Desde tiempos inmemoriales, el ser humano se ha enemistado con su vecino. El motivo no siempre queda claro. Lo que sí son más claras son las consecuencias, que pueden ser devastadoras. Como una guerra con miles de muertos. O el cierre de fronteras. Y en menor grado, a pie de calle, hay quien deja su basura en la puerta de su vecino como escarmiento. Esto último es lo que está haciendo Corea del Norte desde hace unos meses. Enviar globos de grandes dimensiones cargados de basura y restos orgánicos que acaban cayendo a kilómetros de distancia dentro de Corea del Sur.
Enviar algo por aire a territorio enemigo no es nada nuevo. Se tiene constancia desde la Guerra franco-prusiana de finales del siglo XIX. Y, por descontado, se utilizó a gran escala en la Primera y, especialmente, durante la Segunda Guerra Mundial. A través de los aviones, ambos bandos lanzaban octavillas con propaganda. Bien a favor de unos o en contra de otros. En ocasiones para cambiar voluntades con promesas y ofertas de paz. Otras veces, con más crueldad, para minar el ánimo del rival con noticias falsas. Y, por descontado, Estados Unidos ha venido empleando esta práctica en sus sucesivas contiendas en Corea, Vietnam, Afganistán (aquí, la URSS también empleó este sistema) y en Irak.
Y en Corea ocurre algo parecido. La guerra acabó en 1953, dando pie a la división que persiste en la actualidad, con ambos países siguen enemistados. Y aunque en su frontera hay una zona desmilitarizada que va de costa a costa, cada cierto tiempo ocurren situaciones violentas o, a veces, curiosas, como este particular intercambio de globos inflables de grandes dimensiones de norte a sur y de sur a norte. Eso sí. Cargados de basura, ropa usada, propaganda e incluso aparatos para sintonizar la radio.
Corea del Norte: globos con basura y gusanos
Como suele ser habitual, toda la información que viene de Corea del Norte hay que leerla varias veces y filtrarla. Cuesta diferenciar la propaganda norcoreana de la propaganda surcoreana y estadounidense, principal propagador de noticias falsas o distorsionadas de cuanto ocurre en los territorios que considera enemigos. Tampoco ayuda mucho que Corea del Norte sea una dictadura absolutista y hermética que impide la libre circulación de personas. Y de información.
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Pero, en ocasiones, nos llegan informaciones que no se pueden negar porque hay pruebas fehacientes. Como la particular guerra de las dos Coreas protagonizada por globos inflables que circulan entre fronteras. Empezaremos por el final de la historia, los globos que Corea del Norte viene enviando al sur. La última remesa de globos, más de 1.500, se ha venido produciendo desde mayo de 2024. Tan solo en el primer envío, se contabilizaron 260 globos.
Guerra psicológica y peligro biológico
¿Qué envía Corea del Norte a su vecino del sur? Los globos inflables transportan principalmente basura. Globos blancos de grandes dimensiones cargados de bolsas de plástico con residuos, desperdicios y ropa usada. En la remesa de mayo, se encontraron restos de estos globos en ocho de las nueve provincias de Corea del Sur. Es decir, que los globos llegaron a prácticamente todo el país con basura en evidente estado de descomposición, hasta el punto de haber gusanos.
Y lejos de resultar curioso y hasta divertido, el problema está en que al tratarse de deshechos, las autoridades de Corea del Sur las catalogaron, no sin razón, como posibles amenazas biológicas. De ahí que tras hacerse pública la amenaza a través de los medios oficiales, los ciudadanos de Seúl recibieron mensajes de texto oficiales pidiendo que se abstuvieran de llevar a cabo actividades al aire libre. Y que, en caso de ver objetos no identificados, se pusieran en contacto con la policía. Según varios medios, en las redes sociales se compartieron imágenes de algunos de estos globos y de la intervención de policías o militares.
Corea del Sur: propaganda y música K-Pop
La pregunta obvia es, ¿por qué hace esto ahora Corea del Norte? Es habitual que, cada cierto tiempo, amenace a su país vecino con maniobras militares en tierra o mar. Pero esta particular guerra psicológica, como la han llamado las autoridades de Corea del Sur, tiene unos matices distintos. Se trata de la respuesta de las autoridades norcoreanas a los globos enviados por Corea del Sur. Lo curioso es que la versión oficial dice que los primeros en enviar los globos de sur a norte fueron activistas y no miembros del gobierno.
Volviendo a mayo, que es cuando empezó esta última oleada de globos con basura, un grupo de activistas surcoreanos anunció haber enviado 20 globos aerostáticos con propaganda en contra de la dictadura de Corea del Norte y pendrives o pinchos USB con música y videoclips de música pop coreana, la tan popular música K-Pop. Algo que, durante la Guerra Fría, era bastante frecuente en la frontera de la URSS. Y que también se venía practicando en la propia Corea desde la Guerra de 1950-1953.
Es más. Desde 2016 ya se venían produciendo estos envíos de globos con dinero en metálico, contenido audiovisual prohibido, equipos para sintonizar estaciones de radio surcoreana, comida, medicamentos y hasta ropa infantil. De ahí que entre las bolsas enviadas por Corea del Norte se encontraran, según Reuters, calcetines, camisetas y demás ropa de Mickey Mouse, Winnie the Pooh o Hello Kitty, franquicias comerciales prohibidas en ese país.
Para evitar males mayores, en diciembre de 2020, el Parlamento de Corea del Sur aprobó una ley que castigaba el envío de propaganda a Corea del Norte. Sin embargo, y como se ha podido comprobar, esto no ha impedido que esta práctica se siga realizando. Lo que nadie esperaba eran las consecuencias.
Un conflicto que parece no tener fin
Desde mayo hasta finales de julio de 2024, las autoridades de Corea del Sur han contabilizado nueve oleadas de globos inflables con basura y restos orgánicos en descomposición. La última de ellas, protagonizada por 500 globos, de los cuales 240 cayeron en territorio de Corea del Sur. Así que viendo que Corea del Norte sigue en su empeño por enviar deshechos vía aérea, las autoridades del sur han decidido contraatacar. Pese a que estos últimos globos solo contenían deshechos de papel.
Tal y como explican varios medios coreanos, como Arirang o Korea JoongAng Daily, desde la tarde del domingo 21 de julio, las torres militares instaladas en la zona desmilitarizada, que cubre la frontera entre ambas Coreas, reproducen sin descanso a través de sus altavoces. La intención es emitir a todo volumen desde las 6 de la mañana, hora local, hasta las 10 de la noche. Durante 16 horas seguidas. Y en la retransmisión se incluye desde música y amenazas verbales a Corea del Norte a noticias sobre las actividades del régimen norcoreano.
Además de las torres con altavoces que ya tiene instalado el ejército de Corea del Sur, tienen intención de colocar altavoces móviles para seguir respondiendo al envío de globos por parte del norte. En la actualidad, cuenta con 40 de estos dispositivos. 24 fijos y 16 móviles.
¿Cuándo acabará este conflicto? Imposible responder. Si los activistas surcoreanos siguen enviando globos al norte, Corea del Norte seguirá respondiendo. Aunque los últimos globos enviados contienen menos restos que los primeros enviados. Por lo que tal vez, este método de Guerra Fría llegue a su fin. Al menos durante estos meses. Por lo demás, la incorporación de altavoces con emisiones propagandísticas es una respuesta natural de las autoridades surcoreanas sin implicar la movilización de tropas. Veremos cómo acaba este tira y afloja que ha dejado imágenes tragicómicas.
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