La Habana/Pocas veces una apertura ha causado tanta polémica en el Campeonato Nacional de Ajedrez de EE UU como la que, este miércoles, abrió la partida entre el cubano Leinier Domínguez y el estadounidense Awonder Liang. El movimiento de peón blanco a la casilla a3 –la tercera del extremo izquierdo del tablero– desconcertó inicialmente a Domínguez, pero no pudo arrebatarle, con su victoria sobre Liang, el segundo lugar en el torneo.
Con 5,5 puntos de los 10 posibles, Domínguez compartió posición con otros cinco jugadores, un resultado que también obtuvo el año pasado en el mítico Club de San Luis –la meca del ajedrez estadounidense–, lo cual le valió un premio de casi 25.000 dólares. El primer lugar, por cuarto año consecutivo, se lo llevó su némesis y colega, el italiano Fabiano Caruana.
La partida contra Liang, televisada por los organizadores del torneo, ha levantado una acalorada polémica por la apertura del joven gran maestro. El propio Domínguez, habitualmente imperturbable, pareció molestarse con Liang, que recorrió frenéticamente la habitación hasta que el cubano movió su peón a d5, una salida clásica.
En 49 lances se decidió la victoria. Liang optó por otro movimiento poco convencional, caballo a f3, mientras su rival afianzó su control de las casillas centrales. Fue en esa zona donde la batalla se volvió más reñida, mientras el peón de a3 quedaba relegado jugada tras jugada. La pieza, que sigue motivando discusiones, se estancó en a4 y sobrevivió al final.
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Los motores digitales de análisis valoraron en casi un 90% el nivel de precisión de las jugadas de Dominguez, mientras que Liang –también un prodigio– se quedó en 86%. El cubano ya había vencido a otros maestros, Abhimanyu Mishra y Samuel Sevian, y conseguido tablas frente a Levon Aronian, Wesley So, Sam Shankland, Grigory Oparin y Caruana. Perdió frente a Hans Niemann y Ray Robson.
Un video divulgado este viernes por el Club de Ajedrez de San Luis muestra, mucho más relajados y sonrientes, a Domínguez y Liang analizando la partida. En una entrevista a la prensa que cubrió el evento, el cubano calificó el enfrentamiento como “muy dramático”. Subrayó la dificultad adicional de jugar con piezas negras con un oponente como Liang.
Elogió a su oponente, pero dijo no estar “contento” con su propio desempeño durante el torneo. En efecto, no fue hasta la partida con Liang que su posición no mejoró. “Fue más o menos un milagro”, bromeó.
Por su parte, la también cubana Thalía Cervantes, que competía en el apartado femenino del torneo, acabó en quinto lugar junto a otras dos jugadoras. Su acumulado –5,5 puntos– fue el resultado de vencer tres veces y perder otras tres. Una de las derrotas fue contra Carissa Yip, que quedó en primer lugar –ya había ganado en 2023– y fue uno de los testigos de la “caminata” nerviosa de Liang, tras su apertura.
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