El agua contaminada, principal causa de las enfermedades diarreicas en Cuba

La Habana/Las enfermedades diarreicas agudas en Ciego de Ávila aumentaron un 86% respecto a marzo de 2023, dijo este lunes en una nota el diario oficialista Invasor. Pese al incremento desmedido, que se ha traducido en un alza preocupante “en las atenciones hospitalarias”, las autoridades epidemiológicas de la región aseguran que los casos están dentro de los estimados para este período del año, por lo que estiman que la situación aún se encuentra en la “zona de seguridad”.

“A pesar de que epidemiológicamente hablando no estemos en una situación crítica, sí debemos preocuparnos y tomar medidas, sobre todo en el hogar”, aclaró al periódico José Luis López, subdirector de Epidemiología del Centro Provincial de Higiene.

Según explicó, la institución establece cuatro categorías para monitorizar el avance de estas enfermedades en la Isla: zona de éxito, cuando hay menos casos de los estimados; zona de seguridad, cuando se cumple la estimación; de alarma, cuando aumentan; y de epidemia, cuando rebasan lo esperado. Para “esta época del año”, insistió el directivo, “los casos se han incrementado, pero dentro de los límites”.

“En los estudios que se han hecho, más del 38% de las muestras analizadas han sido positivas a protozoos (parásitos)»

Invasor, no obstante, no quedó satisfecho con las afirmaciones de López y subrayó que meses atrás el periódico señaló el aumento de los casos anuales en la provincia, que hasta septiembre de 2023 superaban los 1.000, a razón de 37 por semana en ese mes y con “énfasis en edades pediátricas”. La cifra superó en 71,2% a los casos del mismo período de 2022. Con advertencias tan claras, incluso si es un “alza estacional”, hasta el medio oficialista se cuestiona si las autoridades hubiesen podido prevenir un nuevo incremento este año.

“En todos los municipios, excepto Chambas y Bolivia, se han incrementado los casos de enfermedades diarreicas y la mayor incidencia está en los menores de 15 años, y, dentro de ellos, los lactantes hasta un año de edad, lo que hace saltar las alarmas por los riesgos de deshidratación en ese grupo de edades”, añade López.

En cuanto a las causas, el directivo señala un alza evidente en el “parasitismo intestinal” de gran parte de los pacientes aquejados por estos padecimientos. “En los estudios que se han hecho, más del 38% de las muestras analizadas han sido positivas a protozoos (parásitos), y se ha aislado, en algunos casos la salmonella, causante de la salmonelosis, una enfermedad bacteriana común que afecta el tubo intestinal y puede provocar diarrea, fiebre y calambres abdominales”, refiere.

En este sentido, explica López, los brotes de enfermedades diarreicas escapan de las manos de las instituciones sanitarias, ya que muchos de estos parásitos y bacterias se encuentran principalmente en el agua o en los propios alimentos, por lo que corresponde a otras instancias comprobar, por ejemplo, la calidad del agua potable.

El deficiente servicio de agua en la mayor parte del país, no obstante, obliga a gran parte de los ciudadanos a utilizar el agua que tienen a su alcance, ya sea de cisternas con el líquido estancado, presas y ríos contaminados, o pozos que no cumplen los parámetros de calidad para el consumo. A ello se suman los constantes apagones que sufre la Isla, que se han intensificado durante la última semana, y que dificultan la refrigeración de alimentos.

El pasado diciembre, la prensa oficial informó de un brote de leptospirosis en las provincias orientales, otra de las enfermedades asociadas generalmente a la insalubridad de las ciudades y la presencia alarmante de roedores. Los gigantescos basureros que exhiben las ciudades de la Isla, denunciaba entonces a este diario una habanera, son la principal causa del aumento de esta enfermedad.

Las autoridades, sin embargo, se limitaron una vez más a culpar a la población por no asistir a tiempo a los hospitales para ser tratados, y no ofrecieron una explicación clara para el aumento de los casos.