“Llega, nos caga y se va”

Cuando creíamos que todo lo que se podía opinar sobre Elon Musk ya se había dicho, un exempleado de Tesla ha lanzado la que posiblemente sea la definición más curiosa sobre el magnate jamás dada. Según publica Electrek, un antiguo gerente del fabricante de coches eléctricos lo ha catalogado como un «CEO paloma».

La justificación a tamaña descripción es bastante sencilla y gráfica. «Llega, nos caga encima y se va», ha esgrimido el susodicho, cuya identidad no se ha revelado. Tampoco se ha brindado mucho más contexto al respecto, aunque probablemente no sea necesario.

La definición de «CEO paloma» se justificaría en los cambios impulsivos que Elon Musk dictaminaría dentro de Tesla. Una conducta que no sería nueva, pero que se habría hecho más evidente en los últimos tiempos; en especial, por su alejamiento de la gestión cotidiana de la compañía para dedicarle más energías a X (Twitter).

Algunos exempleados de Tesla manifestaron que Elon Musk estaba pasando menos tiempo en la firma desde que compró la red social. Aunque ello habría comenzado a cambiar en semanas más recientes, y no por casualidad.

El fabricante de coches eléctricos viene de ser noticia por las contradicciones en torno al Model 2 de 25.000 dólares, el despido de unos 14.000 empleados y la presentación del robotaxi. Y a todo esto se suma el debate entre los accionistas por si se debe restablecer o no un paquete de compensación para el ejecutivo valuado en 55.000 millones de dólares.

Elon Musk, el CEO paloma de Tesla

Independientemente de los motivos, el comportamiento de Elon Musk en la conducción de sus compañías nunca ha pasado desapercibido. Aunque, como indicamos al comienzo, probablemente nadie se animó antes a definirlo de un modo tan gráfico.

Uno de los testimonios que acompaña la descripción de «CEO paloma» revela que el magnate pidió que una nueva sección de la Gigafactory Texas se terminara antes de lo previsto. Los trabajadores se desempeñaron a contrarreloj para cumplir con la fecha establecida, pero cuando Elon Musk llegó para ver cómo había quedado les pidió que cambiaran toda una pared por vidrio. ¿La explicación? Ninguna.

«Llega, nos caga encima y se va», en efecto.

Por lo pronto, Elon Musk no se ha pronunciado sobre el artículo de Electrek ni sobre su caracterización como un «CEO paloma». Todos sabemos que al magnate no le da pudor lanzar dardos contra medios o artículos que lo exponen de un modo poco favorable. Algo que muchos de sus más de 180 millones de seguidores en X (Twitter) suelen celebrarle.

Aunque a Elon Musk también le gusta la ironía. Así como una vez usó su bio de la red social para proclamarse «Jefe de Twit», no sería extraño que el día de mañana abrace la definición de «CEO paloma» con orgullo.