Hechos clave:
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En el corto plazo, bitcoin puede seguir con elevada volatilidad.
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Una estrategia de inversión a largo plazo (‘hodl’) puede ser la más efectiva para BTC.
La idea de que el mercado bajista o un nuevo «criptoinvierno» podría estar regresando comienza a cobrar más fuerza a medida que pasan los días y las semanas y el precio de bitcoin (BTC) tiene subidas y bajadas, pero no vuelve a su máximo histórico.
Hace aproximadamente un mes y medio, el 14 de marzo, bitcoin alcanzó los 73.750 dólares. Desde entonces, la directriz bajista ha sido evidente, tal como puede verse en el siguiente gráfico de TradingView:
- CHECALO -
Hay quienes empiezan a considerar la posibilidad de que el mercado bajista se extienda por un período prolongado (lo que podría llegar a calificarse como un «criptoinvierno»). La empresa de inversiones y gestión de activos, Galaxy Digital sostiene que es posible que el mercado ya haya descontado la influencia del reciente halving.
También, Joaquín Moreno, CEO de CryptoQuant, le resta importancia al «efecto halving» en el precio de bitcoin. Él sostiene que, a esta altura de la historia con la mayoría de los BTC ya emitidos, todo depende de la demanda. Es necesario que llegue nuevo capital masivamente a BTC para que su precio se incremente.
Por supuesto que la posibilidad de un mercado bajista prolongado es existente y debería ser tenida en cuenta en la estrategia de gestión de riesgo de cualquier inversionista. Aun así, a criterio de quien escribe esta publicación, hay razones suficientes para mantener expectativas alcistas para bitcoin en lo que queda de 2024 y parte de 2025.
1) La historia no se repite, pero tiende a rimar
Hay un refrán en el mundo de las inversiones que dice que «la historia no se repite, pero tiende a rimar». Esto hace referencia al hecho de que existen patrones históricos que suelen reiterarse, con relación al precio de los activos financieros.
Y los patrones históricos para bitcoin muestran que siempre ha tenido un gran rally alcista unos seis meses después de cada halving, tal como puede verse en el gráfico a continuación:
Por lo tanto, si el patrón histórico volviera a cumplirse, bitcoin tendría una gran subida a finales de 2024 y, quizás, durante la primera mitad de 2025.
Probablemente esta subida sea, porcentualmente hablando, menor a la que ha tenido tras halvings pasados. Esto es, simplemente, porque la capitalización de mercado de BTC ahora es mayor y esto hace que se requiera mucho más dinero para mover su precio.
Pero, como se verá más adelante, ahora el mercado cuenta con un instrumento que facilita, en gran manera, la inversión institucional: los ETF que se lanzaron en enero en Estados Unidos (y los que ya existen o van surgiendo en otras partes del mundo). Puede esperarse, todavía, una gran inyección de capital en BTC que haga que el patrón histórico —una vez más— se cumpla.
En este contexto, la idea de una «profecía autocumplida» se torna clave para entender cómo podrían desarrollarse los eventos sobre el precio de bitcoin en el futuro próximo. Una profecía autocumplida es un fenómeno por el cual una creencia o expectativa sobre un evento futuro afecta las acciones de las personas de manera que el evento termina ocurriendo realmente. Esto se debe a que las expectativas influyen en las conductas, lo que lleva a que las predicciones se materialicen efectivamente.
Aplicado al ámbito de bitcoin, si suficientes inversionistas creen que el precio del bitcoin aumentará después de un halving, como ha ocurrido históricamente, comenzarán a comprar anticipadamente, esperando beneficiarse de este aumento. Este comportamiento de compra anticipada puede, por sí mismo, provocar un aumento en el precio (por simple ley de oferta y demanda), validando así la creencia original y fortaleciendo la expectativa de futuras ganancias. Es decir, el simple hecho de que los inversionistas esperen un rally alcista y actúen en consecuencia, puede ser el catalizador que efectivamente cause dicho rally.
2) Todavía es temprano para bitcoin
Bitcoin fue lanzado hace más de 15 años. Su precio, en ese período, pasó de 0 a más de 73.000 dólares. Viéndolo así, muchos podrían creer que ya es tarde para entrar en bitcoin.
Nada más lejos de la realidad. A bitcoin le queda un mercado financiero muy grande por explotar. Ya se han beneficiado de BTC los pioneros cypherpunks y libertarios, inversionistas minoristas, algunos fondos de inversiones, algunas pequeñas y grandes empresas… pero todavía hay más terreno para conquistar.
Todavía falta que lleguen a bitcoin —y tarde o temprano lo harán— fondos de pensión de manera masiva, muchos inversionistas institucionales que todavía se mantienen alejados y las tesorerías estatales. Si bien hay algunos casos excepcionales como El Salvador y otros países que ‘holdean’ bitcoin, esto no es todavía una regla. Son, más bien, excepciones.
