¡No quiero hacer nada!

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¿Te pasa que a veces tienes ganas de simplemente hacer nada? Los pendientes se acumulan, las tareas esperan y no tenemos el ánimo de realizarlas.

Tomarse un descanso de vez en cuando es bueno pues ayuda a relajarnos y liberar algo de la carga y estrés mental que tenemos diariamente. Pero se convierte en un problema cuando no podemos salir de ése circulo vicioso de ociosidad.

¿Cómo superar esta situación? En definitiva, ponernos en acción es la solución más pronta e ideal. Pero para eso, basta con comenzar poco a poco. Haz una lista de tus pendientes y selecciónalos por prioridad. Puedes comenzar por lo más sencillo o lo que te lleve menos tiempo y terminar por lo que más te agobia o preocupa.

O si lo prefieres, comienza por lo más difícil y lo demás por realizar no te parecerá tan pesado. ¿La clave? Escríbelo y ve eliminando de tu lista las actividades que ya hiciste. Podrás ver y sentir poco a poco un bienestar y alivio que tanta falta te hacía.

Cuando vemos las tareas realizadas que esperaban por tu atención te darás cuenta lo productivo que puedes ser y los beneficios que puedes obtener en tu vida. Se necesita un ligero empujón de buena actitud e iniciativa para empezar a mover la energía de tu vida y comenzar a ver los cambios positivos.

Haz esa llamada, entrega ésa tarea, ve a donde te necesitan, perdona a ése amigo…Sea lo que sea que te preocupe…¡ocúpate! Y da gracias por ésa maravillosa oportunidad que te ha dado la vida de ponerte en acción para sembrar y cosechar.