Mutek promete memorable edición 20

Hernán Muleiro

Especial para La Jornada

Periódico La Jornada
Martes 27 de agosto de 2024, p. 8

Camino a su edición 20, el festival Mutek, de origen canadiense, ha brindado conciertos memorables. Uno de esos, el set de Dj Rashad en México, hace una década, cuando se presentó el productor del estilo de house conocido como footwork. Hasta su temprana muerte, Rashad exploró su propia marca de hip-hop, en la que incorporó y reinterpretó gran cantidad de elementos. También se presentó en el festival NRML, en Monterrey, junto a Dj Spin.

Disco recomendado: Double cup, 2013, editado por el sello Hyperdub.

The Bug o Kevin Richard Martin tocó en una sala pequeña del Mutek 2019 y se escuchaba el ruido de fondo de una rave controlada. Su rango musical, del tecno al dub, también es conmovedor y tranquilo. En esa ocasión, presentó un proyecto que bordeaba lo ambient, King Midas Sound, acompañado del poeta de Trinidad Roger Robinson. Acaso un poco incómodo por el sonido que se filtraba, The Bug creó en ese espacio casi vacío, una ex fábrica de harina, una experiencia inolvidable.

Disco recomendado: Concrete Desert, junto con Earth, 2016, editado por el sello Ninja Tune.

Ciani

Cuando Suzanne Ciani (Indiana, 1946) comenzó a dar conciertos, imaginaba obras de teatro con sonido sourround en el que su instrumento tenía un rol predominante. Su expresividad contrastaba con muchos discos de sintetizador de la época, en los que se arreglaban canciones para ser interpretadas con el novedoso sonido, y a veces eran demos de sistemas de audio estéreo. Los discos de Ciani fueron redescubiertos, en parte gracias al documental Sisters with Transistors (2020, dirigida por Lisa rovner), que demostró que existía más de una generación de mujeres compositoras de música electrónica que fueron subvaloradas por la historia.

Comparable a Delia Derbyshire,que componía para la BBC, Ciani aportó innovación a diferentes bandas y a publicidades de grandes marcas. En entrevista durante un homenaje en el Moogfest, habló sobre su uso del sintetizador: Siempre he imaginado un teatro del futuro, en el que el foro está afinado para permitir múltiples parlantes y visuales con proyecciones o eventos con las visuales integradas. Me gusta comunicar las interacciones de performance con la máquina, así que en mis conciertos proyecto el Buchla, y las visuales se van modificando según el volumen de la música. Necesitamos que los arquitectos diseñen espacios que no sean sólo para performances acústicas sin fallas, sino que también sirvan para operar electrónicamente. El Buchla fue diseñado para generar movimiento especial al instante y la habilidad para hacerlo será más y más importante.

Disco recomendado: Voice of Packaged Souls, 1970, editado por Liquid Sound records.

Leon

Productor de discos icónicos como Ramones-Ramones (1976), Suicide-Suicide (1977), The Weirdos-Destroy All Music (1977), Blondie-Blondie (1977), y de trabajar en los comienzos de Talking Heads para el sello discográfico Syre, el camino de Craig Leon era un continuo de clases magistrales en las que compartía su experiencia desde la consola con el mundo, pero su curiosidad como compositor se interpuso para crear música interplanetaria. Hizo su disco Nommos, editado por Tacoma, sello discográfico del guitarrista John Fahey: La idea vino de una exhibición de arte en Nueva York, en los 70, de una tribu desconocida de Mali, los dogon. Un gran porcentaje del arte de los dogon se relaciona a eventos tempranos de su historia; retratan diálogos con seres de un sistema solar distante como premisa central en su mitología o religión. Ellos no creen que sea mitología, para ellos es real. Tienen una teoría sobre seres extraterrestres, que llegaron de otros planetas e hicieron el mismo trabajo que los ángeles en la cultura occidental, pero los alienígenas les enseñaron cómo crear una civilización y organizar su religión.

Se recomienda: The Canon, An-thology of Interplanetary Folk Music Vol 2, 2019, editado por Rvng Intl.

Ernestus

Si Leon aplicó algunas técnicas del dub al primer disco de Suicide, aprendidas de primera mano cuando trabajó en Jamaica junto con Lee Perry en grabaciones de Bob Marley, Mark Ernestus es otro eslabón fundamental para la relación entre la música jamaiquina y el tecno. Dueño de la tienda y el sello Hard Wax en Berlín, Ernestus abrió las puertas de su discreto local en 1989, casi en simultáneo con la caída del muro. El material de Hard Wax fue desde sus comienzos los maxi singles de 12”, con tracks de duración extendida, la mayoría de las veces sin portada ni diseño de ningún tipo y fabricados en el cuarto de atrás de la disquería. Ernestus escuchó en la música house la banda de sonido para un movimiento juvenil internacionalista y en muchas de sus producciones se escucha la incertidumbre de un estilo musical nuevo. La forma libre del sistema del estrellato en que se desarrolló la subcultura; le funcionó perfectamente y pasaron años antes de que algunos de sus proyectos se revelaran como suyos. Escuchar esos tracks tempranos es como acceder a los cimientos de una civilización que no fue del todo olvidada, sino calcada e imitada de forma predecible y comercial.

El proyecto que presentará en México no es tecno ni dub, se trata de Ndagga Rytm Force, en el cual colabora con un ensamble de músicos de Sabar, un estilo percusivo senegalés, cuyo nombre refiere a un instrumento que suele ser ejecutado con una sola mano y un palo. El grupo es compuesto por Mbene Diatta Seck, en voz; Mangone Ndiaye Dieng, bateria; Ibou Mbaye, teclado; Modou Mbaye, tambor parlante; Fatou Wore Mboup, baile y bada; Serigne Mamoune Seck en sabar y Ernestus supervisando la mezcla desde la consola.