Héctor Infanzón presentó su nuevo material en la Fonoteca Nacional

Ana Mónica Rodríguez

Periódico La Jornada
Domingo 5 de mayo de 2024, p. 6

El auditorio Murray Schafer de la Fonoteca Nacional se inundó de ritmos y de sonoridades, así como de alegre y nostálgica música, con una orquesta e intérpretes, que en proyección en video, se unieron a las ejecuciones en vivo del piano y vibráfono para ofrecer un mágico giro a la presentación de los discos de Héctor Infanzón: Tres historias concertantes y Días sin tiempo.

El reconocido pianista y compositor, nominado al Grammy Latino, la noche del viernes, llevó bajo el brazo sus dos producciones discográficas en formato físico, las cuales presentó acompañado por el promotor y experto musical Germán Palomares, del percusionista y director de Tambuco, Ricardo Gallardo, así como del promotor cultural Octavio Echávarri, quienes coincidieron en que Infanzón es uno de los pianistas y compositores de jazz y música de concierto más reconocidos de México, cuyo legado permanecerá vigente aun con el paso de las modas.

El disco de Tres historias concertantes, dijo Palomares, le ha generado experiencias muy bellas a Infanzón, desde el hecho de haber ido a grabar a la antes llamada Europa del Este, con la Orquesta Sinfónica de la Radio Nacional de Bulgaria, de gran tradición; se sintió complacido en cómo la agrupación abordó sus creaciones bajo la dirección de Konstantin Dobroykov.

Palomares contó sobre las tres obras que integran dicho material discográfico. La primera concierto para violín y orquesta titulado Remembranzas se integra de tres movimientos: I. Andando curioso (que describe el gusto del compositor por descubrir la ciudad de la mano de su padre), II. El abuelo (recuerdo entrañable del padre de su mamá quien fue de los primeros tramoyistas en el Palacio de Bellas Artes) y III. San Juan 41 (la dirección en que vivió en una de sus épocas más felices), grabado con el solista William Harvey.

Sobre Jugando con papá, concierto para vibráfono y orquesta, fue escrito en un movimiento, en recuerdo a los momentos en familia, en que les costaba trabajo escoger entre tantos juguetes; el solista en esta pieza es Ricardo Gallardo, quien se acompañó con la grabación que se hizo en Bulgaria con la orquesta para tocar el vibráfono en vivo y deleitar a los asistentes a la casona de Coyoacán.

Cabe señalar que esta creación se trata del primer concierto para vibráfono y orquesta que se escribe en México, enfatizó Palomares.

La tercera pieza es Celebración, concierto para piano y orquesta, que se divide en tres movimientos: La víspera, Ofrenda y De fiesta y el solista es Héctor Infanzón. Esta es una traducción musical de lo pachanguera que es la familia Infanzón; es una obra que Héctor se debía, dijo Palomares, tras lo cual el afamado pianista ejecutó su instrumento y apareció la orquesta en proyección en video. Los aplausos en el auditorio, que estuvo saturado, resonaron tras ver y escuchar la maestría de Infanzón en el piano, con el movimiento titulado La víspera.

En resumen, el disco compacto Tres historias concertantes “representa para Héctor Infanzón un triple compromiso: el de pianista, compositor y productor; no es necesario decir que de los tres sale más que muy bien librado, pero sí que en medio de tantos ególatras –que se suponen mejor que el mismo Bach–, Héctor mantiene los pies sobre la tierra, es afable, sencillo, tiene ganas de seguir aprendiendo y por ello, nos seguirá sorprendiendo. Parece que sus alcances artísticos no tienen límite”, puntualizó Palomares.

Estamos celebrando la vida, la música y que no quede atrás el recuerdo, porque fue una bella experiencia haber hecho estos discos, dijo Infanzón, de quien durante más de 40 años de trayectoria sus composiciones han quedado plasmadas en 13 discos y ha colaborado en innumerables producciones y giras internacionales con reconocidos artistas. Además su álbum Tres historias concertantes fue nominado a mejor disco del año y mejor obra clásica contemporánea en los Latin Grammy.

Sobre la producción Días sin tiempo, Germán Palomares expresó: Héctor Infanzón es un músico atemporal, esto a propósito del título del álbum y en este disco alude a las jornadas durante la pandemia del covid-19, en las que parecía que el reloj no caminaba y daba lo mismo que fuera de día o de noche, había poco por hacer fuera de las cuatro paredes de nuestra casa.

Infanzón grabó este disco con dos propósitos visibles: documentar una gran época vivida en compañía de su sobrino Iván Infanzón, en el bajo, así como de Enrique Nativitas en la batería y el percusionista Luis Gómez; además de presentar versiones de otros autores en Triste verdad (Mario R. Armengol), Las pulgas freeway (Eugenio Toussaint) y Se vive así (Marcial Alejandro). El material también lo integran las piezas Primer encuentro, Singapur, Larenal, La botica de Don Carlos, Rincón brujo y Las entrañas de la ciudad (piano parlante #3).

“Héctor es atemporal porque han pasado más de cuatro décadas desde su aparición en el panorama del jazz mexicano y, tres, desde su irrupción en el éxito definitivo al lado Agustín Bernal y Tony Cárdenas en Antropóleo que marcó un hito en el desarrollo de la música alternativa del país; la mayor parte de su repertorio está integrado por composiciones propias, en géneros que van desde la influencia afroantillana, el jazz conocido como mainstream, hasta la música de cámara, de concierto y para las artes escénicas y ha transitado por la música comercial, sin haberse manchado”, puntualizó Germán Palomares.