de La Pollería a éxito en TikTok

El éxito atrae a todo el mundo. En mayor o menor medida, todos queremos triunfar. Y triunfar, en esa sociedad en la que vivimos, es sinónimo de tener dinero. Para bien, o para mal, todos hemos comprado esa idea. Así que no es de extrañar que, en el contexto en el que nos movemos, con la vivienda por las nubes y los sueldos por los suelos, figuras como Pedro Buerbaum congreguen a miles de personas delante de las pantallas de YouTube o TikTok.

Figuras públicas como Amadeo Lladós, José Elías o el propio Pedro Buerbaum se han creado una coraza de éxito que no dudan en mostrar en redes sociales. Tras un ‘pelotazo’ sonado, deciden cambiar de aires y dedicarse a algo, en apariencia, más altruista como es compartir con el pueblo llano, de qué manera llegaron a amasar fortunas y cómo tú, si lo deseas muy fuerte y te esfuerzas lo suficiente, tal vez llegues a ese éxito tan ansiado y etéreo que prometen muchos.

Pedro Buerbaum es uno más de esos jóvenes triunfadores hechos a sí mismos que no tienen suficiente con tener cantidades ingentes de dinero en sus cuentas corrientes. Tienen que decírselo al mundo y compartir con ellos sus dotes inversoras. O así funcionan estas figuras públicas: son la cara visible de “proyectos” que te piden una cantidad de 1.000 euros o más para “invertir”. Y, de paso, y de una manera tan natural que da escalofríos, estos jóvenes exitosos generan horas de contenido viral en YouTube y TikTok hablando con políticos y otros miembros de extrema derecha para dejar bien clara su ideología. Y normalizarla entre el público más joven. ¿Qué más sabemos de Pedro Buerbaum?

Un empresario con una idea que era la polla

A día de hoy, es muy posible que conozcas a Pedro Buerbaum por haber visto alguno de sus videos en TikTok o YouTube. O por su podcast Worldcast. Cuando eres millonario tienes tiempo para todo. Nacido en Tenerife en 1995, Buerbaum se da a conocer al montar una franquicia de gofres con una particularidad: tienen forma de pene. Pollofres. Y de vagina. Coñofres. La Pollería se hizo viral e internet se llenó de gente comprando tan apetitoso manjar. Porque la primera vez es gracioso. “Los nuevos dulces eróticos que son furor en Madrid”, titulaba la prensa a finales de 2020. Y si algo “es furor en Madrid”, lo es en todo el mundo. O esa es la idea que ha calado.

En su página oficial, La Pollería dice contar con siete tiendas. La primera, inaugurada en 2019 en el barrio de Chueca de Madrid, fue el que empezó el éxito viral de estos dulces con forma fálica y recubiertos de chocolate. Oficialmente, tiene también tienda en Valencia y Alicante. “Pedro Buerbaum alquiló un pequeño local en un callejón del barrio de apenas 11 metros cuadrados y él mismo fabricó los muebles con madera que se encontraba en la calle. Montó su negocio con apenas 900 euros en su cuenta y empezó a crear los primeros Pollofres de 17 centímetros”. Según reza su propia página, factura 5 millones.

Emprendiendo de Tenerife a Madrid

Pero, como siempre, las historias de joven emprendedor con poco dinero en el bolsillo chirrían con la realidad. Quien con 24 años puede alquilar un local en Chueca, que según varios medios, “hoy es uno de los núcleos comerciales de Madrid, a un paso de Gran Vía”. Eso no quita que su campaña viral en redes sociales haya cumplido con sus objetivos. Durante 2020 y 2021 se agolpaban los clientes y los videos circulaban. Pero la moda ya pasó. O ya nadie habla de pollofres y coñofres como antaño. Tampoco nadie recuerda los helados que vendía antes del fenómeno de La Pollería bajo el nombre Ice & Dreams. Pero en su momento, había colas que duraban horas para conseguir un gofre de 17 centímetros de largo por cinco de ancho por 4,30 euros. Una de las claves del éxito fue crear perfiles falsos en aplicaciones de citas como Tinder y Grindr. Una vez el producto se dio a conocer, el contenido viral ya lo creaban los propios clientes.

