Japón estaba esperando un milagro y se le concedió. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) informó este lunes que había logrado restablecer la comunicación con su nave SLIM, que aterrizó en la Luna el 19 de enero pasado. La sonda espacial había quedado inoperativa unas horas luego del alunizaje, por un problema en la generación de energía que finalmente se ha resuelto.
Japón, el quinto país en el mundo en lograr un alunizaje, había explicado la semana pasada que «una anomalía» en el motor principal afectó la maniobra final del aterrizaje. Parece que uno de los dos grandes propulsores dejó de funcionar durante el descenso. Esto provocó que SLIM (Módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna, por sus siglas en inglés) se volcara.
El error hizo que sus paneles solares, con los que recargaría energía, terminaran en un ángulo equivocado al que no llegaba la luz del Sol. Entonces, la agencia decidió colocar a SLIM en modo hibernación, que alcanzó a estar operativa solo unas tres horas gracias a su batería. Todas las esperanzas estaban puestas en que la dirección de la luz solar cambiara, hasta alcanzar la posición en la que quedaron los paneles.
JAXA había contado que, si esto ocurría, la nave se reiniciaría automáticamente. «¡La comunicación con SLIM se estableció exitosamente anoche y se reanudaron las operaciones!», contó la agencia en X (antes Twitter). Con la buena noticia, publicó una nueva foto desde la Luna, tomada por la cámara incorporada en la sonda espacial. También dijo que había reanudado inmediatamente la lista de observaciones que Japón tenía pendiente en la superficie lunar.
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Las tareas pendientes de la misión de Japón en La Luna
SLIM reanudó sus operaciones para analizar la composición de las rocas de olivino, un grupo de minerales que pertenecen a los silicatos, en busca de pistas sobre el origen de la Luna. La sonda espacial de Japón utilizará para esto su cámara espectral multibanda. La nueva imagen compartida por JAXA es un primer plano de una roca a la que apodaron «Toy Poodel».
La NASA, socia de Japón en programas espaciales, compartió el viernes pasado una imagen del lugar de aterrizaje de SLIM. Fue capturada por el Lunar Reconnaissance Orbiter, que orbita la Luna desde 2009. El sitio de alunizaje era un punto de honor para la misión de la nave Japón, apodada el «francotirador lunar» por la precisión con la que pretendía lograr la hazaña.
El módulo de alunizaje logró descender a 100 metros de su objetivo, cerca del cráter Shioli, al sur del ecuador lunar. El problema de sus motores hizo que se desviara unos 55 metros, pero el equipo se dio por satisfecho. Su logro supera la precisión de varios kilómetros lograda hasta ahora por otras naves. «Hemos demostrado que se puede alunizar donde se quiera, no donde sea posible», dijo el director del proyecto de la nave SLIM, Shinichiro Sakai.
La nave también llevaba a bordo dos pequeños robots, que fueron liberados durante el aterrizaje en la Luna. LEV-1, un pequeño rover de poco más de 2 kg, está equipado con un termómetro y un sensor de radiación. Y el segundo se llama LEV-2, que pesa unos 250 gramos y cuenta con dos cámaras. Ambos pueden enviar sus datos directamente a la Tierra.
Japón no sabe cuándo finalizará la misión. Pero JAXA ha explicado que SLIM no fue diseñada para sobrevivir una noche en este lado de la Luna. La oscuridad en el satélite natural dura unos 14 días terrestres. Es tan fría que puede dañar los componentes electrónicos de la nave. Por lo tanto, es probable que la operación termine el próximo jueves, cuando comienza la próxima noche lunar.
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