esperado para 2060, cuando se proyecta un calentamiento de 2.3 grados en la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca y en el Nevado de Toluca, se concluye muy justificado establecer oyameles a gran altitud para proporcionar sitios potenciales de hibernación para albergar mariposas monarcas en un escenario futuro de cam-bio climático.

Sáenz-Romero tiene claro que la creación de nuevas áreas para las mariposas monarcas no es excluyente con los esfuerzos para conservar su hábitat actual en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca; ambos enfoques deben ser complementarios, con igual prioridad.