Un equipo de Buen Día acompañó a Sofía Vargas y su perro, Boris, en un paseo matutino. Él espera tranquilo hasta que ella le coloque la correa y le da la señal para iniciar la caminata. Su comportamiento es el resultado de seis meses de entrenamiento.
«La primera persona que se disciplina es uno, uno se educa sobre qué hacer y qué no hacer. Primero entender para qué la correa y cómo se tiene que usar», explica Vargas.
El educador canino, Joshua León, explica que la correa permite tener el control y proteger al perro de situaciones peligrosas, como cruzar una calle. Se recomienda una correa de tela o de un material resistente, que no exceda los dos metros de longitud y que el clip sea de buena calidad para que no se zafe.
Con respecto al agarre, coloque su dedo gordo dentro del lazo y recoja la correa, sin tallar en exceso, para que el perro camine con comodidad.
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«Está la creencia de que el perrito tiene que caminar pegado a nosotros y nada más lejos de la realidad… lo que hay que hacer es dejarlos disfrutar. Si hay momentos muy puntuales en los que debería caminar a la par mía: cuando vamos a cruzar una calle o pasar en medio de varias personas», amplía León.
Si el perro corre o jala la correa, el experto recomienda llamarlo y brindarle recompensas, así el perro preferirá evitar ese comportamiento, porque al seguir indicaciones, recibe una caricia o un premio. Con respecto a los encuentros con otros perros o personas, brinde al perro una indicación de sentarse o esperar. Una vez esté en calma, permítale acercarse.
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Esta información pertenece a su respectivo autor y ha sido recopilada del sitio web: https://www.teletica.com/mascoticas/como-pasear-a-su-mascota-con-correa-sin-fracasar-en-el-intento_344115
