Reportan ligera baja de los niveles de ozono por la reducción de compuestos de cloro
▲ Este mapa muestra el tamaño y la forma del agujero de ozono sobre el Polo Sur el 21 de septiembre. Las pérdidas moderadas (naranja) son visibles en medio de áreas con mermas del gas más potentes (rojo).Foto Europa Press
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Europa Press
Periódico La Jornada
Viernes 3 de noviembre de 2023, p. 5
Madrid. La disminución de compuestos de cloro producidos por el ser humano, junto con la ayuda del clima estratosférico activo de la Antártida, redujeron ligeramente los niveles de ese gas este año
, señaló en un comunicado Paul Newman, líder del equipo de investigación sobre este gas de la NASA y científico jefe de ciencias de la Tierra en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la agencia espacial en Greenbelt, Maryland.
Agregó que es un agujero muy modesto
, aunque el hoyo de ozono antártico de este año tuvo su máximo el 21 de septiembre. Con 26 millones de kilómetros cuadrados, fue el décimo segundo más grande en un solo día desde 1979.
Según mediciones anuales por satélite y globos realizadas por la NASA y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), durante el pico de la temporada de agotamiento de la capa de ozono, del 7 de septiembre al 13 de octubre, el hoyo de este año tuvo un promedio de 23.1 millones de kilómetros cuadrados, casi el tamaño de América del Norte, lo que lo convierte en el décimo sexto más grande durante este periodo.
La capa de ese gas actúa como escudo natural de la Tierra, ya que esta porción de la estratosfera protege al planeta de la dañina radiación ultravioleta.
Cada septiembre, se adelgaza hasta formar un agujero
sobre el continente antártico. El hoyo no es un completo vacío de ese gas.
Los científicos utilizan el término agujero de ozono
como metáfora del área en la que las concentraciones de ese gas sobre la Antártida caen muy por debajo del umbral histórico de 220 unidades Dobson. Informaron por primera vez sobre el agotamiento de la capa de ese gas en 1985 y han seguido los niveles todos los años desde 1979.
El agotamiento del ozono antártico ocurre cuando las sustancias químicas artificiales que contienen cloro y bromo suben por primera vez a la estratosfera. Estos químicos se descomponen y liberan esos elementos para iniciar reacciones que destruyen las moléculas de ese gas. Los productos que agotan la capa de ozono, incluidos los clorofluorocarbonos (CFC), alguna vez se utilizaron ampliamente en aerosoles, espumas, aires acondicionados, extintores de incendios y refrigeradores. Los CFC tienen una vida atmosférica de 50 a más de 100 años.
Protocolo de Montreal
El Protocolo de Montreal de 1987 y sus enmiendas posteriores prohibieron la producción de CFC y otras sustancias químicas destructoras del ozono en todo el mundo para 2010. La reducción resultante de las emisiones ha provocado una disminución de las sustancias químicas destructoras de ese gas en la atmósfera y signos de recuperación del estratosférico.
Los investigadores de la NASA y la NOAA vigilan la capa de ozono sobre el polo y a escala mundial con instrumentos a bordo de los satélites Aura, Suomi y NOAA-20. La sonda de microondas del primero también estima los niveles de cloro que destruye esa capa.
Los científicos también rastrean la cantidad promedio de agotamiento midiendo la concentración de ese gas dentro del agujero. En el Observatorio Atmosférico de Línea Base del Polo Sur de la NOAA, miden el espesor de la capa lanzando globos meteorológicos que transportan ozonosondas y realizando mediciones en tierra con un espectrofotómetro Dobson.