3 razones para verla en Netflix

A LeRoy Robert Ripley se le conoce por dos cosas distintas e igualmente extrañas. Por un lado, este humorista gráfico y empresario, llevó adelante un proyecto que a la distancia de las décadas parece imposible de imaginar. El de crear museos y recopilar columnas periodísticas que relataban los eventos más extraños de la Norteamérica profunda. Lo que comenzó como una serie de anécdotas en diferentes diarios del país, terminó por ser una compañía especializada, precisamente en lo inexplicable. O en cualquier caso, en capitalizar el interés que eso suscita. 

Pero, este antropólogo aficionado, también dio en el clavo con algo más. La necesidad del público de compartir acontecimientos que superan su conocimiento o que se acercan al límite de lo extraordinario, cuando no lo macabro. Ripley — que llegó a tener su propio programa de televisión — demostró que lo singular y terrorífico es fuente de una profunda curiosidad. Y que, a la vez, puede abrir las discusiones más peculiares. De la creencia en lo sobrenatural, a la especulación sobre la vida extraterrestre. El gran legado de este empresario curioso es profundizar en el lado más retorcido de la cultura pop.

Un elemento que hereda directamente Expedientes de lo inexplicable. En ocho episodios, la serie de Netflix demuestra que la perspectiva científica sobre sucesos que carecen de sentido o se acercan a lo paranormal, siempre serán atractivos. Todavía más, cuando son analizados a través de los relatos de sus protagonistas. Si te intriga este tipo de investigación, te contamos d’e tres buenas razones para disfrutar de su primera temporada, que recién se añade al catálogo de la plataforma. 

Un punto de vista neutral

A diferencia de otras tantas producciones parecidas, Expedientes de lo inexplicable, no se limita a narrar un hecho calificado como sobrenatural. De hecho, buena parte de sus episodios, incluyen un grupo de testigos no demasiados convencidos del suceso que se describe. 

En el caso del primer episodio, que especula sobre un encubrimiento gubernamental norteamericano de diversos avistamientos de OVNIS, la serie evita ser manipuladora. Lo que le permite, tanto consultar a testigos de primera mano como a expertos en desastres aéreos o investigadores de fenómenos meteorológicos. En específico, la serie brinda tiempo e investigación, a recordar a la audiencia el llamado incidente de Pascagoula. En este, dos hombres de Mississippi fueron supuestamente abducidos. Pero la producción no profundiza en la circunstancia desde un punto de vista tendencioso o tratando de convencer sobre la verosimilitud de lo que cuentan los afectados. En lugar de eso, brinda un buen espacio para la duda.

Pero son sus capítulos dedicados a lo sobrenatural y a la posibilidad de visiones espectrales, lo que demuestra la capacidad del programa para ser imparcial. En particular al detallar fotografías, supuestos encuentros con fantasmas u otras entidades. La producción logra demostrar que gran parte de lo que muestra, podría tener una explicación más mundana. Un elemento que hace de Expedientes de lo inexplicable, más creíble que otros argumentos parecidos. 

Casos muy curiosos para los amantes de los misterios

A pesar de que Expedientes de lo inexplicable, incluye en su repertorio de casos los habituales avistamientos de OVNIS y fantasmas, también hace repaso de otros sucesos enigmáticos. En este caso, un asesino en serie — o lo que parece ser uno — y la lluvia de una sustancia biológica, cuyo origen nadie pudo explicar. Tanto como el otro, son explorados con herramientas científicas y con documentación real, que deja claro que aunque no se trate de episodios paranormales, carecen de explicación evidente.

Más interesante aún, resulta la reconstrucción de la desaparición de cinco viajeros discapacitados en el condado de Yuba (California). Se trata de un caso que obsesionó a Norteamérica durante la década de los años 1970, pero que, posteriormente, cayó en el olvido. La producción de Netflix, no solo recupera gran parte de los datos que rodearon al suceso, sino que investiga sobre ellos, con un cuidadoso mapa de eventos. Lo que le permite, llegar a una posible explicación de lo ocurrido. 

Otro caso intrigante es el llamado embrujo del lago Lanier, que abarca más de 100 desapariciones en el paisaje de Georgia. El documental profundiza en todos los expedientes alrededor de los casos de ahogamiento y otras circunstancias inexplicables. Siempre, con un punto de vista fresco y original. 

Los testigos cuentan sus historias

Si la mayoría de las producciones al estilo recrean los casos con actores, Expedientes de lo inexplicable, recurre directamente a los testigos de primera mano. Lo que da a cada uno de los capítulos un aire confesional e íntimo. De hecho, la mayor parte de las historias, son contadas desde la aproximación y con el testimonio de observadores, víctimas o sus allegados. Lo que hace que la perspectiva no solo sea directa, sino lo más personal posible. 

La decisión de la producción, permite entonces que la serie se aleje de la exageración de la ficción, para basarse estrictamente en los hechos, tal y como se vivieron en el momento en que ocurrieron. Un elemento que permite al programa ampliar su visión sobre lo desconocido y dejar claro, que para sus testigos, lo ocurrido fue real.