La Habana/Las patanas de la empresa turca Karpowership, en las que el Gobierno cubano cifró antaño el alivio del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), se marchan progresivamente de la Isla “por la imposibilidad de cumplir los compromisos de pago”. De las ocho que se llegaron a instalar solo quedan tres, que aportan en conjunto 337 megavatios (MW).
Vicente de la O Levy rindió cuentas ante el Parlamento de un año más que desastroso para su cartera. Los problemas, volvió a reconocer el ministro de Energía y Minas, se pueden resumir en dos direcciones: la falta de créditos para pagar a los suministradores de combustible y la sobreexplotación de la precaria red de termoeléctricas y grupos electrógenos del país.
A finales de año, explicó, ambos factores llegaron a su punto más crítico y el colapso fue inevitable. El Ministerio presentó al Gobierno un plan de recuperación a mediano y largo plazo, que augura un 2025 muy parecido al final de este año, con apagones. Prevé que en junio se asuma “la demanda del día” y que el déficit –que supera diariamente el 40% del consumo nacional y que este miércoles alcanza el 50%, con un faltante de 1.570 megavatios (MW)– se reduzca “considerablemente”.
- CHECALO -
El Ministerio presentó al Gobierno un plan de recuperación a mediano y largo plazo, que augura un 2025 muy parecido al final de este año, con apagones
Las promesas siguen: “Se espera comenzar 2026 con una recuperación importante que permitirá seguir avanzando”.
“Tenemos niveles importantes de financiamiento que están ejecutándose y se han pagado los contratos. Inclusive, piezas de repuesto que han arribado al país. Se empiezan a ver los primeros megavatios de recuperación de la generación distribuida”, añadió De la O Levy.
La esperanza del Ministerio está puesta en los paneles solares, una “solución definitiva” para los apagones cubanos, según la fórmula con que la empresa china Hangzhou Duojia Technology justifica su inversión en un país donde “hay sol de sobra”.
Pero ni siquiera en este aspecto pudo dar buenas noticias. Los barcos que traen los componentes del “megaproyecto” de 92 parques fotovoltaicos que Hangzhou Duojia instalará en Cuba también están retrasados. Se espera que aporten 2.000 MW al SEN, pero habrá que esperar para ver resultados, porque solo pueden instalarse cinco parques cada mes, si no hay contratiempos, como es habitual en la Isla.
Se espera que lleguen 30.000 paneles el año que viene. “Los de carácter doméstico, al contrario de una propaganda en su contra, no están sujetos a aranceles y han bajado mucho de precio”, añadió.
El programa de recuperación del SEN contará con seis grupos de trabajo, dedicados a “la búsqueda de soluciones financieras, bancarias y económicas, el suministro de combustible, las relaciones con el exterior en el sector, las fuentes renovables de energía, eficiencia y atención al trabajador”.
“Los de carácter doméstico, al contrario de una propaganda en su contra, no están sujetos a aranceles y han bajado mucho de precio”
En realidad, se trata de la prioridad por excelencia del Gobierno para el año entrante, admitió el ministro. El proyecto se planteó al Buró Político del Partido Comunista como una misión para “recuperar el SEN en el menor tiempo posible”, si bien De la O Levy advirtió de que “no es un plan para enfrentar el verano de 2025 ni para eliminar los apagones a corto plazo”.
El ministro habló de “alternativas”, que dependerán de “nuestros medios, nuestros recursos y capacidades”. “Tenemos fundamentalmente combustible en las termoeléctricas, el crudo que se genera en nuestros pozos, el gas y energías renovables, que no solo incluye la solar fotovoltaica, sino también la utilización de la biomasa cañera y la energía eólica, además de la eficiencia energética”, dijo.
Además de la marcha de las patanas, el SEN ha perdido en los últimos meses cinco plantas, “tanto de forma indefinida como por tiempo prolongado”, lo cual supone 615 MW menos. Las instalaciones que se repararon en 2023, como algunas unidades de Mariel y Moa, se apagaron a finales de ese año por la “pérdida de suministro estable de diferentes tipos de combustibles” y este año no aportaron nada al sistema.
Los grupos de electrógenos que funcionan con fueloil también se detuvieron, por la “interrupción de líneas de créditos para su sostenimiento”. Los que funcionan con diésel, también por falta de combustible y sobreexplotación, salen del sistema “a un ritmo de cien anuales”. De los 3.000 MW que se supone que ambos tipos de plantas generen en conjunto, solo se producen 500 MW, ilustró De la O Levy.
El SEN ha perdido en los últimos meses cinco plantas, “tanto de forma indefinida como por tiempo prolongado”
Hubo tiempo para las habituales diatribas contra el bloqueo de EE UU, a quien De la O Levy culpa por la “cancelación de contratos, pérdida de asistencia técnica y el incremento de precios y fletes”. Para Miguel Díaz-Canel, el programa propuesto por el Ministerio de Energía y Minas es el inicio de una “transformación energética” de gran envergadura. El mandatario dijo que la recuperación del SEN era una de las diez prioridades del Gobierno para los próximos años, aunque es un objetivo que está en el plan desde 2014 y las autoridades no han ofrecido detalles sobre la ejecución del presupuesto, ni por qué no se ha avanzado en el porcentaje de renovables –cayeron un 6,4% en 2023 con respecto al año previo y apenas supusieron un 3,6%de la producción total de energía– en la última década.
Por su parte, el presidente de la Asamblea, Esteban Lazo, también restó importancia al año de crisis energética e invitó a los cubanos a ser agradecidos con el Gobierno y a concentrarse en el futuro: los paneles. “La mayoría del sistema eléctrico de este país lo desarrolló la Revolución. Lo peor que nos puede pasar es que el pueblo empiece a criticar su propia obra sin conocer su historia. Hace falta el acompañamiento popular para proteger los parques solares”, dijo.
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