▲ Vista microscópica de la Mycobacterium tuberculosis.Foto Europa Press
Europa Press
- CHECALO -
Periódico La Jornada
Martes 13 de agosto de 2024, p. 7
Madrid. Las probabilidades de que una persona expuesta a la tuberculosis se infecte dependen de si el individuo y la cepa comparten lugar de origen, según un estudio publicado en Nature Microbiology, que compara cómo las distintas cepas se desplazan por poblaciones mixtas en ciudades cosmopolitas.
Los resultados de la investigación, dirigida por científicos de la Facultad de Medicina de Harvard, aportan la primera prueba fehaciente de observaciones realizadas hace tiempo de que el patógeno, el lugar y el huésped humano chocan en una interacción que influye en el riesgo de infección y alimenta las diferencias de susceptibilidad.
La hipótesis es que determinadas bacterias y sus huéspedes humanos probablemente han coevolucionado a lo largo de cientos o miles de años.
Los hallazgos pueden ayudar a establecer nuevos enfoques de prevención y tratamiento de la tuberculosis, la cual cada año enferma a 10 millones de personas y causa más de un millón de muertes en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El análisis es la primera comparación controlada de la infectividad de las cepas de tuberculosis en poblaciones de orígenes geográficos diversos, para el cual los investigadores crearon una cohorte de estudio a medida combinando archivos de casos de pacientes con tuberculosis de Nueva York, Ámsterdam y Hamburgo. Así, obtuvieron datos suficientes para elaborar sus modelos.
El análisis demostró que los contactos domésticos cercanos de las personas diagnosticadas con una cepa de tuberculosis de linaje geográficamente restringido tenían una tasa de infección 14 por ciento menor y una de desarrollo de la enfermedad activa 45 por ciento inferior en comparación con los expuestos a una cepa perteneciente a un linaje extendido.
Las probabilidades de infección disminuían 38 por ciento cuando el patógeno restringido de una región geográfica no coincidía con los antecedentes de la persona, en comparación con una que se exponía a un microbio de una región coincidente con su lugar de origen. Esto es así en los casos de quienes han vivido en la región o cuyos dos progenitores proceden del mismo lugar de la cepa.
Según los investigadores, esta afinidad patógeno-huésped apunta a una evolución compartida entre humanos y microbios que hacen a ambos más compatibles y aumentan el riesgo de infección.
La magnitud del efecto es sorprendentemente grande
, afirmó la profesora asociada de Informática Biomédica en el Instituto Blavatnik del HMS Maha Farhat.
Linajes extendidos
Muchos factores aumentan el riesgo de contraer tuberculosis de un contacto íntimo. Uno es la carga bacteriana, detectable medida mediante la microscopía de frotis de esputo, que muestra cuántas bacterias lleva una persona en su sistema respiratorio.
El nuevo estudio demostró que, en el caso de cepas geográficamente restringidas, el hecho de que alguien tenga antepasados que hayan vivido en el mismo lugar de origen de la bacteria es un factor de riesgo de infección aún mayor que la carga en el esputo. En los casos analizados, el riesgo de ascendencia común superaba incluso el derivado de padecer diabetes y otras enfermedades crónicas.