Volviendo a Pedro Buerbaum. Tinerfeño, nacido en 1995, llega a Madrid con la idea de crear un producto que llame la atención durante el Orgullo Gay, un evento que reúne a miles de personas de todo el mundo de la comunidad LGTBIQ. De ahí la elección de Chueca como primer lugar donde ubicar su establecimiento de gofres. Y a pesar de la pandemia, logra “triunfar” con La Pollería. Pero, ¿quién era Pedro antes de este gran triunfo empresarial? Veamos. Antes de Madrid, vivió un tiempo en Londres y Los Ángeles. Algo que no todo el mundo puede permitirse a esas edades. Bien por él. En varias entrevistas comparte que con 12 años vendía productos a los turistas. Y que con 16 años vendía bañadores por Amazon de su propia tienda online. Estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Europea de Canarias. Según Forbes, la séptima mejor universidad privada de España, con campus en Madrid, Valencia y Canarias. Y de ahí a viajar hasta recabar en Madrid, como tantos jóvenes buscando un futuro.

El marketing, clave del éxito en internet

De emprender desde adolescente en su tierra natal a estudiar, cómo no, Administración y Dirección de Empresas. La carrera ideal para un emprendedor nato. Unos viajes por el extranjero, para ver mundo, y finalmente, Pedro aterriza en Madrid, donde los sueños se pueden hacer realidad. El sueño americano versión española. Y tras el ‘boom’ de los pollofres y los coñofres, Pedro decide compartir sus conocimientos y su experiencia, con menos de 30 años a sus espaldas. 

Hoy, Pedro Buerbaum es popular por sus canales de TikTok y YouTube y por su podcast Worldcast. También es la cara visible y principal atractivo en España de Blast, una app francesa de inversión de capital riesgo que aterrizó en España a finales de 2023 y que utiliza influencers para atraer a inversores que tengan entre 1.000 y 50.000 dólares. Así, en vez de fondos o carteras, puedes invertir en el “club de Pedro”. Lo que te permite participar en directos y webinars en los que el propio Pedro Buerbaum entrevista a los fundadores de las startups en las que invierte su “fondo”.

Volviendo a sus canales de TikTok y YouTube, parece que en sus entrevistas solamente habla con un tipo de personas: el pequeño Nicolás, el dueño de Desokupa, Santiago Abascal, Bertrand Ndongo… Un perfil muy escorado a una extrema derecha que choca con la imagen supuestamente moderna de joven emprendedor. O tal vez sea esa la idea. Que esa imagen de éxito sirva para blanquear a la extrema derecha entre un público, hombres de entre 18 y 30 años, que son los principales seguidores de Pedro Buerbaum. Pero para diluir esta predilección por perfiles tan marcados, también entrevista a otros más variados como Luján Argüelles, influencers, traders y demás personajes curiosos.

Dinero llama a dinero

Como bien apuntan varios medios, ahora el producto es el propio Pedro Buerbaum. Con esa aura de triunfar en la vida, el dinero viene solo. Todos quieren ser como él. Y es algo que figuras de este tipo creadas en internet saben moverse bien en las redes sociales y exprimir su buena imagen. Además de hacer de angel investor y, permitirte formar parte de su club privado de inversores, y de entrevistar a lo bueno y mejor de internet, también tiene su propio bootcamp para crear emprendedores luchadores al más puro estilo Gladiadores Americanos. Y también ha puesto en marcha un e-commerce de ropa, que estará online más pronto que tarde.

Parece ser que no basta con ser un crack de las finanzas. Eso se tiene que notar en tus músculos definidos. Como si hubiera una relación directa entre un físico tonificado y tener la cuenta bancaria llena de dinero. Pero parece que la idea ha calado entre el público. Volviendo al bootcamp de Pedro Buerbaum, la primera edición se celebró el pasado verano en El Bierzo. Del 14 al 20 de agosto. 57 jóvenes participaron en el campamento No Suspires de Buerbaum. Organizado por Skill Hunting y  Bierzo Traveler, el campamento se inspira en esta nueva fiebre por el culto al cuerpo y que imita los vicios del entrenamiento militar. Testosterona, mucho ejercicio y soflamas inspiradoras. A cambio de 897,50 euros. Desconozco si habrá segunda edición, pero visto el éxito de la primera, cuesta creer que no será así.