Mercedes-Benz no será una compañía totalmente eléctrica en 2030, después de todo. El gigante alemán dejó entrever que no llevará a cabo su plan original de fabricar solo coches eléctricos para esa fecha, como acordó a mediados de 2021. Las bajas ventas la han obligado a adoptar una estrategia más conservadora.
De acuerdo con los resultados financieros más recientes, Mercedes-Benz pronosticó que el 50 % de sus ventas para los próximos cinco años serán totalmente eléctricas. La compañía reveló que la situación económica actual es de incertidumbre y los conflictos internacionales podrían generar acontecimientos inesperados. La alemana señala que la pugna entre Estados Unidos y China está provocando un deterioro en las relaciones comerciales.
«Mayores interrupciones en la cadena de suministro y, en particular, cuellos de botella en la disponibilidad de componentes críticos, siguen siendo un factor de riesgo importante», mencionó en su reporte. «Estos pueden afectar las cadenas de suministro y la evolución de los precios de las materias primas y la energía».
Mercedes-Benz declaró que está tomando las medidas necesarias para volverse totalmente eléctrica. No obstante, indicó que será «tácticamente flexible» y analizará las condiciones de mercado y de sus clientes para definir el ritmo de esa transformación.
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«La compañía planea estar en condiciones de satisfacer las diferentes necesidades de los clientes, ya sea una transmisión totalmente eléctrica o un motor de combustión electrificado, hasta bien entrada la década de 2030″, afirmó.
La empresa alemana añadió que las fábricas se están reestructurando para satisfacer la demanda y alcanzar el punto de inflexión hacia una era totalmente eléctrica. El cambio no será sencillo, ya que requiere de una inversión multimillonaria y una compleja reorganización en la que algunos puestos laborales dejarán de existir.
Mercedes-Benz sigue comprometida con los coches eléctricos
Mercedes-Benz será una compañía 100 % eléctrica, aunque eso ocurrirá hasta mediados de la década de 2030. La alemana ha tenido que recular en su plan inicial de invertir 40.000 millones de dólares para fabricar solo coches eléctricos. La estrategia delineada en 2021 incluía la construcción de ocho gigafactorías para producir baterías que usarían en sus vehículos y en los de sus socios comerciales.
Pero ese futuro eléctrico que imaginaba Mercedes-Benz y otros fabricantes ha cambiado por las condiciones actuales. La guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto actual de Oriente Medio y el bloqueo a China modificó el ecosistema comercial. La compañía no descarta «posibles perturbaciones» en los mercados financieros, así como un impacto negativo de la desaceleración económica en la industria automotriz.
La creciente inflación y las tasas de interés no son el único problema que enfrentan los fabricantes. Algunos concesionarios reportan que cada vez es más difícil vender coches eléctricos, ya que los compradores se han vuelto quisquillosos. Los días en que los Tesla se vendían como pan caliente terminaron, puesto que ahora las marcas deben convencer a los usuarios comunes y no a los early adopters.
Ante la incertidumbre, Mercedes-Benz afirmó que lograron ejecutar su estrategia en tiempos difíciles. «Preparamos el terreno para productos y plataformas de próxima generación, como VAN.EA y MB.OS., para mantener a Mercedes-Benz a la vanguardia de la industria», dijo Ola Kaellenius, director ejecutivo del gigante alemán.
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