En 1998 Martha Verdín quedó en silla de ruedas a raíz de un accidente automovilístico, ahora participará en sus primeros Juegos Paralímpicos tras haber obtenido su boleto mientras luchaba contra el cáncer de mama.
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- CHECALO -
Juan Pablo Vilchis
“Cuando empecé en el deporte y cuando gané mi primer medalla fue cuando me sentí feliz y dije: ‘no puedo caminar, pero tengo dos brazos fuertes y estos me van a ayudar a ser lo que yo quiera’”.
En 1998, un accidente automovilístico paralizó a Martha Verdín Cedeño de la cintura para abajo. Tenía 27 años. Obligada a usar silla de ruedas, encontró en el paratenis de mesa un aliciente para retomar su vida.
Hoy, a 26 años de distancia, en medio de un tratamiento contra el cáncer de mama, la jalisciense obtuvo por primera vez una clasificación a unos Juegos Paralímpicos por lo que estará presente en París 2024.
“Yo trabajaba para la hotelería, entonces íbamos a ir a Puerto Vallarta y ya en carretera rebasamos a un carro y más adelante había graba suelta, el chofer no la vio, pasó por encima de ella y el carro empezó a patinar. El chofer no lo pudo controlar y nos fuimos a un barranco. Ahí fue cuando, inmediatamente, me di cuenta que ya no podía mover mis piernas”.
Tras el accidente, Martha estuvo trabajando desde casa durante casi tres años, hasta que decidió que era tiempo de comenzar con su rehabilitación física.
Descubrió el mundo que le cambió la vida
Fue entonces que, desde su natal Ameca, municipio de Jalisco, viajó 83 kilómetros hasta Guadalajara para tomar sus terapias, sin imaginar que ese sería el inicio de su historia como deportista y de un cambio radical en su vida.
“Mi terapista en ese momento era el entrenador del equipo de tenis de mesa de Jalisco y él fue el que me invitó a integrarme a practicar algún deporte. Me dio varias opciones y yo quería entrenar básquetbol, pero como lo entrenan por la tarde-noche para mí era difícil que me llevaran en ese horario a entrenar a Guadalajara. Pero el tenis lo entrenaban por la mañana. No era mi intención dedicarme al tenis de mesa en definitiva, pero empecé a jugar con los compañeros del equipo, me fue gustando hasta que decidí meterme de lleno y así fue como empecé”.
Desde cero, Verdín empezó con un nuevo pasatiempo, un pasatiempo que se convirtió en realidad con su llamado al equipo estatal de paratenis de mesa de Jalisco.
“Nunca había agarrado una raqueta, nunca había jugado tenis de mesa ni sabía cómo se jugaba, ni siquiera sabía cómo se agarraba la raqueta, pero más o menos me defendía. Pasó el tiempo, fui mejorando hasta que me invitaron a formar parte del equipo de Jalisco. Eso implicaba que tenía que entrenar diario por lo que me consiguieron hospedaje en el CODE (Consejo Estatal para el Fomento Deportivo) de Jalisco y ya me pude ir a vivir ahí”.
Seleccionada nacional
Pronto, Martha se convirtió en una de las mejores de la disciplina en el país por lo que su convocatoria a la selección nacional fue inminente.
Sus inicios en el equipo mexicano se remontan al año 2002, pero a partir de 2009, y gracias a su notorio aumento de nivel, la paratenista de mesa empezó a representar a México en competiciones internacionales.
Verdín fue sumando medallas hasta rebasar la cifra de los 50 metales tanto en competencias nacionales como internacionales.
Entre ellas destacan el bronce individual y oro en equipos en los Juegos Parapanamericanos Guadalajara 2011; dos platas en los Parapanamericanos Toronto 2015; y las dos platas en esa misma justa, pero en la edición de Lima 2019.
Profesionalismo, otro paso importante
Para 2020, durante el Primer Abierto de Tenis de Mesa celebrado en Sonora, llegó el día en el que Martha Verdín jugó su primer encuentro como paratenista profesional.
