Éstos los dioses griegos más icónicos

Los dioses griegos han conseguido llegar a lo más profundo de nuestras memorias. Por ello, te presentamos algunos de los más populares.

Grecia está en inundada en una cultura magnífica y variada. Su mitología es increíblemente popular y las historias del Olimpo han trascendido por milenios. Hoy por hoy los dioses griegos viven permanentemente en la memoria colectivo del mundo entero. Por ello, te presentamos una lista con algunos de los más populares e importantes de las historias que siguen fascinando a millones. 

Hades, el rey del inframundo

El dios griego del inframundo, Hades, es definitivamente uno de los más reconocidos. No solo por ser el principal representante del reino oscuro, sino también por estar estrechamente relacionado a otras figuras mitológicas importantes como Zeus (su hermano) o el guardián del inframundo, Cerbero. Además, es hijo de dos de los titanes más populares: Cronos y Rea. 

De acuerdo con Britannica, la mitología narra que cuando los hijos de Cronos lo derrotaron el reino se dividió en dos. Hades se encargó de gobernar el inframundo y su principal tarea era vigilar los castigos de quienes habían llegado ahí por ser malvados. Empatando a las características oscuras de su reino, Hades era un dios severo, implacable e inmutable. 

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Afrodita, la diosa del amor y la belleza

Para la mitología griega el amor y la belleza estaban a cargo de Afrodita. Nació de uno de los genitales mutilados del dios del cielo, Urano. Desde entonces, las tares de Afrodita no se limitaron a las asociadas con lo romántico. También tuvo cierta relevancia en otras materias como el comercio, la guerra y la política. Por ejemplo, era la encargada de proteger a quienes navegaban en el mar. 

Según la Enciclopedia de la Historia del Mundo, Afrodita es una de las principales responsables de la guerra de Troya. Ella le ofreció al príncipe Paris darle a la mujer más bella para que este le otorgara la manzana de la discordia y así ser considerada la diosa más hermosa. Paris le entregó la Helena, la esposa del rey Menelao. Este se enfureció y ordenó una expedición a Troya para recuperarla, iniciando la guerra.

Hermes, el dios griego más versátil

Hermes era uno de los dioses griegos más polivalentes. En Arcadia lo veneraban como el dios de la fertilidad; sin embargo, sus funciones no se limitaban a ello. Se le solía asociar con la protección del ganado y además -en la Odisea- Hermes era el principal mensajero de los dioses y el encargado de llevar a los muertos al inframundo. 

Otras atribuciones, de acuerdo con Britannica, tenían que ver con los sueños, los viajes y la suerte. Los creyentes consideraban a Hermes el protector de los viajeros. Además, era el dios de los sueños y si alguien experimentaba un golpe de suerte, era obra suya pues también era una deidad asociada al beneficio. Asimismo, se le atribuía la invención de la cítara y ocasionalmente la creación de la propia música. 

Ares y Atenea, los representantes de la guerra

Tanto Ares como Atenea son dioses relacionados con la guerra, pero con roles distintos. Mientras que el primero era considerado un dios despiadado y de espíritu conflictivo, la segunda era probablemente la deidad más sabia e ingeniosa. Ambos eran hijos del grandioso Zeus, pero fieles a los caminos que suele proponer la mitología griega, tuvieron intereses distintos y algunos conflictos importantes. 

En la Ilíada, Homero retrata a Atenea como una deidad sumamente intelectual y civilizada: su principal tarea era inspirar a los soldados para que llevaran a cabo una estretegia victoriosa y prudente. Por otro lado, Ares -también en la Ilíada- es el encargado de la guerra en su forma más cruel, sangrienta e injusta. 

Zeus, el encargado de ordenar a los dioses griegos

Probablemente Zeus es el más popular entre los dioses griegos. Parte importante de la mitología gira en torno a él o a sus hijos. Su popularidad no es una mera casualidad, pues Zeus -el dios del trueno- era considerado el rey del Olimpo y la deidad suprema para la religión griega. Fue el principal encargado de vencer a su despiadado padre Cronos, quien se había tragado al resto de sus hijos por miedo al destrono.

Zeus controlaba a placer el clima y ofrecía señales o augurios. Además, estaba a cargo de mantener el orden entre el resto de dioses olímpicos. Como otras deidades anteriormente revisadas, tuvo cierta relevancia en otras materias con las que no suele ser asociado. Por ejemplo, de acuerdo con la Enciclopedia de la Historia del Mundo, era el ‘gran castigador’ de los que obraban mal según su irreprochable juicio.

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