Dice la empresa de inversiones WidsomTree que «muchas instituciones apenas están comenzando a asignar o evaluar» inversiones en bitcoin. Además, todavía hay «una parte importante del capital mundial que no se ha desplegado en este espacio» por lo que «aún es temprano».
De un modo parecido piensa Michael Saylor, presidente de MicroStrategy, la compañía de cotización pública con mayor cantidad de BTC en su tesorería. Él está convencido que, al menos hasta 2030 hay una gran oportunidad para acumular bitcoin. Asimismo, en su opinión, no sería prudente esperar demasiado para comenzar invertir en BTC porque, en ese período, el precio crecería exponencialmente.
«Si su familia tuviera 1 millón de dólares y lo dejara en dólares, con 7,5% de degradación anual, van a terminar con 900 dólares después de 100 años. Si quieren dividir el portafolio entre S&P500 y bitcoin, entonces ganarían 512 millones de dólares. En cambio, si pusieran todo en bitcoin, se convertirían en 1.024 millones de dólares. Aumentarían su dinero en 1.000 veces. Bitcoin es una armadura económica, nos va a proteger de las guerras económicas con las que nos enfrentaremos».
Michael Saylor, presidente de MicroStrategy.
Algo que permite comprender el porqué de estas expectativas tan alcistas, es que bitcoin es la «encarnación» misma del concepto de escasez digital. A diferencia del dinero fíat, que los bancos centrales pueden emitir en cantidades ilimitadas, el suministro total de bitcoin está fijado en 21 millones de monedas. Esta característica única, codificada en su protocolo por el creador Satoshi Nakamoto, es un factor que influye en su precio a medio y largo plazo.
La escasez digital de bitcoin es comparable (aunque no similar) a la de los metales preciosos como el oro, pero con la ventaja de ser fácilmente divisible, transportable y verificable.
Tal característica no solo diferencia a bitcoin del dinero fíat sino también de la mayoría de las criptomonedas y tokens, muchos de las cuales tienen suministros ilimitados o reglas menos restrictivas sobre la creación de nuevas unidades.
Esta escasez inherente y predecible es lo que atrae tanto interés institucional y minorista a bitcoin, particularmente en momentos de incertidumbre económica o alta inflación. Los inversionistas que buscan activos que no estén vinculados directamente a las decisiones de política económica de cualquier país ven en bitcoin una opción valiosa (aunque esto no significa que, en el corto plazo, bitcoin no se vea impactado por cuestiones macroeconómicas, como todos los activos financieros).
A medida que más inversionistas entiendan y aprecien la naturaleza de «oro digital» de bitcoin, es razonable esperar que continúen utilizando esta herramienta. Esto puede sostener o aumentar el precio a largo plazo.
3) Los ETF facilitan la inversión institucional
El tercer motivo para mantenerse optimista con una visión alcista para el precio de bitcoin en 2024 y 2025 es la ya mencionada llegada de los ETF al mercado bursátil más grande del mundo: la bolsa estadounidense.
Desde el 11 de enero estos productos financieros están operativos y, tal como CriptoNoticias ha dado a conocer, su lanzamiento fue un éxito y sorprendió hasta a los más experimentados analistas debido a su rápido crecimiento.
Ciertamente, en las últimas semanas (luego de que BTC alcanzara su máximo histórico) la inversión en ETF de bitcoin se ha enfriado. Pero la caída en la inversión es mínima si se la compara con todo el crecimiento inicial que tuvieron estos fondos. Ningún mercado financiero crece sin detenerse, sino que siempre hay saludables correcciones bajistas.
Los ETF de bitcoin representan un hito significativo para los inversionistas corporativos que buscan exponerse al mercado de las criptomonedas de manera regulada. Ellos, en general, prefieren operar con productos que estén bajo el control de entidades como la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y no directamente con bitcoin. Vale aclarar que existen excepciones como la ya mencionada MicroStrategy,
Uno de los desafíos más grandes para los inversores institucionales al invertir directamente en bitcoin es la custodia segura de los activos. Los ETF «solucionan» este problema al eliminar la necesidad de que los inversionistas gestionen directamente la seguridad de sus bitcoin. La custodia de los BTC subyacentes en un ETF se maneja a través de sistemas teóricamente seguros y regulados que están diseñados para proteger los activos contra robos, pérdidas y otras vulnerabilidades operativas. Esto reduce la carga administrativa para los inversionistas (aunque, para ser precisos, si no poseen las llaves privadas, en realidad no poseen bitcoin).
Esta facilidad de acceso y custodia amplía significativamente el potencial de inversión para actores que, de otro modo, podrían ser reacios a participar directamente en el mercado de activos digitales.
