El óxido y los muros agrietados amenazan al estadio de béisbol de Río Cauto, en Granma

La Habana/Se cae a pedazos el estadio de Río Cauto, en Granma. La página de Facebook Desde las gradas con Andino ha denunciado, acompañándolo de muy ilustrativas imágenes, el abandono de las autoridades a la instalación, cuyos muros se sostienen con palos para evitar un derrumbe. «Se imaginan que algún inocente niño de una categoría infantil pase por ahí. ¡Vaya!, mejor ni pensar en esa catástrofe”, subrayó.

“La malla que cubre la grada de Home está muy mal, es muy peligroso sentarse allí por la inseguridad y el peligro a recibir un golpe con alguna pelota que salga de foul”, enfatizó la misma publicación. Aunado a ello, a un costado del estadio hay un vertedero de basura.

Entre las fotos hay una de la cancha de baloncesto aledaña a la del béisbol, en la que se aprecia el tablero corroído por el óxido. “La puerta de ese local en esas gradas ¡Dios mío! ¿Dónde tú estás? ¡Hasta cuándo!”, clama. 

En la misma publicación se lamenta que a esta provincia, de la que han salido tantas estrellas deportivas, parece que ha llegado “el Armagedón” y se pregunta si algo así está escrito en “el Apocalipsis. Créanme que no hay palabras para describir eso”. 

Los reclamos tienen un destinatario: el Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (Inder). “¿El señor Juan Reynaldo Pérez Pardo, Comisionado Nacional, tendrá conocimiento sobre esta pésima situación en Río Cauto? Profesor, cuando regrese de sus acostumbrados viajes por el extranjero, llegue hasta allí”, sugiere en usuario, que insiste en que la debacle no es obra del «diablo ni su ejército de demonios».

La precaria situación es generalizada, afirma el usuari.o Aunque sin llegar al extremo de Río Cauto, en Manzanillo las cosas no van mucho mejor: a los peloteros no les llegan los uniformes a tiempo y la preparación de los alimentos es deplorable.

“El picadillo es un tín a la maraña. Los chícharos duros y la comida mal elaborada”. Los cocineros tienen que “hacer magia” para tener todo listo y se reparte en horas inadecuadas.

Para que subsista el béisbol, que en 2021 se declaró patrimonio cultural, los peloteros han tenido que aportar de su bolsillo combustible para los traslados. “Para poder llegar a tiempo y jugar en una subserie, un atleta que es arrocero prestó el combustible, ¿se lo habrán pagado?”, denuncia también la publicación.

A Leonardo Alarcón –pelotero del equipo Granma– lo han visto llegar de los juegos y “pegarse a cargar agua y del río, pues no es ni potable”. 

En agosto pasado, la revista Play-Off Magazine denunció las pésimas condiciones en que se encuentra el estadio de fútbol Raúl Rodríguez, La Bombonera, pese a los trabajos de remodelación que se están realizando. La cancha de juego es un terraplén con algo de césped; las gradas reflejan abandono y falta de mantenimiento; la pizarra consumida por el óxido está caída en un costado sobre una malla. 

Pese a ello, el director de la academia de fútbol de San Cristóbal, en Artemisa, Carlos Manuel Moreno, confía en que, con la remodelación iniciada, para diciembre de 2025 el terreno se habrá convertido en un escenario digno a nivel nacional e internacional.