“esta es la advertencia final”  

La crisis en torno al tema de la privacidad en la red Bitcoin ante las recientes acciones del gobierno estadounidense ha hecho que se abran debates en la comunidad.  

En X, personajes como Edward Snowden afirman tener varios años alertando de la necesidad de preservar la privacidad en el protocolo Bitcoin. Quien fuera agente de la CIA y la NSA, y actualmente prófugo de la justicia estadounidense, sostiene que “el reloj está corriendo”.  

“Llevo diez años advirtiendo a los desarrolladores de Bitcoin que es necesario garantizar la privacidad a nivel de protocolo. Esta es la advertencia final. El reloj está corriendo”.  

Edward Snowden, exagente de la CIA. 

La “advertencia final” de Snowden recibió la crítica de varios desarrolladores de Bitcoin y referentes de la industria. Ellos salieron al paso a cuestionar su posición. Es el caso de Jameson Lopp, quien de forma irónica le respondió: “Podría tardar otros 10 años”.  

Luke Dashjr, también desarrollador de Bitcoin, fue más tajante en su respuesta. Dijo que él no había escuchado alguna advertencia de Snowden anteriormente y le pidió que ofrezca soluciones. “¿Qué tienes en mente específicamente? Todavía no conozco ninguna solución viable para la privacidad a nivel de protocolo (pero no soy criptógrafo)”, señaló. 

Otros referentes del ecosistema, como el director de Plan B Network, Giacomo Zucco, cuestionaron que haya bitcoiners como Snowden repitiendo consejos y advertencias “absolutamente equivocadas”.  

“Es posible que algún día se puedan lograr cambios en las reglas de consenso para mejorar la privacidad en Bitcoin. Y sería bueno implementarlos. Pero es importante llegar allí usando una lógica sólida”, señaló Zucco.   

En una línea de opinión similar, el director de tecnología de Ledger, Charles Guillemet, aseveró que no ve “ninguna ruta de actualización sencilla para mejorar la privacidad de Bitcoin”.  

“Si bien podríamos trazar una nueva cadena desde el estado actual de Bitcoin, no sería Bitcoin. En mi humilde opinión, la probabilidad de que Bitcoin se vuelva privado en el futuro es muy escasa”, comentó. 

Chris Blec, investigador y analista del mercado de criptomonedas, se unió al cuestionamiento sobre Snowden. Él asevera que aun si los desarrolladores tuvieran una idea efectiva para añadir más privacidad a Bitcoin, “los actores poderosos, como los exchanges centralizados, las finanzas tradicionales, las ballenas como Michael Saylor, etc., nunca permitirían la privacidad debido a conflictos con la ley”.  

Persecución a la privacidad en Estados Unidos

Los comentarios de Snowden se dan en un contexto en el que las autoridades estadounidenses mantienen una persecución en contra de las plataformas de bitcoin que resguardan la privacidad de las personas. Es el caso de Samourai Wallet, cuyos fundadores fueron arrestados por el gobierno norteamericano.  

Tras la acción contra Samourai Wallet, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) hizo una alerta por el  uso de plataformas de bitcoin sin el protocolo conoce-tu-cliente (KYC). Según lo indicaron, tomarán el dinero de los clientes si intervienen alguna de estas empresas y no dan garantía de devolución. 

Tal advertencia del FBI, sin embargo, se presenta como argumento a favor de la autocustodia de bitcoin, de acuerdo con lo explicado por distintos referentes del ecosistema. Para ellos, la alerta de esa oficina policial esun incentivo para optar por la custodia soberana de BTC y así saltarse cualquier posible acción del gobierno estadounidense. 

De cualquier forma, la situación con la privacidad de Bitcoin ha motivado que distintas wallets hayan tomado medidas a cuenta de evitar ser parte de la persecución estadounidense. Por ejemplo, la desincorporación de los servicios de CoinJoin, que ofuscan las transacciones para evitar su rastreo.  

Como informó CriptoNoticias, Wasabi Wallet indicó que su servicio de CoinJoin sería deshabilitado desde el 1 de junio. Lo mismo ocurrirá en Trezor. Por su parte, Samourai Wallet eliminó en su más reciente versión el protocolo Whirlpool, enfocado en la ofuscación de transacciones.