Madrid, 22 ene (EFECOM).- El Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha pedido al Gobierno que mejore las «políticas activas» de empleo para favorecer la empleabilidad en el sector del turismo, «coordinadas con el sistema de prestaciones y subsidios de desempleo», con objeto de facilitar la activación de los parados.
Durante su intervención en el Foro Hotusa, De Cos ha explicado que en una economía con elevado desempleo como la española, esto ayudaría a reducir la escasez de mano de obra que perciben un 42,5 % de las empresas turísticas, según un estudio hecho por la entidad, un porcentaje mucho más alto en la hostelería y el transporte, con un 55 % y el 51 %, respectivamente.
A juicio del gobernador, la empleabilidad también mejoraría con la puesta en marcha de políticas que favorezcan la oferta de vivienda en alquiler para permitir una mayor movilidad de los trabajadores entre regiones», así como analizando la capacidad de las políticas migratorias para aliviar los desajustes del mercado laboral.
También habría que mejorar la productividad del sector, inferior a la del conjunto de la economía, para lo que sería conveniente reducir la elevada temporalidad en el empleo y también la alta rotación, que impide que los trabajadores ganen en experiencia.
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En este sentido, Hernández de Cos se refirió a la última reforma laboral realizada por el Gobierno, que limitó las modalidades de contratación por tiempo definido, y explicó que en el sector turístico, el contrato fijo discontinuo pasó del 11 % en 2021 a un 20,8 % de media en 2023, por encima del conjunto de la economía.
Por otro lado, el turismo es uno de los sectores que presenta una mayor concentración de empleados en los grupos de jóvenes y de baja cualificación, lo que le hace más sensible a los incrementos del salario mínimo, que han sido muy significativos en los últimos años, añadió.
De hecho, en el último año, los incrementos salariales en el sector se han situado por encima del resto, y los costes laborales unitarios también han crecido mucho, lo que, unido al incremento de los costes laborales no salariales como las cotizaciones sociales y a la baja productividad, ha elevado los costes laborales unitarios por encima de la Unión Monetaria y Económica (UEM) desde el inicio de la pandemia.
De mantenerse este patrón, podría acabar afectando a la competitividad-precio de las empresas españolas y, en particular, a las del sector turístico, ha añadido.
Hernández de Cos también ha pedido al Gobierno que apruebe incentivos fiscales para animar a las empresas del sector turístico a invertir más en innovación y desarrollo, así como una mayor colaboración público-privada en éste y en otros aspectos.
En cuanto a la transición energética, se trata de un gran reto para el transporte aéreo, ya que, por ejemplo en España, el 40 % del mismo tiene que ver con el turismo, por lo que es importante proporcionar un marco estable y previsible para dicha transición que ayude a las empresas a tomar decisiones.
Aquí también es fundamental la colaboración público-privada y el foco debe ser perseverar en la mejora de calidad de oferta turística y la diversificación de la misma para reducir la saturación de algunos destinos y la estacionalidad que mantiene el sector.
En definitiva, la competitividad del turismo depende de la capacidad de las empresas y de los trabajadores de dar servicio de calidad y de adaptarse con flexibilidad a los cambios en los patrones de demanda.
Pero la prioridad de la política económica en los próximos años tendrá que ser mantener un marco general que favorezca seguridad jurídica, el funcionamiento eficiente de los mercados y la actividad empresarial. EFECOM
ala/may
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