Las autoridades sanitarias japonesas están preocupadas por la transmisión mucho más rápida de lo normal de una enfermedad bacteriana conocida como síndrome de shock tóxico estreptocócico. No es una afección nueva, ni muchísimo menos. Sin embargo, mientras que el número medio de casos anuales se situaba tradicionalmente entre 100 y 200, en 2023 se detectaron 941 y en lo que va de 2024 ya se han contabilizado casi 400. En el resto del mundo esta enfermedad puede recordarnos a esa que se contrae por un mal uso de los tampones. ¿Pero es la misma afección?
Esta pregunta, junto a la duda de si podría convertirse en una nueva pandemia, está preocupando a la población global a medida que los medios de comunicación se hacen eco de la situación. Cabe destacar que, al contrario que la COVID-19, la gripe o la mayoría de enfermedades causantes de pandemias, el síndrome de shock tóxico no lo causa un virus, sino una bacteria. O más bien un grupo de ellas. Pero también ha habido grandes epidemias causadas por bacterias. La peste es un buen ejemplo de ellas. Aun así, la transmisión no es tan rápida como con otras bacterias.
En cuanto a la vía de contagio, cabe destacar que esta es una enfermedad muy amplia, que se puede contraer de muchas maneras. Efectivamente, el mal uso de los tampones es una de ellas; pero, en el caso de Japón, es otra bacteria la que está causando problemas. Veamos entonces cuáles son las diferencias.
¿Qué es el síndrome de shock tóxico?
En realidad, el síndrome de shock tóxico, más que como una enfermedad, podría considerarse como una complicación de ciertas infecciones bacterianas. Algunas bacterias producen toxinas, que les ayudan a evadir el sistema inmunitario o a aumentar su virulencia. Por lo tanto, están relacionadas con la gravedad de la infección.
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Ciertas bacterias, como las de los géneros Staphylococcus y Streptococcus, pueden causar infecciones muy graves a causa de estas toxinas, sobre todo si logran llegar hasta la sangre. En ese caso, pueden provocar hipotensión, sepsis y un fallo orgánico mortal. También son capaces de necrosar los tejidos musculares.
Todo eso es lo que se conoce como síndrome de shock tóxico. Estamos hablando de bacterias que, en muchos casos, solo causan enfermedades leves, como amigdalitis o faringitis. Por eso es tan difícil caracterizar esta enfermedad, porque depende mucho de la forma en que se comporte la bacteria, la vía de contagio o las patologías previas del paciente.
¿Qué está pasando en Japón?
El síndrome de shock tóxico más conocido, ese que se transmite por el mal uso de tampones, suele estar causado por bacterias del género Staphylococcus. Sobre todo por Staphylococcus aureus. Sin embargo, el que está causando preocupación en Japón es un síndrome de shock tóxico estreptocócico.
Esto, lógicamente, indica que lo causan bacterias del género Streptococcus. En este caso, son estreptococos del grupo A y parece que se trata de una cepa especialmente virulenta. Esa es la causa por la que hay tantos casos. Aunque también, según las autoridades sanitarias, puede deberse a un descuido de la población con respecto a medidas de higiene tan simples como el lavado de manos.
¿Cómo se transmite el síndrome de shock tóxico?
Existen muchas vías de transmisión para el síndrome de shock tóxico, pero la más habitual es a través de cortes o heridas. Esto se debe a que, así, las bacterias tienen un acceso más rápido a la sangre. Por eso es muy importante lavarlas y desinfectarlas bien.
La bacteria también puede penetrar a través de las mucosas y contagiarse mediante toses y estornudos, aunque en menor medida terminaría causando síndrome de shock tóxico. Finalmente, puede complicar ciertas infecciones virales, como la gripe, por lo que también es importante seguir tomando las medidas de prevención de contagio de virus respiratorios.
¿Qué podemos esperar?
De momento, parece que la mortalidad del síndrome de shock tóxico de Japón está en torno a un 30%. Es bastante alta, de ahí que las autoridades sanitarias estén tan preocupadas. No obstante, debemos tener en cuenta que estamos hablando de 900 casos anuales en un país con 125 millones de personas. Por supuesto, se deben tomar medidas, pero es importante que no cunda el pánico.
La parte buena de todo esto es que, mientras que la bacteria no sea resistente, la enfermedad puede tratarse con antibióticos si se llega a tiempo. Dejemos a los expertos caracterizar a las bacterias que están causando el aumento de casos en Japón y sigamos con las medidas de higiene que ya aprendimos para la COVID-19. De momento no es necesario alarmarse.
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