Conforme la humanidad se prepara para regresar a la Luna, esta misma década, surgen investigaciones y proyectos que preparan el terreno para las estadías de largo plazo en aquel entorno. En ese marco, se han puesto en marcha algunas ideas interesantes. Una de ellas es cortesía de la Agencia Espacial Europea (ESA) y Lego, que se han unido en una iniciativa que combina el juego con la ciencia.
La propuesta central es emplear el polvillo lunar para fabricar ladrillos que servirán para la construcción de hábitats en el satélite de la Tierra. Por cierto, el plan es encabezado por Spaceship EAC, un programa de la ESA que reúne a estudiantes y profesionales jóvenes para abordar algunos de los mayores desafíos que enfrenta el futuro de la exploración espacial.
La sociedad de ESA y Lego comenzó con la elaboración de pequeños ladrillos, que tienen un aspecto similar al de las piezas plásticas de aquella marca. En las pruebas preliminares, emplearon impresoras 3D. Y para simular el polvillo lunar usaron regolito de un meteorito de unos 4.500 millones de años de antigüedad. Según comentaron desde la Agencia Espacial, estos ensayos brindan una “idea de cómo podría ser la futura construcción en la Luna”.
¿De qué va la iniciativa conjunta entre ESA y Lego?
Igual que las piezas Lego que millones de niños —y no tan niños— han utilizado en sus juegos, los mencionados «ladrillos espaciales» pueden encastrarse. Según indicó la ESA en un comunicado, aquella es una característica que será fundamental para la construcción de bases habitables en el espacio.
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Si bien para el primer lote de ladrillos se empleó polvo de un meteorito, el plan de ESA y Lego es que la materia prima sea el polvillo que abunda en el satélite de la Tierra. “Los equipos de Spaceship EAC se están centrando en la utilización de recursos in situ para vivir y trabajar de forma sostenible en la Luna. Estos métodos implican el uso de materiales ya disponibles (…) para la construcción, como el polvo lunar o el regolito, y la extracción de oxígeno o metales de él. De esta forma, se evita el transporte de suministros desde la Tierra. Eso llevaría mucho más tiempo y sería mucho más costoso”, explican los responsables de la iniciativa.
Por otra parte, en línea con diversas acciones de Spaceship EAC, el propósito de este proyecto es inspirar curiosidad en las generaciones más jóvenes y echar luz sobre tecnologías innovadoras. “Fue divertido y además útil para comprender científicamente los límites de estas técnicas”, comentó al respecto Aidan Cowley, líder de la división científica de la ESA. Hipertextual conversó en exclusiva con el especialista para conocer más sobre este plan conjunto con Lego.
“La ESA nos permite probar nuevas ideas”, dice Cowley
“Con un equipo de innovación, es bueno tener libertad para ‘jugar’ con nuevas ideas. Ver qué funciona y qué no”, señala Cowley en diálogo con esta publicación. El hombre de la ESA comenta que “nadie ha construido todavía una estructura en la Luna”. Y añade que por eso “es fantástico tener la flexibilidad de probar todo tipo de diseños y técnicas de construcción”.
¿Cómo surgió, en este caso, el vínculo entre la ESA y Lego?
Durante nuestras investigaciones sobre múltiples enfoques para la impresión con material de regolito, decidimos testear qué tan bien podíamos producir pequeñas muestras de prueba de una geometría definida. En este caso, también intentamos utilizar un ladrillo Lego estándar de 2×4 como forma de prueba. Cuando lo imprimimos, pensamos que era impresionante y contactamos a nuestra red con Lego. Ellos también estaban entusiasmados con el concepto de construir con ladrillos en la Luna y la conversación comenzó a partir de ahí.
La idea surgió, en gran medida, al probar diferentes geometrías de ladrillos. Una vez que imprimimos las formas de Lego y comenzaron a encajar fácilmente, pensamos que sería un buen esfuerzo hablar con (esa empresa). Ver si querían hacer algo de divulgación inspiradora sobre esta idea.
