Las autoridades culturales de La Habana han confirmado a EFE la petición formal de una prórroga al ayuntamiento de Palma (Islas Baleares) para renovar el préstamo de la silla de Maceo, una noticia adelantada por 14ymedio y la prensa de Mallorca hace casi un mes.
«Como pasa en el mundo patrimonial, estamos pidiendo renovar el contrato (de préstamo) por un período de tiempo. No hemos planteado que sea una donación, lo que estamos pidiendo es una prórroga», dijo Grisel Terrón, directora de Bienes Patrimoniales de la Oficina del Historiador, que, no obstante, deja caer la ilusión que haría en la Isla si Palma se la entregase.
«Si Palma quisiera donar la silla, nosotros la recibiríamos con gran felicidad. Pero comprendemos que hay un convenio firmado que hay que respetar», señala la funcionaria, que recalca que su entidad está «en la mayor disposición» de recibirla como donación.
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«Si Palma quisiera donar la silla, nosotros la recibiríamos con gran felicidad. Pero comprendemos que hay un convenio firmado que hay que respetar»
La prórroga, confirma Terrón, podría ser simplemente una extensión del préstamo actual o incluirse dentro de un intercambio «temporal o permanente» de distintas piezas de arte entre La Habana y Palma.
Para esta última opción, la Oficina del Historiador ha ofrecido a la ciudad española varias piezas de valor histórico: una cartera de bolsillo de Arsenio Martínez Campos (gobernador general de la Cuba colonial entre 1869 y 1871), un banderín español de época y dos óleos de Martínez Campos (a elegir uno), uno de los cuales se atribuye al pintor Aurelio Melero.
La funcionaria, que calificó la silla de Maceo de «entrañable» para los cubanos e importante «desde el punto de vista afectivo», dijo que por su «valor simbólico» el objeto es algo muy complejo de tasar.
Los registros históricos indican que un guajiro se la regaló a Maceo durante la guerra de 1895, pero se desconoce hasta qué punto fue empleada por el líder independentista, ya que es bastante pesada y difícil de transportar. El objeto formó parte de un botín en la contienda y se cree que fue llevado a España por el militar y político balear Valeriano Weyler.
Sus descendientes lo donaron posteriormente al Museo de Mallorca, donde estuvo perdida en los almacenes hasta que un periodista local la halló y puso en evidencia su valor patrimonial. El Parlamento balear llegó a aprobar una resolución para pedir su devolución a Cuba, aunque el ayuntamiento no hizo nada al respecto.
En 2018, durante el viaje a la Isla del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la silla fue llevada a La Habana en virtud de un acuerdo de préstamo temporal firmado entre las partes y las autoridades locales de Palma viajaron un mes después a la inauguración de la exposición del tesoro en la sala de Banderas del Palacio de los Capitanes Generales, en La Habana Vieja, donde iba a estar al menos durante dos años que se prolongaron.
El pasado 16 de noviembre de 2023, el objeto tendría que haber sido devuelto a España, pero la apertura en diciembre de una muestra llamada Antonio Maceo, de campañas y otras contiendas, en la que estaba prevista la presencia de la conocida silla dejaba claro que el tiempo volvía a estirarse.
Así lo confirmó el nuevo consistorio, que este enero dijo a la prensa balear: «Desde Cuba nos han pedido una prórroga y ahora mismo se está valorando qué se va a hacer».
«Desde el Gobierno cubano hay mucho interés y buena voluntad para que la silla continúe aquí, que es donde debería estar: en Cuba. Lo cierto es que ambos gobiernos tienen voluntad total para que se quede en Cuba»
Según Bartolomé Sancho Morey, un periodista mallorquín residente en Cuba, el entendimiento era más que probable. «Desde el Gobierno cubano hay mucho interés y buena voluntad para que la silla continúe aquí, que es donde debería estar: en Cuba. Lo cierto es que ambos gobiernos tienen voluntad total para que se quede en Cuba. No hay dificultades en negociar», dijo.
El pasado septiembre, el alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, recordó en un encuentro al cónsul de Cuba en Barcelona, Alejandro Castro Medina, que el préstamo estaba pronto a caducar y que la Silla de Maceo «debería ser devuelta a Palma», pero el Consistorio parece haber cambiado de opinión.
En 1995, una delegación militar del Ministerio de Defensa español viajó a Cuba invitada por las Fuerzas Armadas de la Isla para traer la silla de montar de Maceo, que estaba en el Museo del Ejército en Madrid y era propiedad del Estado.
A cambio de esta cesión, que fue negociada durante años y aprobada por las partes, Cuba entregó un cañón del buque destructor Plutón, que fue hundido en Cuba en 1898 y una bandera de percha tomada a un soldado español en 1897.
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