Roro, una joven de voz acaramelada, mejillas sonrojadas y mirada inocente enmarcada por unas grandes gafas, se ha hecho de lo más famosa en redes sociales últimamente por los vídeos en los que consiente a su novio de las maneras más increíbles. Si le apetece un sándwich se lo cocina desde cero, pan incluido. Si hay un libro que quiere leer, se lo encuaderna. Incluso si quiere que España gane la Eurocopa, ella invita a sus amigos a cenar y les prepara un picoteo español. También desde cero, por supuesto. No hay constancia de que esté detrás de ninguno de los dos goles que le dieron la victoria al equipo español, pero ya no nos sorprendería nada. Bromas aparte, Roro es un ejemplo español de tradwife, un fenómeno poco común en España, pero que lleva bastante tiempo causando preocupación en Estados Unidos.
El término tradwife es una abreviatura de “traditional wife” o, en español, “esposa tradicional”. En los últimos años, las redes sociales estadounidenses se han llenado de vídeos de mujeres, ataviadas como la esposa tradicional de los años 50, cocinando o sirviendo a sus maridos en todos sus deseos. Hablan con esa voz melosa que utiliza Roro, agudizando aún más su papel de “niñas buenas”. Todo parece inocente, pero lo cierto es que no lo es.
Los psicólogos estadounidenses han mostrado su preocupación por la deriva que puede tomar este movimiento. Consideran que su aparición es el resultado del auge de la ultraderecha en su país. Además, creen que, inconscientemente, puede hacer que ese auge sea aún mayor. ¿Pero cómo puede ser? ¿Es posible que la aparición de Roro en España tenga una explicación similar? Pablo no nos lo ha pedido, pero vamos a analizar el movimiento tradwife.
Los roles de género amenazados por el movimiento tradwife
En un artículo publicado en Forbes, el psicólogo estadounidense Mark Travers recuerda que los roles de género han estado muy encorsetados durante siglos. El papel de las mujeres era cuidar la casa y la familia, mientras que los hombres debían trabajar para ser su sostén. Cualquiera que se saliese de esa norma sería prácticamente repudiado.
- CHECALO -
Por suerte, el movimiento feminista de mediados del siglo XX reivindicó la posibilidad de elegir. Que tanto hombres como mujeres pudiesen decidir libremente si querían trabajar o dedicarse en cuerpo y alma a cuidar a la familia. Con el tiempo, como es lógico, se han ido reivindicando otros muchos derechos que se le habían negado sistemáticamente a las mujeres. Pero vamos a quedarnos solo con esa parte doméstica.
Actualmente, en muchos países y culturas, las mujeres que se quedan en casa cuidando a la familia lo hacen porque así lo desean, no por una obligación impuesta. Por otro lado, las que deciden trabajar, tienen supuestamente los mismos derechos que sus compañeros masculinos. Esto debe perfeccionarse aún, no creamos que es todo ideal, pero estamos en el camino.
Desgraciadamente, el movimiento tradwife, a pesar de su aparente inocencia, puede hacer que retrocedamos muchos pasos en ese camino. Y es que puede que estas mujeres que consienten en todo a sus maridos se excusen en que lo hacen libremente, pero consciente o inconscientemente perpetúan esos roles encorsetados que ha costado tanto desechar.
Conservadurismo cuqui
Tanto Roro como el resto de tradwives explotan la parte atractiva de la esposa tradicional. La voz dulce, los delantales bonitos, el maquillaje angelical… Nadie podría imaginar que esas mujeres tan frágiles están dando alas a un movimiento conservador. Pero es lo que están haciendo.
Carolyn Mair, psicóloga y consultora de moda, explicó en declaraciones para Popsugar que la forma en la que las mujeres se visten o se maquillan tiene mucho más poder del que nos imaginemos. El pintalabios rojo, por ejemplo, se convirtió en un símbolo para las sufragistas estadounidenses, que con ello buscaban llamar la atención para que sus reivindicaciones no pasasen desapercibidas. En la década de 1960, las panteras negras sacaron sus rizos afro al viento y rechazaron las planchas y desrizantes como protesta contra el racismo.
Últimamente podemos ver en redes sociales a muchas influencers mostrando peinados y maquillajes con ese estilo dulce y vintage que también vemos en el movimiento tradwife. El barbiecore o el estilo coquette son simplemente estilismos que aparentemente no tienen nada que ver con los roles de género, pero las mujeres que defienden ese papel tradicional de la mujer hacen que parezca mucho más atractivo.
Los peligros del movimiento tradwife
En 2010 se publicó un estudio en el que se analizaba la motivación de las mujeres en sus comportamientos de género. Se hizo una diferenciación entre las que, eligieran el rol que eligieran, lo hacían de forma autónoma y, por otro lado, aquellas que se sentían presionadas por los convencionalismos.
Al comprobar sus niveles de autoestima, se vio que eran mucho mayores en las que elegían con autonomía. Las que seguían los roles de género establecidos simplemente por ser “lo correcto” tenían una peor autoestima, que finalmente acababa resintiendo su salud mental.
El movimiento tradwife defiende esa autonomía. Supuestamente son mujeres que han decidido por sí mismas que quieren servir a sus maridos. Sin embargo, lo pintan de una forma tan atractiva que poco a poco su mensaje puede hacernos retroceder en el tiempo. Se puede acabar creyendo que eso es lo que hay que hacer porque es lo bonito, lo que queda bien. Si eso ocurre, volveríamos a esa situación en la que las mujeres carecen de autoestima porque sienten que no tienen el derecho a elegir quiénes quieren ser.
¿Qué pasa con Roro?
En algunas entrevistas a medios de comunicación españoles Roro ha señalado que su única intención es mostrar lo que sabe hacer. Se le da bien cocinar y quiere enseñar sus recetas. Para ello decidió probar con ese estilo y, al ver lo bien que le funcionaba, lo ha seguido explotando.
Puede que sea cierto que su intención no era promover ese estilo conservador, pero es una realidad innegable que lo está consiguiendo.
Basta con echar un vistazo a las redes sociales para ver montones de publicaciones de hombres reclamando que debería haber más mujeres como ella. Señalan que a cualquier hombre le gusta una mujer así, sea cual sea su ideología, y rechazan a las que libremente deciden tener una carrera profesional o una vida empoderada. El empoderamiento de las mujeres no les interesa. Prefieren tener una criada.
Lamentablemente, en los últimos años hemos visto cómo las ideologías conservadoras y de extrema derecha se han abierto un amplio hueco en el panorama político español. Por eso no parece casualidad que los vídeos de temática tradwife de Roro se hayan hecho tan famosos. Eso no quiere decir que ella sea una extremista, ni muchísimo menos. Pero sus vídeos están consiguiendo que esas personas extremistas salgan a la luz. Estamos viendo que hay una cantidad aterradora de hombres que siguen pensando que el papel de la mujer es servir a su hombre. Lo demás queda en un segundo plano.
Mientras demos alas a estos vídeos, esa ideología seguirá creciendo y poco a poco empezaremos a viajar en el tiempo. Será un viaje en el que esa lucha feminista que tanto nos ha dado pierda mucho del terreno que ganó con esfuerzo. Los memes de Roro y su novio Pablo son divertidos. Pero no perdamos el foco de lo que pueden conseguir sus vídeos. Es mucho más peligroso de lo que puede hacernos creer esa voz tan inocente.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://hipertextual.com/2024/07/tradwife-roro