Aunque la ciencia —incluida la espacial— a menudo parece muy formal, el juego también parece ser relevante. El vínculo entre ESA y Lego así lo demuestra. Dicho esto, ¿qué importancia tiene para vuestro equipo sostener el espíritu lúdico al pensar y realizar proyectos?
Es muy importante. En Spaceship EAC somos un equipo de innovación centrado en la exploración y los vuelos espaciales tripulados. Valoramos la libertad y la posibilidad de ‘jugar’. La ESA apoya mucho esto y nos permite probar estas nuevas ideas, que luego podemos transmitir a otros equipos o a nuestros socios europeos para seguir avanzando.
Avanzando hacia una faceta más “formal” del proyecto conjunto de ESA y Lego, ustedes han remarcado la importancia de utilizar recursos in situ. Sabemos que es muy costoso transportar materiales de la Tierra al espacio. ¿Puedes compartir con nosotros algunos datos concretos al respecto?
Si bien no tengo los valores más recientes, los costos históricos para la Luna a menudo estarían en el rango de 1,2 millones de dólares por kilogramo. Puede ser que se hayan presentado estimaciones más nuevas. Incluso con una reducción significativa de costos, como prometen los futuros módulos de aterrizaje o las arquitecturas de misión reutilizables, llevar cosas a la superficie lunar seguirá restringiendo la masa y los costos.
Como tal, cuanto más material pueda encontrar y utilizar in situ, mejor. Para elementos más grandes, como infraestructura de edificios, elementos de protección de superficies como plataformas de aterrizaje, realmente tiene mucho sentido intentar utilizar la mayor cantidad de material local posible. De lo contrario, se enviarán cientos de toneladas de material inerte. Además, es preciso considerar que la superficie lunar tiene una variedad de materiales valiosos presentes a los que se puede acceder y explotar. Por ejemplo, extrayendo oxígeno del regolito lunar. El oxígeno es importante tanto para el soporte vital como componente del combustible para cohetes.
Hemos visto que en este plan de la ESA y Lego han utilizado regolito de un meteorito de millones de años. ¿Cómo se te ocurrió esa idea? ¿No es ese un material valioso que necesita ser preservado?
Afortunadamente, la Tierra es constantemente bombardeada por meteoritos. Por eso, tenemos un suministro regular de material extraterrestre. Están comúnmente disponibles y pueden adquirirse fácilmente para trabajos de ciencia e ingeniería como este.
De cara al futuro, ¿es posible estar seguro de que el polvo lunar se comportará de forma similar al de un meteorito?
Hemos probado con émulos de polvo lunar y con material meteórico. En general, el comportamiento es similar. Por eso, nos sentimos seguros al afirmar que el proceso es relativamente independiente del material utilizado. Esto siempre que tenga ciertas propiedades similares a las del regolito, como el tamaño de grano, composición, etcétera.
Los ladrillitos meteóricos son exhibidos en tiendas
Hay buenas noticias para los curiosos, ya que la movida conjunta entre la ESA y Lego no se circunscribe a un laboratorio cerrado. En cambio, según anunció el organismo europeo, los ladrillos creados con el polvo de meteorito son ahora exhibidos en tiendas seleccionadas. Los interesados tienen tiempo hasta el 20 de septiembre y pueden consultar más datos en este enlace.
Según vemos en el material visual compartido por la ESA, las piezas tienen el aspecto de las fichas Lego tradicionales. Sin embargo, desde la Agencia Espacial dicen que son “un poco más toscos y vienen en un solo color, un elegante gris espacial.
Como fuere, los nexos entre la ciencia y el juego no son necesariamente sorprendentes. En ese sentido, Emmet Fletcher, integrante de la ESA, observó: “No es ningún secreto que los científicos e ingenieros del mundo real a veces prueban ideas con ladrillos Lego. Estos ladrillos (…) son una excelente manera de inspirar a los jóvenes y mostrar que el poder de la imaginación también tiene un papel importante en la ciencia espacial”.
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