Coober Pedy, el pueblo que vive bajo tierra para evadir el calor sofocante

Con un paisaje lunar y una atmósfera casi surrealista, Coober Pedy es un pueblo australiano que decidió vivir bajo tierra para evadir el calor sofocante.

En medio del vasto desierto australiano de Outback, se encuentra Coober Pedy, un pueblo peculiar y único conocido por su innovadora solución para combatir el calor abrasador: vivir bajo tierra. Fundado en 1915 durante la fiebre del ópalo, esta antigua aldea minera se desarrolló en respuesta a la necesidad de escapar de las altas temperaturas que superan los 40 grados Celsius durante gran parte del año.

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Coober Pedy, un pueblo que va a misa bajo tierra

A medida que el pueblo creció con la llegada de migrantes en busca de piedras preciosas, también lo hizo su red subterránea de casas, bares, tiendas e incluso iglesias, donde todos escuchan misa bajo tierra. Estas estructuras, talladas en tierra rojiza, ofrecen a los residentes un refugio fresco y cómodo del intenso sol del desierto. El término aborigen «kupa-piti» da origen al nombre de este lugar, que se traduce como «agujero del hombre blanco».

Además de proporcionar un alivio térmico, vivir bajo tierra también ofrece protección contra los vientos polvorientos y las tormentas de arena que son comunes en la región. Pero el calor no es de lo único que buscan protegerse, la idea de vivir de esta forma también surgió como una forma de evadir a las moscas. En este punto del desierto de Outback, los lugares viven infestados de este insecto.

Cuando se observa a Coober Pedy desde afuera, se pueden ver las chimeneas del sistema de túneles de ventilación de las casas. A pesar de la falta de luz solar entrando por las ventanas, las viviendas cuentan con electricidad, agua e internet, como en cualquier otro lugar. Sin embargo, las sequías frecuentes hacen que el agua sea un recurso preciado. Entre noviembre y marzo, las temperaturas a la sombra pueden llegar a los 48 grados Celsius.

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La capital mundial del ópalo

Coober Pedy, además de ser conocido por su estilo de vida subterráneo, es famoso por ser la capital mundial del ópalo. Sus minas han atraído a buscadores de fortuna de todo el mundo, y la ciudad está salpicada de tiendas que venden estas piedras preciosas en bruto y pulidas. Su paisaje lunar y su atmósfera única han atraído a cineastas, con películas como Mad Max Beyond Thunderdome y The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert, rodadas en sus alrededores.

Este lugar de casas subterráneas es mucho más que un simple pueblo en el desierto australiano; es un testamento de la capacidad humana para adaptarse y prosperar en entornos extremos, donde la vida bajo tierra ha florecido en un entorno aparentemente inhóspito.

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