Y, tal como lo explica la Criptopedia (sección educativa de CriptoNoticias), los ETF al contado deben respaldarse por el activo subyacente, en este caso, bitcoin. Las empresas emisoras y gestoras (o un tercero que ellas designen) deben custodiar BTC para respaldar a los fondos cotizados en bolsa. Y, para custodiar BTC, primero deben adquirirlo. Por este motivo, mientras mayor sea el interés y la demanda por ETF de bitcoin, mayor cantidad de BTC deberán adquirir estos gigantes financieros entre los que se encuentran BlackRock, VanEck, Franklin Templeton, ARK y otros. Esto termina siendo alcista para el precio de bitcoin.
Algo a mencionar aquí es que no solo existen ETF de bitcoin en Estados Unidos. Países como Canadá, Brasil y, más recientemente Hong Kong, también tienen sus propios fondos cotizados en bolsa respaldados por BTC.
4) La red Bitcoin es más que dinero
Satoshi Nakamoto creó a Bitcoin como «un sistema de dinero en efectivo electrónico entre pares». Pero, con el pasar de los años, Bitcoin ha evolucionado para convertirse en algo mucho más grande. Es, actualmente, una red multipropósito que incluye almacenamiento de archivos, mercados de tokens fungibles y no fungibles, etcétera.
Aunque estos usos no monetarios de la red Bitcoin provocan disconformidad en muchos, lo cierto es que existen. Pueden mencionarse desarrollos recientes como los protocolos Ordinals, BRC-20 y Runes.
El crecimiento de estos usos no monetarios de la red Bitcoin tiene un impacto directo en el valor de BTC. Para interactuar con estos protocolos, los usuarios necesitan pagar comisiones de transacción en bitcoin, lo que puede aumentar la demanda de esta moneda digital. Además, la necesidad de BTC para pagar estas comisiones incentiva a los mineros a continuar su labor de procesamiento y validación de transacciones, lo cual, a su vez, refuerza la seguridad y robustez de toda la red.
Este mecanismo crea un círculo virtuoso: a medida que la red se hace más útil y segura, más usuarios se sienten atraídos a usarla, lo que potencialmente aumenta la demanda de bitcoin y, por ende, su precio. Además, estos desarrollos podrían atraer a un nuevo segmento de usuarios e inversionistas que utilizaban mayormente otras redes, por ejemplo, Ethereum, Solana o BNB Chain.
5) El sistema fíat va de mal en peor
En un contexto global donde hasta las monedas fíat más fuertes (como el dólar estadounidense, el euro y el yen japonés) enfrentan desafíos significativos, el atractivo de bitcoin como una alternativa antiinflacionaria se vuelve aún más pronunciado.
Las políticas monetarias expansivas adoptadas por los bancos centrales en muchas economías desarrolladas y emergentes, especialmente en respuesta a crisis económicas, han llevado a una emisión masiva de dinero. Esta expansión de la base monetaria lleva indefectiblemente a una devaluación de las monedas y, por ende, a la inflación.
Por ejemplo, en respuesta a la crisis financiera global de 2008 y la reciente pandemia de COVID-19, los bancos centrales, incluido la Reserva Federal de EE. UU. y el Banco Central Europeo, implementaron programas de estímulo cuantitativo sin precedentes. Estas medidas aumentaron significativamente la cantidad de dinero en circulación. Por simple ley de oferta y demanda, la emisión inorgánica de dinero hace que este se deprecie.
En contraste, como se ha mencionado anteriormente, bitcoin ofrece un suministro fijo de 21 millones de monedas, una política que está codificada en su software y no puede ser alterada sin un consenso abrumador de la red. Esta escasez inherente contrasta marcadamente con la naturaleza inflacionaria del dinero fíat, donde la oferta puede expandirse según lo decida el gobierno de turno.
Las propiedades antiinflacionarias de BTC son cada vez más reconocidas en momentos de incertidumbre económica. Por ejemplo, durante episodios de alta inflación en países como Venezuela, Zimbabwe, y más recientemente Turquía y Argentina, se ha observado un incremento en la adopción de la moneda digital. Los ciudadanos de estos países han buscado refugio en bitcoin para preservar su capital ante la rápida devaluación de sus monedas locales.
Este reconocimiento de Bitcoin como una «armadura económica» contra la inflación lo convierte en una opción cada vez más atractiva. A medida que las principales monedas continúan enfrentando desafíos económicos y los bancos centrales persisten en políticas que podrían devaluarlas aún más, la demanda de bitcoin probablemente aumentará. Esto no solo impulsa su precio sino que también refuerza su posición como un activo de refugio seguro en tiempos de incertidumbre financiera.
Por lo tanto, queda en evidencia en estos 5 puntos (y podrían mencionarse muchos más) que el camino alcista para bitcoin no está terminado. Si bien la volatilidad en el corto plazo puede ser elevada, bitcoin mantiene —en el largo plazo— su directriz apuntando hacia arriba.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.
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