En Xalapa, tener un empleo con un salario aceptable es un tema complicado. “A menos que tengas un puesto en el gobierno”, señalan entrevistados quienes reconocen que, tanto a profesionistas como a quienes no tienen una carrera universitaria, les lleva tiempo encontrar una vacante en una empresa que les permita contar con percepciones que les permitan tener una vida digna.
Como mínimo un trabajador en Xalapa debe percibir el salario mínimo general que se encuentra en 248.93 pesos diarios, lo que significa alrededor de 7 mil 500 pesos al mes. En el caso del salario profesional, del que hay una lista de 61 oficios, profesiones y labores especializadas, está entre 253.10 y 557.41 pesos diarios, esto de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
Sin embargo, jóvenes xalapeños reconocen que este ingreso no alcanza para satisfacer todas las necesidades. En algunos casos han tenido que aceptar tener jornadas laborales muy extensas o sacrificar las prestaciones con tal de tener un ingreso mayor.
El problema es más complejo para quienes buscan trabajar y estudiar ya que no hay oportunidades medio tiempo con salarios competitivos.
- CHECALO -
Para encontrar trabajo hay que tener palancas
Fernando Álvarez García, quien estudió la carrera de Informática en la Universidad Veracruzana le costó varios años y considera que hay que tener una “palanca” para tener un buen empleo.
Este profesionista comenta que tuvo que batallar varios meses tras egresar de la universidad para encontrar un empleo. Tras llevar su solicitud de empleo en diversas empresas logró encontrar algo que estuviera relacionado con su carrera de informática gracias a una “palanca”.
Ahora labora en una empresa privada donde percibe un salario de 9 mil pesos al mes, ya tras los descuentos de impuestos y servicio médico.
Obviamente esa cantidad no le alcanza, “pero es lo que hay”. Lamenta que en Xalapa los salarios para la generalidad de los empleos que se ofertan son bajos. Sí hay otros con percepciones altas pero son pocos y seguramente están relacionados con las entidades de gobierno.
Difícil encontrar oportunidades laborales
Estela Paredes Díaz, estudió Sociología en la UV, egresó en el año 2008. Desde entonces ha trabajado en instituciones privadas y ha logrado tener algunos contratos en dependencias del gobierno estatal, donde ha tenido salarios bajos pero otros aceptables.
Ella ahora obtuvo un contrato en el gobierno federal, pero solo por tres meses. Dice que le pagan alrededor de 15 mil pesos mensuales, pero solo es por un tiempo corto. Opina que hay pocas oportunidades laborales en Xalapa. “El tema de las oportunidades laborales es inestable en este momento, porque no te permiten quedarte y obtener una base”.
Ahora que logró este contrato, siente que sí ejerce su profesión como socióloga. Ahora gana cerca de 15 mil pesos con prestaciones, pero solo por 3 meses.
“Desgraciadamente en ninguna dependencia de gobierno te dan una plaza, solo son contratos por meses. Es más, ni en las empresas te dan una plaza permanente. Todos te ofrecen trabajos eventuales”, dice. Y añade: “De esos he tenido bastantes, pero siempre hay que andar buscando otra oportunidad”.
En ese sentido, María García Prado, quien tiene una carrera de Trabajo Social en una universidad privada, comenta que ahora encontró un trabajo en el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), realizando los censos económicos, para el que le dieron un contrato de tres meses y en el que percibe poco más de 7 mil pesos al mes.
Dice que le da gusto tener un empleo, aunque el salario no le alcanza. Tiene que trabajar más de 8 horas diarias, pero no le importaría si el salario fuera más alto.
Ella recorre las colonias de la ciudad encuestando a los comercios y pese a que gana poco, sí le gustaría que se prolongará por más tiempo.
Dice que espera pronto hallar una fuente de trabajo aunque fuera en otra ciudad. Ella busca opciones y está consciente de que son pocas las oportunidades para la demanda existente.
Salarios bajos
Ramón Fernández Rojas, estudió para ser maestro. Ahora se dedica a la venta de libros porque asegura que es parte de su formación fomentar la lectura entre los pequeños.
Además da clases en una escuela particular y ofrece asesorías. Dice que recibe un salario de 8 mil pesos al mes por dar clases, pero no tiene prestaciones. Porque trabaja por horas y no tiene una jornada laboral.
Lamentablemente o afortunadamente, esta situación laboral le permite dedicarse a la venta de libros porque una de sus pasiones es la lectura, así que por ahora disfruta de su trabajo y no piensa tanto en sus percepciones.
María Hernández Lozano, quien estudió la licenciatura de Turismo comenta que no trabaja en su actividad porque ya lo hizo en una cadena internacional, donde la pagan una cifra aceptable, pero las jornadas eran demasiado largas.
Considera que el trabajo, en la ciudad de Orizaba, en un hotel de varias estrellas era duro, porque tenía un horario de 24 horas, por un día de descanso. No le dejaba mucho tiempo, así que dejó ese trabajo y se dedica ahora al comercio, donde si bien no gana tanto le permite vivir su vida.
Sin prestaciones
Gustavo Álvarez Chacón, estudió solo hasta el nivel de preparatoria, desde hace meses encontró un empleo en una compañía repartidora de garrafones de agua. Ahí comenta que le dieron a elegir si le pagan vía nómina, con algunas prestaciones y pagando impuestos o por comisiones donde le dan 2 mil 200 pesos a la semana. Para tener un poco más optó por la segunda.
Comenta que ha trabajado en varias empresas donde los salarios han sido un poco menos. Dice que aunque realiza una actividad pesada porque hay que cargar los garrafones y conducir la camioneta, las percepciones son mejores que en otros negocios. No es suficiente, pero pudo ser menos.
Buen ingreso de mesero
Efraín Pérez Torres, no cuenta con estudios universitarios se quedó en tercer semestre de preparatoria, ha encontrado que trabajar de meseros en restaurantes de renombre le permite contar con un salario mínimo de base, de 7 mil 500 pesos mensuales, pero con propinas puede duplicar esa cifra en un fin de semana.
Trabajar como meseros en grandes restaurantes es un trabajo fuerte, requiere de mucho esfuerzo por el ir y venir, pero los ingresos son buenos cuando das una atención adecuada a los clientes.
Otro punto a favor, comenta, es que muchos de los negocios ofrecen prestaciones de ley como seguridad social y eso es algo que le agrada.
En un buen fin de semana, de quincena, señala que en una noche logran ganar hasta 5 mil pesos de propinas, por eso son tan buscados los empleos de mesero en restaurantes de alto nivel.
Pocos empleos de medio tiempo
Rafael Hernández Méndez, estudiante del tercer semestre de la Facultad de Arqueología de la Universidad Veracruzana, expone que para ayudarse con los gastos de la carrera trabaja los fines de semana como ayudante con una empresa de música que ameniza eventos musicales.
En su caso, que es un empleo de fin de semana, dice que logra ganar entre 600 y mil pesos. Obviamente solo puede trabajar viernes y sábados en dos o tres eventos. A veces, cuando hay oportunidad también asiste los domingos, pero es menos recurrente.
A sus 20 años gana un poco más del salario mínimo diario, trabaja de 4 a 6 horas diarias en cada evento.
Su familia no puede darle el suficiente dinero para sostenerse en Xalapa mientras estudia por lo que ha buscado empleos de fin de semana. También estuvo en un puesto de alimentos en el que ganaba 300 pesos diarios trabajando viernes y sábado.
Rafael explica que no es fácil encontrar un trabajo de medio tiempo, dado el horario que tiene en la facultad, por lo que ha optado por hallar opciones de fin de semana que le permitan continuar sus estudios.
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