En esa competición se coronó como la segunda mejor atleta en paratenis de mesa a nivel nacional, algo que le cambió totalmente la perspectiva de su condición y de la vida misma.
“Fue una sensación tan agradable, que lo disfruté tanto porque ahí me di cuenta que podía hacer lo que quisiera con mi vida. Porque mi autoestima bajó tremendo por el hecho de haber quedado en la silla de ruedas, entonces yo pensaba que ya no servía para nada, que ya no podía hacer nada, que me la pasaría encerrada en mi casa por el resto de mi vida. Me veía en un panorama bastante oscuro”.
La vida le empezó a sonreír a la mujer que años atrás había recibido la noticia de que jamás volvería a poder caminar.
Cáncer, un nuevo obstáculo
Sin embargo, Martha recibió otro duro golpe por parte del destino: en 2023, a unos meses de su participación en los Juegos Parapanamericanos de Santiago de Chile, le detectaron cáncer de mama.
“Fue bastante difícil, pero el entrenador fue muy comprensivo conmigo. Yo me estaba preparando para Santiago de Chile, ya había calificado y no me quería perder la oportunidad de asistir a otros juegos Parapanamericanos. Así que hablé con el entrenador, le expliqué que necesitaba someterme a un tratamiento urgentemente, pero que no quería que me sacara del equipo. Él aceptó y llegamos a un acuerdo para que pudiera tomar mis quimioterapias al tiempo de mi preparación”.
La osadía de someterse a su tratamiento al mismo tiempo que entrenaba fue complicada, pero Verdín luchó hasta que pudo completar su preparación para Santiago 2023.
“Y así estuve. Prácticamente entrenaba una semana al mes porque a mí me me aplicaban las quimioterapias cada veintiún días. Me iba a Jalisco, me la aplicaban, esperaba que se me pasaran los efectos y ya me venía a la Ciudad de México a entrenar. Pero no me dejé y el deporte me ayudó, para mí el deporte ha sido lo máximo, ha sido mi salvación en en varios momentos. Y bueno, dije: ‘tengo que seguir (entrenando), si voy a morir, pues ni modo, pero yo voy a seguir hasta que pueda’”.
El boleto para cumplir el sueño llegó
Esa valentía fue premiada con algo con lo que Martha Verdín había soñado desde que inició a incursionar en el deporte: llegar a unos Juegos Paralímpicos.
La jalisciense arribó a la capital chilena junto con la delegación mexicana, compitió y sumó dos medallas de bronce, pero una de ellas significó su pase a lo que será su primera participación en la máxima justa deportiva para personas con discapacidad.
Con dicha presea, Verdín había quedado como la número uno de todo el continente americano en la categoría 4. ¿Qué significaba esto? Que Martha había obtenido los puntos necesarios en el ranking mundial para poder clasificarse a los Paralímpicos.
Una vez más, el deporte le había mostrado una luz de esperanza y un motivo más para seguir poniendo el nombre de México en alto.
“Solo esto me faltaba para poder sentir que he hecho las cosas de la mejor manera posible. Realmente es un sueño hecho realidad. Después de 22 años de estar en el deporte, de entrenar, de competir, de progresar, por fin se me hizo mi sueño y eso significa una gran responsabilidad. Siento una gran responsabilidad de poder traer buenos los resultados”.
Ahora, con 53 años de edad, Martha Verdín Cedeño se encuentra en el Centro Paralímpico Mexicano en la Ciudad de México preparándose y soñando con hacer cosas gigantes en París 2024, su más grande anhelo.
“Quiero disfrutar, no quiero estresarme, quiero hacer todo lo que estoy aprendiendo todavía, todo lo que estoy puliendo en cuanto a técnica, golpes jugadas. Hay momentos, cuando tengo descanso, que me pongo a imaginar cosas que puedo hacer en París. Me visualizo haciendo jugadas, ganando, celebrando”.
Los Juegos Paralímpicos de París 2024 se llevarán a cabo del 28 de agosto al 8 de septiembre del presente año.
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